Por haber jugado baloncesto profesional y competido al más alto nivel posible tanto en el concurso de unas Olimpiadas como en la NBA, Carlos Arroyo no es el típico exponente de música urbana que podría encontrar frustraciones y desilusiones al tratar de echar adelante una carrera musical en tiempos de pandemia.

“Los artistas viven de sacar números y de hacer presentaciones en las discotecas. Y a esos niveles se llegan al poder pegar un número, lo que usualmente sucede cuando la música corre a través de grupos, en jangueos, en ambientes donde la gente se une y un ritmo o una lírica los atrapa y se pega”, analiza Arroyo, quien ha visto afectada una serie de estrategias que tenía planificada para este año en busca de establecer su carrera como exponente urbano.

De hecho, en el verano que ya casi termina, Arroyo tenía planes de hacer sus primeras apariciones públicas. Una de ellas iba a ser en Puerto Rico, en un concierto de Zion y Lennox en la que iban a interpretar el número Baila reguetón. También tenía una invitación de Farruko para una presentación en Miami.

“Así que mi última presentación pública al momento es un show de rap y baile que hice en un talent show en la escuela superior. Mi aliada en aquella actuación fue Angelique Burgos, la Burbu. Hicimos el talent show juntos”, reveló Arroyo, quien dice existe una grabación de dicha presentación grabada en VHS y que definitivamente algún día tiene que digitalizar y sacar a la luz pública la actuación de cuando ambos la  presentadora de televisión y radio y él aún no habían alcanzado la fama.

Ahora bien, acostumbrado a enfrentar retos y tener que lidiar con controlar emociones como cuando veía a su equipo caer atrás en una serie, Arroyo no se desespera porque sus planes de este verano estén detenidos. Sobre todo cuando es consciente que lo que ha afectado esos planes es una pandemia mundial que ha afectado a más de 24 millones de personas a nivel mundial y cobrado la vida de sobre 822,000 personas.

“Seguimos pacientes. Protegiéndonos y tratando de ponernos lo más creativos posibles”, precisa.

El resultado de un poco de eso, de paso, es una nueva colaboración que lanzará este viernes junto a Farruko. Se trata de un tema que tituló Aruba y que considera una apuesta bien tropical y contagiosa que espera sea del agrado de muchos.

“Preparamos un vídeo diferente, frente a un ‘green screen’ porque en estos tiempos no se puede hacer nada en ambientes abiertos. Pero quedó una cosa bien hecha”, apuntó.

Arroyo, firmado por la disquera y distribuidora Rimas Entertainment, de Noah Assad, quien maneja la carrera de Bad Bunny, entre otros exponentes, por lo tanto, espera a que los tiempos mejoren para hacer su esperado debut. Y mientras aguarda, espera que Aruba haga a muchos ansiar el verle sobre una tarima.