Don Perignon supera derrame cerebral que pudo costarle la vida
Tras meses de rehabilitación, el director musical de La Puertorriqueña tiene su “primera prueba de fuego” este fin de semana en el bailable “Rumbo al Nacional”.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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La rutina es rutina hasta que un día deja de serlo, punto. Entonces la vida cotidiana toma otro giro.
El pasado 13 de diciembre, ya en pleno jolgorio navideño al palo y con la agenda llena a todo dar para cumplir con sus compromisos profesionales, la vida jamaqueó a Pedro Luis Morales Cortijo en su rutina del día a día.
Y el tiempo casi no le da para contarlo.
Morales Cortijo, para su familia ‘Perín’, pero en el mundo salsero mejor conocido como Don Perignon, es un afamado músico y director de La Puertorriqueña, una de esas orquesta bien estructuradas y hechas a la medida del bailador.
Ese 13 de diciembre, Perignon sufrió un derrame cerebral que bien le pudo haber costado la vida, pero, que en todo caso lo tuvo cerca de dos meses batallando duro, inmerso en un proceso de rehabilitación. Tan es así que ya el médico le dio el visto bueno para que vuelva a sus labores como músico… Es decir, a tocar el timbal, pero eso sí, sentadito y administrando bien su tiempo entre temas y tema.
“Será mi primera prueba de fuego. Creo y espero estar listo. Pero, aunque uno siempre piensa positivo no deja de haber cierta presión. Ya veremos”, dijo.
Nacido en Santurce el 31 de mayo de 1959, Perignon volverá al escenario grande en el bailable “Rumbo al Nacional” este viernes, 17 de marzo a las 8:00 p.m, a celebrarse en el Hotel Sheraton que ubica en el Distrito T-Mobile en San Juan. El evento, una producción de Moncho Arrillaga en la que La Puertorriqueña compartirá tarima con Mulenze y Bobby Valentín -y que repite al día siguiente- forma parte de la antesala del Día Nacional de la Zalsa, el domingo, en el estadio Hiram Bithorn.
“Ese día 13 de diciembre, como es mi rutina, me levanté temprano y tomé un poco de café antes de prepararme para salir a mi trabajo”, recordó Perignon, quien labora hace tres años como alguacil en el Centro Judicial de San Juan, aunque previamente lo hacía en Carolina y Bayamón, carrera que inició en 1990.
“Mientras me doblé para ponerme los tenis es que noto como que me pasaba algo. Lo puedo explicar así, como que sentía cuando algún envase lleno de líquido se va vaciando; como cuando una llanta va perdiendo aire poco a poco, como que algo se rompe y el contenido se va perdiendo, y entonces reaccioné como puede”, dijo.
El músico contó que por suerte estaba sentado y eso evitó que se desplomara y se diera un golpe en el suelo.
“Me tiré al suelo y comencé a gatear. Yo estaba solo en mi casa. No sentía movilidad en mis piernas, pero podía hacer fuerza con mis brazos. Comencé a gatear y logré coger mi teléfono celular e hice tres llamadas. Tenía a unos amigos cercanos a mi apartamento que estaban manejando un arreglo musical y también pudo comunicarme con mi hijo, quien llamó al 911. Mis amigos tenían la llave de mi casa y pudieron entrar. Llegó todo el mundo a la vez, y el 911 también. Diría como que en hora y media desde que inició el derrame, pude llegar al hospital, esto tomando en cuenta que eran casi las 7:00 a.m. y había tapón en la carretera”.
Perignon contó que pasó una semana en el hospital y luego lo enviaron a un centro de rehabilitación especial en el Centro Médico, en donde estuvo cerca de dos semanas. Allí trabajaron fuertemente con él y lo ejercitaron para fortalecer sus manos y piernas.
“Luego estuve ejercitándome de forma ambulatoria y en mi casa. Allí trabajaba para darle fuerza a mis manos con una goma de plástico y dos palos de timbal, como si estuviera tocando, cosa de fortalecer mis manos. Así me mantuve”, indicó.
“El apoyo familiar, mis hijos, mis amigos músicos y mucha gente más fue importante para mí. Nunca me dejaron o me sentí solo. Puedo pensar que tuve buen control de toda esta situación y lo manejé adecuadamente. En la primera semana estuve en cama y prácticamente me tuvieron que ayudar en todo. Los enfermeros y enfermeras, sin conocerme, sin saber quién yo era, me dieron un apoyo tremendo. Estoy muy agradecido a Dios, a mi familia y a ese personal del hospital y a los del centro de rehabilitación”, señaló.
El director musical indicó que volverá a trabajar en su puesto en el Centro Judicial en San Juan, aunque ahora será en un acomodo razonable, ya que le dieron de alta médica.
“Voy a irme normal en mi retiro, pero creo que termino este año, ya cualifico para retirarme”, dijo el músico, que está próximo a cumplir 64 años, y quien ya camina cómodamente con ayuda del andador.
“Me falta que me den el visto bueno para conducir, pero estamos en ese proceso. Todo va bien. Este tipo de cosa es día a día. Le pasa a cualquiera. Yo soy diabético y padezco alta de presión, pero tenía todo controlado, con mis medicamentos. Siempre he tenido un cuidado estandarizado. Los médicos me dijeron que eso no fue factor para que me diera el derrame. Simplemente me tocó a mí como le ha pasado a otra gente. Ahora, pues me recetaron una pastilla más para mi diario vivir”.
Para el baile del viernes 17 de marzo, Perignon dijo que los doctores enfatizaron que tocara sentado.
“Se supone que toquemos como hora y media, pero todo puede variar y puede que toquemos menos tiempo, ya que hay otras dos orquestas. Pero, será mi gran prueba”, dijo.
Su orquesta La Puertorriqueña, cuyo concepto comenzó en 1987, y que por las pasadas décadas dirige el músico santurcino, no dejó de tocar en la época navideña. Incluso participó en las Fiestas de la Calle San Sebastián.
“Mi hijo (Pete Perignon) me sustituyó y otros músicos nos dieron la mano. Pudimos cumplir con nuestra agenda mientras yo me rehabilitaba. Estoy agradecido a los promotores y la gente que nos contrató y a los músicos de la orquesta”, dijo Perignon, quien a los 21 años fue el director musical de la orquesta de Andy Montañez, que a su vez fue una figura clave en los inicios de la carrera del timbalero.
Gilberto Santa Rosa, Víctor Manuelle, Luisito Carrión, el fenecido Lalo Rodríguez y Rico Walker, entre otros, han sido dirigidos por el veterano percusionista, en su paso por La Puertorriqueña.
Un cubano en Miami fue quien bautizó a ‘Perín”, como Perignon.
“El tipo dijo, ‘eso de ‘Perín’ es muy sencillo para tí'. Y comenzó a decirme Perignon. Luego Andy Montañez le añadió el Don, como la champagña, y pues, desde entonces me quede así”.
Boletos para la presentación de Don Perignon y La Puertorriqueña en “Rumbo al Nacional” están disponibles en TicketCenter.