Bryan Scott sufre la pérdida de un amor con “Una sonrisa muerta”
El exponente urbano promueve el EP “El Fenómeno” y habla de sus aspiraciones en la música.
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Adentrarse en historias cotidianas para expresarlas a través de la música es prioritario para el intérprete emergente Bryan Scott en sus planes para ganar un sitial en el panorama artístico. El baloncesto fue una de las primeras oportunidades que tocó a su puerta en el proceso de decidir qué camino seguiría en su rumbo profesional. Incuso, delineó la ruta para estudiar en la universidad. Pero incursionar con sus rimas en el género urbano fue ganando terreno por encima de cualquier otra aspiración.
“(El baloncesto) era mi sueño, pero me aferré más a la música”, reveló Bryan Scott Santiago Ocasio, quien estrenó recientemente su EP “El Fenómeno”.
“Me iba superbién. Estaba becado en varias universidades aquí en Puerto Rico, en la UPR de Utuado y en la Inter de Arecibo. Empecé, pero no lo terminé”, prosiguió con cierta timidez. “Terminé mis estudios, pero el baloncesto lo dejé ‘stand by’ (en espera)”, agregó el intérprete natural de Arecibo, de 24 años y cuyo nombre obedece a la admiración de su padre por los legendarios exjugadores Kobe Bryant y Scottie Pippen.
Sus días en la universidad culminaron con su grado en horticultura y pecuaria en el recinto de Utuado. “Me encanta porque desde chamaquito, papi siempre ha tenido animales y le gusta sembrar. Fue lo que me inculcaron en casa”, afirmó orgulloso, y confesó su devoción por los ocho perros de su hogar. “El amor por los animales es algo primordial en mí”, aseguró mientras recordaba a un pitbull cuyo amor lo marcó desde infancia.
Pero el empeño por darse a conocer en una faceta artística prevaleció. “La música me viene a gustar desde la escuela, cuando estaba en noveno grado, que salió Freestyle Mania, pero era en Facebook. Desde ahí fue que empezó la pasión por la música”.
El EP “El Fenómeno”, de siete temas, resume parte de los ritmos que disfruta. “Hay reguetón, R&B, hay trap. Me encanta cualquier tipo de música. Quiero explorar muchos géneros. Esa es la meta”.
El sencillo en promoción, “Una sonrisa muerta”, cuenta con los veteranos del género Ken-Y y Divino. “Ese tema me lo presentaron. Me enamoré cuando lo vi. Me encantó demasiado y lo creamos, pero sentía que le hacía falta algo”.
De ahí surgió la idea de incluir versos de clásicos como “Down” (RKM y Ken-Y) y “Pobre corazón” (Divino). “La intención era traer algo nuevo, como de antes, pero modernizado”, expuso al añadir que contar con la voz de ambos intérpretes lo ve como una experiencia valiosa. “Los admiro demasiado. A Ken-Y lo admiro desde chiquito, para los tiempos 2009, 2010, que se escuchaba la canción de ‘Down’ ”.
La nostalgia de recordar una relación pasada pesa en la historia de la canción. “Es un tema que mucha gente se va a identificar con él. Es una situación que todo el mundo pasa y por eso es que trajimos este tema”, afirmó, y reveló cómo ha superado experiencias de desamor. “La música es una terapia. Cualquier situación que me pasa voy al estudio y creo música”.
El exponente urbano y empresario Wisin es otra de las figuras destacadas que colabora en esta producción discográfica, en el tema “Pa’ comernos”. “Me dejé llevar de Wisin mucho. Él sabe que soy un chamaco, que estoy empezando, y en verdad me encantó trabajar con él. Es un tipo que te inspira a hacer mucho. Tú lo ves y es una persona superhumilde, y darme la oportunidad, a un chamaquito empezando... Me escuchó, le encantó y me trató bien”.
El EP incluye los temas “Fulanito de tal”, “Febrero”, “Pase lo que pase”, “Tus redes me atraparon” y “Tú cuerpo”.
Está claro que aferrarse al esfuerzo, a la dedicación y la paciencia será clave en una faceta de mucha competencia. Pero apuesta a su empeño para salir adelante y sobresalir. “(Quiero) hacer música buena y dejar una huella de todo el trabajo que estamos haciendo”.
Por otro lado, el intérprete abordó la fascinación por los tatuajes, que comenzó en su adolescencia. Tenía 15 años cuando se sometió al primer diseño. “Era el nombre de mi mamá (Maribel). Ahí es cuando empiezo”, rememoró sobre la palabra que se lee en una de sus piernas. “Se molestó, pero le gustó que era el nombre de ella”. De paso, compartió que uno de sus favoritos se relaciona con una reflexión que afirma el orgullo por sus padres. “(También) las manos de Jesús con la paloma. Soy una persona bien creyente. Y el otro es mi corazón con una curita (vendaje adhesivo), una relación que sané”.