DJ de Wisin & Yandel cierra un ciclo que fue desde “chuparse un limón con ellos” hasta el éxito
Jaime Alvarado Ortiz ha estado a cargo de tocar la música del dúo urbano desde que grababan en cassettes en un cuarto en su natal Cayey.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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Ya restan horas para que el binomio formado por Wisin & Yandel se despida por lo que se asegura será su última vez. Lo harán en la serie de conciertos “La última misión”, que ahora se lleva el récord de más funciones en el Coliseo de Puerto Rico. Al margen de todos esos bombos y platillos en torno a los denominados “Extraterrestres”, está el DJ que los ha acompañado desde que eran unos adolescentes jugando a hacer música en el cuarto de una casa en Cayey.
Esa figura constante en el éxito de Wisin & Yandel es Jaime Alvarado Ortiz, otro cayeyano que tocó puertas con ellos hasta verlos convertirse en unas voces pilares del movimiento de la música urbana.
“Mucha gente piensa que soy un empleado más y cuando es trabajo soy un empleado, pero fuera de aquí, hay una amistad de más de 20 años. Nosotros nos conocimos desde que éramos nenes, me chupé el limón con ellos, porque pasamos muchas situaciones para llegar a donde estamos hoy, y pues, me enorgullece saber donde están hoy. Ya mismo nos retiramos todos y me retiro haciendo lo que me gusta con ellos”, manifestó el DJ, criado en el barrio El Polvorín de la Ciudad de los Toritos.
Jaime Alvarado se destacaba con DJ en discotecas y actividades privadas, tocando mayormente música electrónica y reggae, cuando Yandel, entre otros jóvenes, como Fido y Alexis, comenzaron a inyectarle el entusiasmo por grabar en un estilo que solo se escuchaba a nivel underground.
“Cuando salgo de la escuela, él (Yandel, entonces conocido por Nico) todavía está e hicimos un grupito pequeño entre Yandel, Fido, Alexis y unos amigos más, y nos encerramos todos en mi habitación a hacer música, a ver qué salía, y lo grabamos”, contó. Eso que parecía haber sido un juego, Yandel lo reprodujo y lo vendió en la escuela en formato de cassettes. “Después hice algo más trabajado y ahí empezamos a competir con los Baby Rasta & Gringo, Playero...”.
Wisin se integró uno o dos años más tarde, cuando Fido se enlista en las Fuerzas Armadas, quedando Yandel como solista. Ya la mentalidad colectiva iba dirigida a crecer. “Hicimos unos demos y fuimos puerta por puerta por varios productores musicales, el 90% nos rechazó. Fue bien cuesta arriba”, recordó Alvarado Ortiz, horas previas de una de las funciones del concierto que presentan en el Choliseo. “Hicimos un demo como de tres canciones, se lo llevamos a dos o tres productores musicales, DJ Eric, Dj Nelson, y nunca se nos dió. Otros nos vendieron sueños, porque ellos grabaron una producción como de tres o cuatro temas que nunca salió”.
El parteaguas se dio con la participación de Wisin & Yandel en el álbum “No Fear 3″, “esa fue su carta de presentación”, apuntó el DJ.
Para este experto “en los platos” ha sido interesante ser testigo activo de la evolución que ha tenido el género urbano, el cual reconoce a veces no le hace justicia a la figura del DJ, aunque no es su caso. “Antes éramos Wisin, Yandel y yo atrás. No había banda, no había bailarines, no había nada. Esa es la evolución también, porque antes no había un presupuesto para pagar un equipo de trabajo tan grande, pero dentro de los pocos que éramos, lo hacíamos bien”.
Muchos artistas no le dan importancia a su DJ, que es quien está cargando el show a sus espaldas”
-Jaime Alvarado Ortiz, DJ de Wisin & Yandel
Con el retiro de Wisin & Yandel de los escenarios, como dueto, el DJ también se plantea un nuevo futuro profesional. Seguramente continuará trabajando al lado de Wisin, como lo ha hecho en otras ocasiones en que se han separado para cada uno impulsar sus proyectos en solitario, además está listo para volver “a la calle”, que no es otra que las discotecas y actividades privadas. Vuelva o no esta combinación reguetonera, el trabajo está hecho, puntualizó.
“La fórmula siempre va a ser la mejor y la perfecta. Va a ser de por vida, eso nunca se va a acabar”, concluyó.