Tampa.- La primera parte de la 43 edición del Super Bowl entre los Cardenales de Arizona y los Acereros de Pittsburgh concluyó de manera frustrante y con una jugada de récord, pero nada habitual en el fútbol americano.

Entonces el rockero Bruce Springsteen, que no sabe nada del fútbol americano, pero sí es un maestro de la música de los viejos tiempos, fue la figura en el espectáculo artístico del tradicional descanso con una actuación soberbia y espectacular.

El "Boss", durante su presentación de 15 minutos en el medio tiempo del Super Bowl 43, no defraudó a nadie.

Springsteen subió al escenario vestido con su tradicional camisa y pantalón negro, para presentar cuatro canciones. Una, la última, es la que da título a su más reciente álbum: "Working on a Dream" (Construyendo un sueño) y con la que apoyó al nuevo presidente estadounidense Barack Obama.

Los productores decidieron montar un escenario muy de acuerdo al evento, en el que incluso un personaje simulando ser un árbitro de fútbol, expulsaba al cantante.

Springsteen, como es su costumbre en sus presentaciones, cantó también "Born to Run in U.S.A.", que fue muy aplaudida por los presentes, al igual que "The Glory".

"¿Es un buen año, no?" había preguntado Springsteen en su primera conferencia de prensa en más de 20 años, cuando se presentó para informar de su participación en el ya clásico evento musical del medio tiempo.

El cantante, que no se había presentado en un foro de prensa tan grande desde la conferencia que brindó en 1987 para Amnistía Internacional, se refería a que su canción "The Wrestler" (El Luchador), tema de la película del mismo nombre, ganó el premio Golden Globe hace un mes.

También a su presentación en el National Mall en honor al presidente Barak Obama, dos días antes de que éste asumiera el cargo; al lanzamiento el martes de su más reciente disco, "Working on a Dream," (Construyendo un Sueño), y a su gira que inicia el 1 de abril en San José, California.

Así que sus 15 minutos en el Super Bowl, que reafirman el relanzamiento de su carrera, le supieron a bendición y reivindicación política con la elección Obama, al que apoyó abiertamente después de los ocho años de criticar la gestión del ex presidente George Bush.

Y ahí estaba "The Boss" Springsteen, a sus 59 años, desconocedor total del fútbol americano, pero sabiendo perfectamente que éste le serviría de buena plataforma para su carrera musical. "Mi banda sigue incendiando, y yo quería que la gente se enterara de mi nuevo disco", dijo.

Al final de su presentación, un Springsteen que simulaba ser rebelde, dijo que él se iría a Disneylandia, mientras que su esposa debía ir a dormir.

El año pasado se presentaron Tom Petty & the Heartbreakers, y la semana posterior al Super Bowl las ventas del grupo se incrementaron 196 por ciento.

Springsteen y su grupo The Street Band fueron escuchados y aplaudidos, y su presentación no tuvo sobresaltos.

Pero aun cuando los organizadores del Super Bowl continúen esforzándose en controlar problemas, retrasando durante algunos segundos la imagen en vivo, en caso de que sucedan, el evento de medio tiempo más comentado y recordado es precisamente el que quieren olvidar, el de Janet Jackson, en el 2004, en Houston.

Jackson mostró un seno durante la transmisión en vivo, lo cual obligó a la cadena CBS a pagar una multa de $550,000 a la Comisión Federal de Comunicaciones, por lo que calificaron de "indecencia".

Después de Jackson se han presentado Paul McCartney, los Rolling Stones, Tom Petty & the Heartbreakers y ahora Springsteen. Y cada año la gente disfruta las bandas de música, pero cada año también recuerdan a Jackson.