Elvis Crespo enfrentó gritos, abucheos e insultos como “coge pela”, “cag...” y “fajón” antes de entrar anoche al escenario de las fiestas patronales de Hatillo, en la Plaza Pública de ese pueblo norteño.

Sin embargo, minutos después de haberse trepado a esa tarima, la multitud parece haber olvidado el relajo que le tenían porque lo aplaudieron como a un ídolo al tiempo que se contonearon con él al ritmo de sus éxitos Pegaíto suavecito, Píntame y Suavemente, entre muchos otros.

Asimismo, el artista derrochó optimismo y buen ánimo cuando, al salir de su vehículo para correr hacia  la plaza, aseguró a los periodistas que “todo está bien” con su esposa Maribel Vega y que “lo más difícil del proceso ha sido trabajarlo con mi familia”. 

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“Si ven que no me muevo mucho es que tengo el pamper (pañal) puesto”, dijo más tarde ante la audiencia, provocando risas y demostrando que aún le queda humor suficiente para bromear acerca de sus escándalos. 

El más reciente ocurrió el martes pasado cuando presuntamente agredió e intentó besar en la boca a Alexander de Jesús Díaz, uno de los gerentes del restaurante-bar Made in Puerto Rico, en Isla Verde, Carolina. El miércoles, Crespo estuvo recluido en el hospital Dr. Leonardo Valentín Tirado, en Guaynabo, donde se atendió dolores en el cuerpo y vómitos. Y el jueves, admitió ante los principales medios de comunicación del país que tiene “problemas con el alcohol” y que irá a un centro de rehabilitación para atenderlos.

Este problema de salud no fue un impedimento para que se esgalillara como de costumbre ante cientos de personas que lo aclamaban con bebidas alcohólicas en las manos, como es típico en este tipo de evento.

“Aunque sea en silla de ruedas, voy a cantarle a mi gente de Hatillo”, expresó el merenguero boricua después de agradecer al alcalde de ese municipio, José “Chely” Rodríguez, por haberle permitido presentar su espectáculo “en un momento tan difícil”.

La presentación del intérprete también tuvo momentos emotivos. Uno de ellos ocurrió cuando instó a los espectadores a unírsele en su “proceso de búsqueda de la perfección espiritual”. “Yo voy a cantar esta noche como si fuera la última noche de mi vida. Ahora, repitan conmigo: 'Esta noche será la mejor noche de mi vida'”, exhortó a la audiencia Elvis, quien empezó su show cerca de las 12:30 de la medianoche y lo finalizó poco más de una hora después.

“Tengo un trabajo que hacer y, no importa lo que pase, yo vengo a hacerlos felices a ustedes. Gracias a ustedes, Hatillo”, comentó en otro momento siguiendo la línea de pensamiento que había planteado a los periodistas un rato antes, cuando decenas de personas, en su mayoría muchachos, esperaban su entrada en la parte de atrás de la plaza, frente a la oficina de turismo.

Allí, minutos antes de subir a la tarima, el cantante tuvo que caminar por la calle, y fue entonces cuando un graciosito salió de entre la muchedumbre para tirarle un rollo de papel de baño encima, al tiempo que el resto de los chamacos que acompañaban a ese individuo empezó a gritarle insultos al artista.

Elvis se limitó a pedir respeto y mantener sonriente el semblante mientras otra buena parte del público también aguardaba por su entrada con celulares y cámaras digitales en mano, todoslistos para sacar fotos y compartirlas rápidamente en las redes sociales de Internet.

Las fiestas patronales de Hatillo se extienden hasta el domingo 21 de julio, según anunció el alcalde. Anoche también se presentaron en tarima Plena Libre, Noche D'Rumba y Karís.

El artista logró su cometido de poner a bailar al público de las fiestas patronales a pesar de recibir uno que otro grito de burla.