La mujer de la voz ronca apareció en la tarima caminando lentamente hacia el micrófono que la esperaba en el centro. Traía suelto su largo y lacio cabello oscuro. Llevaba puesto un chaleco púrpura que le hacía ver como una extraña y misteriosa hechicera. Quizás lo era. Quizás siempre lo ha sido. Y es que la música de Ana Gabriel es como un gran conjuro del amor más potente y desgarrador que jamás haya existido.

El jueves, la mexicana se presentó ante una casa llena en el Coliseo de Puerto Rico, después de una larga ausencia. La artista explicó que ansiaba regresar a la isla y que llevaba algún tiempo esperando a que se diera una oportunidad que llegó, precisamente, como parte de su gira más reciente. “No puede ser que ya no vaya a volver a Puerto Rico, si es la isla del encanto”, dijo haber pensado, mientras confesó que contaba los días cuando finalmente se anunció una fecha.

“Espero convencerlos una vez más de que vale la pena que vengan a divertirse, que dejen sus penas afuera para compartir, cantar, llorar y pasarla bien juntos”, expresó.

El concierto inició con la interpretación de temas como “Esta noche”, “Soy como quise ser” y un medley de éxitos como “No sabes”, “Evidencias” y “Mar y arena”, y continuó con “Destino”.

Un momento especial en la noche se dio cuando la cantante compartió la historia detrás de un tema muy especial para ella. Rememoró, entonces, que poco después de la muerte de su madre, durante una presentación previo a cantar, sintió su presencia. “Sentí que me estaba dando el valor para seguir adelante, y por eso yo le dedico esta canción a la mujer que más he amado en la vida: mi mamá”, compartió antes de dar voz a los primeros versos de “Y aquí estoy”.

Se expresó agradecida con su público en ese momento, por el arraigo con que han abrazado su música por décadas. “Ustedes siguen siendo fieles a estas canciones”, dijo, antes de cantar otro medley que incluyó “Talismán” y “Tú lo decidiste”.

Durante todo el concierto, los presentes reaccionaron con gran emoción y unieron sus voces a la intérprete durante los ya icónicos temas de amor y desamor que han definido su carrera como “A pesar de todos”, “Cómo olvidar” y “Huelo a soledad”.

“Les tengo una pregunta: ¿aquí en Puerto Rico les gusta la canción ‘Hechizo’?”, cuestionó antes de cantar el famoso tema. La respuesta del público fue un contundente sí entre gritos y aplausos.

Ana Gabriel mostró gran energía durante toda la presentación, en la que fue acompañada por una banda de músicos en vivo que incluyó a un gran grupo de mariachi puertorriqueño que brilló muy especialmente durante temas como “La reina”, “Vámonos” y “Me equivoqué contigo”.

“El cigarrillo”, otro éxito, generó gran furor y provocó que los miles presentes ahogaran la propia voz de la artista al unirse a cantar con ella. Una situación similar se dio con las canciones “Es demasiado tarde” y “Pacto de amor”.

Durante el concierto, la tarima contó con un montaje de luces sencillo y una serie de pantallas que proyectaban imágenes y paisajes que iban a tono con cada tema interpretado.

Otro gran momento en la noche fue la presentación de “Quién como tú”, una canción que ha trascendido generaciones y se ha convertido en una de las más reconocidas y esperadas del gran y variado repertorio de Ana Gabriel. La cantante también rindió su versión de “Hasta que te conocí”, un tema popularizado por su compatriota Juan Gabriel, y continuó a través de la noche con “No me digas”.

La hermosa letra de “Luna” retumbó en el “Choli” después, también generando gran emoción. “Espero poder tener la oportunidad de venir a Puerto Rico de vacaciones. Deseo conocerlo, deseo conocer la calidez de su gente”, dijo durante una breve intervención en el tema “No te hago falta”. Los temas “Ay amor” y “Solo quiero ser amada” vinieron justo después.

Dentro de esta impresionante selección musical, fue notable la espera del tema definitorio en la carrera de Ana Gabriel. Son pocas las canciones que alcanzan un nivel de popularidad y fama que las hace legendarias. Son esas canciones que todo el mundo se sabe, las que se cantan mientras se está en la casa o en karaokes, las que nos acompañan en momentos felices y difíciles. No fue una sorpresa, entonces, que la cantante cerrara su concierto interpretando “Simplemente amigos”.

“Yo vine a dejarles el corazón lleno de amor. Gracias por unir sus voces a la mía”, expresó ante un público más que satisfecho.