Escuela Elemental Urbana convirtió su patio central en una feria de turismo
Recorren la Isla desde el salón.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 años.
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La celebración del día de la puertorriqueñidad fue el pretexto para que maestros, padres y estudiantes de la Escuela Elemental Urbana de este pueblo se involucraran en una aventura de turismo interno dentro del propio plantel escolar, la cual sirvió de especial estímulo a los niños de educación especial.
El patio central sirvió como un mapa por el cual los estudiantes y visitantes podían recorrer los pueblos de la Isla a través de los pabellones que cada salón hogar organizó. En ellos no solo podían encontrar información de cada municipio como su bandera, cognomento y símbolos oficiales, sino también plasmaron las características por los que son conocidos como festivales, platos típicos y frutos agrícolas, entre otros.
“Esta escuela cuenta con estudiantes de corriente regular, escuela Montessori y una comunidad de estudiantes de educación especial con cuatro salones contenidos: dos de autismo, uno de deficiencia intelectual y otro de modificación de conducta. Esta actividad es importante para la socialización de los estudiantes de distintos grupos y también en la cooperación de la comunidad entera” manifestó Yamaris Padilla, maestra de autismo en ese plantel.
Entre las creaciones que pudieron apreciar en la actividad, figuraron una casa de campo a escala menor en el Pabellón de Maricao, con una exposición de las distintas etapas del café, para ilustrar la Fiesta del Acabe; o la degustación de rica piña del país en el Pabellón de Lajas. Sobresalió también una mini carroza con la bandera de Puerto Rico que simulaba las que utilizan las comparsas del Festival de las Máscaras de Hatillo, los balcones del Viejo San Juan y la celebración de las Fiestas de la Calle San Sebastián, y hasta una ganadería para hacer referencia a Hatillo, conocido por su extensa industria lechera, entre muchas otras.
Además, cada salón tuvo a su cargo una presentación frente al resto de sus compañeros, algunos con música, baile o actuación, para resaltar la historia y los elementos que nos distinguen como puertorriqueños.
“Los niños están felices porque están haciendo turismo interno dentro de la misma escuela. Están aprendiendo de las cosas que distinguen a cada pueblo”, apuntó Padilla, quien resaltó la forma en que todos los sectores se unieron para celebrar la actividad.
“Los tres grupos de estudiantes compartieron unos con otros y hasta los padres fueron fundamentales en la celebración de esta actividad. Algunos nos ayudaron hasta las 7:00 de la noche trabajando en lo que es el montaje de cada pabellón. Fue una actividad de toda la comunidad. Ver la carita de los niños felices, sentimos que valió la pena todo el trabajo”, sentenció Padilla.