La ilusión por cantar trova comenzó cuando estaba en kínder. A sus 8 años se muestra convencida de querer conocer más sobre un género que no solo la une a sus raíces puertorriqueñas, sino que le permite lucirse sobre el escenario. La pequeña Abneris Hernández Rivera comparte cuánto se vive cantar décimas y, a la par, continuar aprendiendo para fortalecer su talento. De la mano del maestro Miguel Santiago Díaz ha tenido la oportunidad de aprender y ganar mayor seguridad para interactuar en tarima.

“Me gusta mucho la música”, confesó la niña con cierta timidez, la que desaparece cuando está frente a un público. De paso, la cantora natural de Comerío compartió que “me gusta cuando me aplauden”, y su anhelo de “aprender a tocar el güiro”.

Su madre, Maité Rivera, repasó con orgullo cómo Abneris se enamoró de la trova.

“Cuando estaba en kínder, la maestra había escrito unas décimas a Cayetano Coll y Toste en la semana de la literatura. Ella llegó bien motivada. Su papá (Abner) y yo quedamos sorprendidos. La llevé meses después a ver a los niños trovadores en el Festival Jíbaro Comerieño y ella nunca se movió de la tarima hasta que los niños terminaron. De ahí, hablamos con Miguel y comenzó en agosto de este año”.

Además de las clases, varias experiencias se han ido sumando a su pasión musical.

“Ha ido a la radio. Participó de un video que se estuvo en grabando en Comerío para la comunidad de Chicago. Siempre la están invitando y tomando en consideración”, agradeció Rivera.

Entre las experiencias más recientes se incluye su participación en el encuentro y concurso de trova juvenil realizado este mes por el Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) y el Municipio de Comerío.

Experiencias como estas mantienen motivado al director del Programa de Artes Escénicos Musicales del ICP, Marcos Carlos Cintrón, para continuar apoyando este tipo de iniciativas.

“Es la única forma de mantener viva la tradición y de rescatar la trova para las futuras generaciones. Si no impactamos a la juventud en este momento, no tiene futuro la trova. Es un pase, es un relevo de generación que hay que fomentar”, expresó.

“En el evento reciente que realizamos, salí muy motivado con lo que pasó ese día con los jóvenes”, dijo. “Ellos tienen mucho entusiasmo. De hecho, tienen un chat a nivel de la Isla de todos los trovadores juveniles, que quieren continuar participando en concursos, y ellos mismos me pidieron una reunión para ver si en los próximos concursos no solo ellos cantaban, sino que toquen los instrumentos del conjunto acompañante”, anunció.

Por otro lado, el cantante Luis Daniel Colón fue enfático en la intención de inculcar el amor por la patria a través de esta música y potenciar el talento desde la infancia.

“Por encima del folclor, por encima de la tradición, es la calidad de ser humano que se desarrolla en un niño. Buscamos tener un país lleno de seguridad, con una juventud y unos adultos que tengan compromiso de país”, manifestó convencido el artista.

Precisamente, desde temprana edad comenzó sus pasos en este género apadrinado por el fallecido cantautor Tony Croatto. “Tuve la oportunidad de crear la primera escuela de niños trovadores en Puerto Rico en el municipio de Trujillo Alto, a finales de los 90″, recordó.

Desde entonces, educar es parte de su compromiso.

“Cuando un niño se atreve a pararse en un escenario, estás creando un el líder, por eso tienes que darles las herramientas necesarias para que luzca como tal”, sostuvo.

Colón, además, quiso extender una exhortación a los padres. “No simplemente dejen a sus hijos dirigirse por el camino de la popularidad musical, sino que también los llevemos a espacios para que conozcan lo que es el folclor”.