Ha estado en escenarios como los de Premios Billboard de la Música Latina, y de reconocidos programas de televisión como Jimmy Kimmel Live! y Live! With Kelly and Ryan. Su canción Te quiero Baby (I Love You, Baby), con Pitbull y Frankie Valli, supera las 23 millones de descargas en la suma de diversas plataformas digitales. Y este año formó parte de la amplia oferta artística del renombrado festival Calibash, en Las Vegas.

Para Chesca, estos logros apuntan a la confirmación de que dedicarse a cantar es la decisión correcta. Pero también, a su determinación por dedicar tiempo y esfuerzo en su meta por conectar con el público y cosechar la cúspide del triunfo que anhela.

El camino no ha sido fácil para la puertorriqueña criada en Ponce, no solo por abrirse paso en una industria donde la competencia sobra, sino por desafíos que incluyen el accidente grave que sufrió a sus 11 años, que además de afectarla en un plano físico, le provocó recaídas emocionales que atentaron contra su enfoque en la música e, incluso, a la voluntad de vivir.

“La música, literalmente, me salvó la vida”, confesó pensativa al rememorar la traumática experiencia de la que ha hablado con transparencia en diversas ocasiones, y de la que tiene el compromiso de rememorar para llevar una historia de perseverancia. El incidente ocurrió en su niñez, un 5 de mayo, cuando, de paseo con su padre en un bote, su cabello quedó enredado en la hélice del motor. Como secuela, perdió el 70 por ciento de su cuero cabelludo, y hasta sus 20 años, fue sometida a 17 cirugías reconstructivas.

“Yo era una niña inocente que estaba viviendo la vida feliz en esos momentos. No entendía el por qué me había pasado eso”, expresó pensativa sobre el incidente que se dio cuando comenzaba a ganar experiencia al cantar covers con su padre y su banda. “Fue algo muy trágico en mi vida, pero en la medida que pasan los años, yo sentía que era muy importante para mí, especialmente entrando en la música y esta industria, poder compartir la historia porque es de superación”.

Durante el proceso, continuó cantando con su padre. “Yo podía crear personajes, dentro de la desgracia que me había pasado, y podía cubrir y disimular con estos disfraces que me ponía entonces. La gente se creía que era parte del show”, explicó Franchesca Ramírez Bravo sobre el uso de pelucas. Pero ser objeto de burlas se añadió a la carga para recuperarse en el proceso.

“Estuve al borde del suicidio a los 14 años porque pasé por bullying y por cosas muy feas. Es algo importante para mí hablar de eso por todas estas personas que están pasando por el bullying, y más ahora cuando las redes están más en tu cara y hay tanta presión para los jóvenes. Siento que es importante que vean mi historia y que se motiven a que ‘si esa muchacha pudo salir de eso y ha hecho todo lo que ha hecho, estoy por buen camino’”. Cultivar el amor propio y restar credibilidad a comentarios dirigidos a minimizar su valía personal, fue determinante para ir sanando.

La también bailarina se mudó a Los Ángeles, California, a sus 21 años como parte de su meta por prepararse mejor, entre otros motivos. “Quería escapar de lo que me estaba pasando porque yo hasta los 20 años estuve sometida a cirugías, a tratamiento reconstructivo. Fue bien larga la recuperación”.

Durante el tiempo que vivió allá, cantó covers en diversos shows. “Un agente de China me dice ‘me encantaría que presentaras esto mismo que estoy viendo aquí, en China”, compartió sobre la experiencia que la llevó al país asiático, y que se añade a los logros que iba cosechando. Pero su estadía en Los Ángeles duró pocos años, al extrañar el calor por su tierra natal.

Aunque en 2018 lanzó Azúcar, compartió que a nivel profesional su carrera comenzó en 2019 con el lanzamiento del tema Deja de hablar, que grabó con Jon Z. Arcángel la acompañó luego para Cara de ángel. A su lista, se incluyen De La Ghetto, Grupo Firme y Nio García. Dentro de sus oportunidades, figura su participación el año pasado en los actos de antesala a la toma de posesión del ahora presidente de Estados Unidos, Joe Biden, con su versión en español del tema The Change, de la famosa compositora Diane Warren.

Si bien se inclina por el género urbano, dejó establecido que disfruta experimentar en otros ritmos como pop, balada, regional mexicano y música electrónica, entre otros.

“Pitbull fue la primera persona que me dio una oportunidad grande. Ya tenemos cuatro temas juntos. Es como un hermano para mí. Siempre que tengo algún percance o alguna duda o me siento confundida o frustrada, él es la persona que llamo y agarra el teléfono inmediatamente”,. De La Ghetto también se ha convertido en un hermano”, valoró sobre el apoyo de los intérpretes urbanos.

En la actualidad, la cantautora promueve Activa, un tema de reguetón que obedece a una de las líneas temáticas de sus canciones. “Es un tema de empoderamiento femenino. Los que conocen un poco de mi música saben que yo siempre estoy defendiendo a las mujeres, que soy empoderada y me gusta inspirar a las mujeres. Mis temas también hablan de despecho, de estar mejor soltera, sola, que en una relación tóxica”.

Uno de los aspectos que disfrutó de la canción fue la colaboración de Villano Antillano y Corina Smith. “He establecido ya una relación muy bonita, de amistad con Corina y Villana. Todas pensamos igual. Aparte de eso, siento que hay demasiado espacio para mujeres talentosas. No siento esa presión ni que estoy en una competencia”, resaltó la intérprete, quien se presentará el próximo 11 de diciembre en el festival LA3C en Los Ángeles.