“Tengo paz ahora”. 

Ha recibido las burlas y el rechazo de algunos, pero el intérprete urbano Alejandro Mosqueda Paz, conocido como Almighty por su trayectoria en el género urbano, siente la satisfacción de su conversión al cristianismo. 

“Yo estaba viviendo por vivir. Yo estaba muerto. No tenía un propósito en la vida”, manifestó pensativo el artista. “Estuve mucho tiempo usando droga, fumando marihuana, tomando muchas pastillas, todo para sentirme bien, para tratar de buscar no sé qué”, confesó. “Hay un espacio en el corazón que solamente lo llena tu Creador, el que te hizo. Mientras tú no estás con Dios, uno no puede ser feliz porque no estás claro de lo que quieres. Estás viviendo en las tinieblas”, manifestó el artista, quien aclara que el espectáculo que ofrecerá el próximo 21 de septiembre, en el Centro de Convenciones de Puerto Rico, en San Juan, será un evento que marcará el fin de una etapa, con el propósito de decirle adiós al nombre con el que se dio a conocer. Por eso, el repertorio estará compuesto, en su mayoría, de los temas de trap desde el comienzo de su carrera, que incluyen sencillos como Esclava y Panda. 

A nivel profesional, lo llena de ilusión presentarse en uno de los principales escenarios del País. “En mi carrera nunca he hecho un concierto masivo en Puerto Rico. He hecho conciertos grandes en otros países, pero en Puerto Rico es la última oportunidad que tengo de compartir con el público que ha apoyado toda mi carrera, y de cantar mis éxitos desde que empezó, hasta el día de hoy”. 

Durante su presentación, aprovechará “también para darles un mensaje al público sobre  Dios, sobre la salvación, y cantar las canciones cristianas que he sacado”. 

Alejandro compartió que, dentro de todo, le resulta inevitable sentir un conflicto interno respecto al espectáculo que realizará, y que contará con invitados como Alex Rose y Anonimus, y otros “que serán una sorpresa”. 

“No me siento del todo bien”, dijo.  Sin embargo, no reniega de su pasado. Al contrario, le parece que fue necesario para una comprensión mayor hacia quienes han pasado dificultades similares a las de él. 

“Pienso que toda esta carrera que yo tuve, y todas las cosas por las que he pasado, fueron partes de ese plan, porque si yo no hubiera pasado por todo eso, yo no hubiera tenido acceso tampoco al público que tengo ahora para poder predicar la palabra a todas esas personas que tengo ahora”, agregó Alejando, quien trabaja en su producción discográfica Genelipsis. 

“Tiros pa’l diablo”

El trapero es consciente de la frase que se popularizó cuando dio a conocer su conversión al evangelio. También, de las burlas de las que ha sido objeto. 

“Eso fue una frase que usamos por un momento. Mi pastor usa esa frase. Hay mucha gente del evangelio que no le gusta esa frase, pero cada movida que nosotros hagamos a favor de Dios, viene siendo un tiro para el diablo, como quien dice”, explicó. 

A su vez, el artista urbano señaló que prefiere ignorar a quienes se mofan de su conversión. “Blasfemaban mucho contra Cristo, y yo no soy nada. Yo soy un siervo inútil. Que hablen de mí no significa nada”.

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