Daddy Yankee noquea a Don Omar
Al despedirse, ambos intérpretes exhortaron a los asistentes a continuar trabajando para echar adelante al país.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
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Abatido desde el primer asalto. No hay otra manera de describir la forma en que lució el cantante urbano Don Omar anoche en medio del esperado desafío ante su mayor contendiente, el reguetonero Daddy Yankee.
Por más que lo intentó, el intérprete de "Danza Kuduro" deslució en cada uno de los cuatro asaltos que conformaron el primero de los cuatro conciertos denominados "The KingDom: Daddy Yankee vs. Don Omar". Su voz apenas pudo escucharse entre la multitud que llenó el jueves el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot, en Hato Rey, con la expectativa de ver la “pelea del año”. El uso de pista, por parte del artista, natural de Villa Palmeras fue evidente contrarió a su colega, de Villa Kennedy, cuya voz retumbó en el mencionado recinto, y avivó a los miles que cantaron y bailaron cada canción de principio a fin.
El espectáculo comenzó a las 9:30 p.m. La música instrumental que sonaba de fondo generaba expectación entre los asistentes. Unas pantallas al fondo de la tarima marcaban el tiempo en conteo regresivo, con los rostros de ambos artistas proyectados, uno a cada lado. Cuando el reloj se detuvo, apareció en tarima el presentador de la UFC Bruce Buffer, y con su tono agresivo, anunció el comienzo de la batalla a cuatro asaltos.
De una tarima giratoria salió “King Daddy”, ataviado con una chaqueta roja, estilo militar junto a un ejército de bailarines vestidos, unos con prendas bajo el mismo estilo y otros con unitardos cubiertos de cristales.
Luego de unos 25 minutos cantando algunos de sus éxitos y animando a la fanaticada, el escenario se apagó, y la tarima volvió a girar para traer a Don Omar vestido de negro y con enormes cadenas doradas. Sin embargo, y a pesar de los aplausos del público enardecido, su voz desde el comienzo, apenas se distinguía entre los coros.
Los intercambios por turnos de 20 a 25 minutos se extendieron durante dos horas y media en el impresionante escenario que contó con pantallas de diferentes tamaños en los que además de imágenes alusivas a cada uno, se proyectaban palabras claves de sus canciones. Efectos de pirotecnia sincronizados con la música, bailarines moviéndose en altísimas plataformas, acróbatas brasas de fuego que subían a ambos lados de la tarima y cuyo calor se sentía en los asientos, le dieron al combate una imagen de altura. Fue un show muy vistoso, que valió la pena presenciar.
A eso de las 12:00 a.m. cuando muchos pensaron que el show había terminado, el presentador de boxeo Michael Buffer anunció el último round al presentar nuevamente a los contendientes e invocar su icónica frase: “Let's get ready to rumble!”. Para sorpresa de los presentes, los cantantes salieron de unas plataformas ubicadas detrás de los asientos de arena. El público, de inmediato, se aglomeró alrededor y los exponentes de reguetón cantaron el tema “Cara a cara”.
Conatos de tiraera se colaron entre los estribillos del tema “Cara a cara” hasta que un Don Omar, menos enérgico que lo usual, agradeció a Daddy Yankee por la experiencia de un concierto juntos, y en un gesto con el que dejó atrás cualquier dejo de la pasada riña le dijo “yo te bendigo a ti, bendigo a tu familia”.
Luego, ambos artistas se mezclaron entre el público y por los laterales del coliseo hasta llegar al escenario, donde luego de terminar el tema anterior cerraron con “Danza Kuduro”, entonada por los dos.
Al despedirse, ambos intérpretes exhortaron a los asistentes a continuar trabajando para echar adelante al país, a la vez que hicieron un llamado a no hacer disparos al aire durante las fiestas navideñas. Fue en este momento, que se percibió a un Don Omar ronco y con alguna dificultad para hablar.
Aún quedan tres funciones para defenderse en el escenario de los golpes vocales del intérprete de “Llegaron a la disco”, pero a juzgar por el show de anoche, el ganador fue Daddy Yankee, y por nocaut.