Derroche de sentimientos y ritmo para recordar a Cheo Feliciano
La presentación se convirtió en una elegía en la que el público y artistas invitados agradecieron su legado musical y celebraron su vida.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 10 años.
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Como un derroche de sentimientos puede describirse el concierto Dos soneros cantan a Cheo Feliciano, que se realizó este sábado en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot, en San Juan.
La presentación, que se suponía que fuera un homenaje en vida al cantante ponceño, se convirtió en una elegía en la que tanto el público como todos los artistas que participaron agradecieron su legado musical y celebraron su vida.
La jornada fue protagonizada por Gilberto Santa Rosa y Víctor Manuelle, quienes deleitaron a los presentes que abarrotaron el recinto en su modalidad reducida con todos los éxitos que hizo famoso el gran Cheo. No obstante, el dúo invitó a Chucho Avellanet, Ismael Miranda y Ednita Nazario para que los acompañaran en este viaje musical.
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El sabroso concierto comenzó a las 9:00 p.m. con un potpurrí de temas del artista a cargo de la Orquesta Sentimiento 25, bajo la dirección del maestro Louis García. La sonoridad del grupo, que acompañó a Cheo en muchas ocasiones, fue una constante durante las dos horas y media que duró el espectáculo.
Tras este bocadillo, Gilberto Santa Rosa y Víctor Manuelle emergieron en el escenario para encender la velada con “Anacaona”. Ambos cantantes, vestidos con chaqueta, hicieron gala de sus voces y de su habilidad para sonear durante esta canción, lo que les mereció el primer gran aplauso de los presentes.
Víctor Manuelle siguió la fiesta con “Trizas”, mientras Gilberto Santa Rosa lo acompañaba tocando las maracas. Entre soneo y soneo, Víctor Manuelle reconoció que esta canción no le quedaría tan bien como a Cheo.
Inmediatamente, tomó el micrófono Gilbertito para cantar “Los entierros”, mientras Víctor Manuelle lo acompañó en los coros y en alguno que otro soneo. Como si fuera un karaoke, el coro de esta canción se pasó por la pantalla gigante ubicada en el centro del escenario.
Ya a esta temprana altura, varias parejas se adueñaron del área detrás de las sillas de arena para bailar. Este grupo seguiría creciendo a medida que pasara la noche.
El próximo éxito fue “Pa que afinquen”, cantado por Gilbertito. Pero antes, las estrellas se dirigieron al público para decirles lo honrado que se sentían de hacer este concierto y explicar que Cheo había escogido las canciones que se iban a interpretar. Al final, ambos bromearon sobre su diferencia de edad y sobre quién había cantado más con el bolerista de Ponce.
"Ustedes no saben la satisfacción, la alegría que nos causa el estar aquí esta noche celebrando este sueño que teníamos. Digo este sueño que teníamos porque este sueño se creó junto a la persona que estamos homenajeando esta noche. Nos sentimos un poco vacíos porque aquí tenía que estar nuestro querido Cheo... Cheo escogió las canciones de hoy", dijo Gilberto Santa Rosa.
"Él (Cheo) quería que estas canciones fueran las que se hicieran, nos reunimos para hacer todo esto y para mí es motivo de inspiración", agregó Víctor Manuelle.
La próxima canción del repertorio fue “Salí porque salí”, interpretada por Víctor Manuelle. Antes de comenzar a cantarla, el conocido Sonero de la Juventud le preguntó al Caballero de la Salsa si sabía lo que iba a cantar. Gilbertito contestó en la negativa. "Salí porque salí, así que salte", le ripostó Víctor Manuelle provocando las risas del público.
La siguiente tanda de canciones tocó la relación entre el compositor Catalino "Tite" Curet Alonso y Cheo. La primera fue “Salomé”, cantada magistralmente por Gilbertito. Luego siguió Juan Albañil, que le tocó a Víctor Manuelle. “Periódico de siempre” fue la próxima a cargo de Gilbertito.
La máquina del tiempo no se detuvo, sino que se remontó a la época cuando el fallecido cantante y compositor cantó con Joe Cuba y su sexteto. Aquí, ambos cantantes destacaron “El pito”, “A las seis”, el bolero “Si te dicen” y “Nina”.
El paso de Cheo Feliciano por la orquesta del maestro Eddie Palmieri se recordó con las canciones “Busca lo tuyo” y la recordada “Si por mí llueve”, una composición que el baladista le escribió al percusionista Francisco "Kako" Bastar.
Otra de las favoritas del público, “El ratón”, fue la próxima. Con esta composición cantada a dúo, el tresista Luis García se lució con un excelente solo. Al concluir, Gilbertito aprovechó la ocasión para presentar a los músicos de Sentimiento 25.
“Mapeye“, “Franqueza cruel“ y “Amiga“ prepararon el camino para el plato fuerte del espectáculo: la presentación de Chucho Avellanet, Ismael Miranda y Ednita Nazario, quienes el público no sabía que estarían.
De los tres, quien rompió el hielo fue Chucho con el bolero “Delirio“. Su sentida interpretación llenó el reciento y electrificó el ambiente. Le siguió el Niño Bonito de la Salsa con “Mi triste problema“. Por último la Diva Ponceña se echó a los espectadores al bolsillo con “Juguete“.
Cheo, que nunca dejó de estar presente durante el concierto, se materializó gracias a la magia de la tecnología. Su voz y su imagen se escucharon nuevamente a través de una grabación vieja en la que cantaba “Amada mía“.
Mientras se escuchaba la canción, se podían ver fotos de la vida en pareja de Cheo y su esposa Socorro Prieto León, conocida como Cocó. La mujer, que estuvo presente en el espectáculo, lloraba emocionada al escuchar la voz de su amado esposo, mientras se recostaba de los hombros de sus hijos.
Como una muestra de respeto, los cinco cantantes se pararon de frente a la pantalla (de espaldas al público) escuchando atentamente a Cheo.
Gilbertito y Víctor Manuelle se despidieron de su público con “Canta“. Aunque el público pidió una más, petición que la orquesta estaba dispuesta a complacer, los artistas no volvieron al escenario.
Así las cosas, minutos después de las 11:30 p.m. el público que acudió a esta cita, partió del coliseo satisfecho por haber sido testigo de un concierto que destiló mucho sentimiento y en el que todos se sintieron como familia.