Tras meses de ser diagnosticada con una extraña enfermedad, Celine Dion aseguró que si iba a volver a cantar otra vez, no solo lo quería llevarlo a cabo en un escenario importante, sino que lo iba hacer viendo la Torre Eiffel, y hoy, su sueño se hizo realidad.

La proclamada “Reina de las Power Ballads” volvió a conmover al mundo con su triunfal regreso musical en el cierre de la Ceremonia de Inauguración de los Juegos Olímpicos 2024 desde el icónico monumento en París.

La galardonada cantante alzó su voz nuevamente para interpretar el tema “Hymne A L’Amour” de la legendaria Edith Piaf, mientras lucía un ceñido vestido de gala con flecos plateados, que reflejaba el brillo de las llamas que salían del pebetero olímpico recién encendido.

La presentación de la intérprete de “My Heart Will Go On” se produce 18 meses despúes de que tuviera que cancelar su gira de conciertos en Norteamérica al ser diagnosticada con el Síndrome de la Persona Rígida, una enfermedad neurológica rara e incurable.

Según el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares, el Síndrome de la Persona Rígida, o Stiff-Person Syndrome en inglés, “se caracteriza por una rigidez muscular fluctuante en el tronco y las extremidades, y una mayor sensibilidad a estímulos como el ruido, el tacto y la angustia emocional, que pueden desencadenar espasmos musculares”.

No obstante, la canadiense aseguró en una entrevista televisiva de “Today Show” en junio que ella iba a regresar a una tarima a cantar “aunque tenga que arrastrarme, aunque tenga que hablar con las manos”.

“Mi voz será escuchada por primera vez, no solo porque tengo que hacerlo o porque lo necesito, es porque quiero, y lo extraño”, aseguró la estrella.

Incluso, Dion aseguró en una entrevista con Vogue Francia que, si ella iba a volver a levantar su voz pese al diagnóstico que recibió hace 18 meses, lo quería hacer frente al mismo monumento que pisó esta noche.