Si Rubén Blades es hoy la figura que es en el mundo de la salsa en gran parte se lo debe a José "Cheo" Feliciano, así lo declaró el panameño que, pese a su cargada agenda de eventos profesionales y situaciones familiares, llegó a suelo boricua el pasado viernes en la noche para despedirse de su gran amigo.

El viaje fue breve. Hoy mismo al mediodía debía regresar a su residencia, en donde su esposa atiende la enfermedad de su padre. Además, comienza el miércoles una gira musical de tres semanas. A pesar de esto no podía faltar para decir hasta luego.

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"No podía dejar de estar aquí. Me alegró haberlo visto. No voy a poder ir al sepelio de Gabo (García Márquez) pero aquí sí, no había forma de que no", subrayó Blades.

Con un hablar pausado y voz suave, Blades recordó la influencia de Feliciano en su carrera. Ese influir en términos profesionales que se desarrolló y terminó en lazos de hermandad que ni la muerte pudo romper.

"Cheo es una persona que tuvo mucha influencia en mi vida en muchas cosas, incluso en la cuestión de la música. Cuando yo empecé a cantar y eso fue en gran parte motivado por él, porque cuando lo escuché me gustó lo que oí. Fue una de las cosas que me sacó de la dirección que yo estaba en ese tiempo que era el rock. Me fui con este género (salsa) por él, entre otras cosas. Fue una de las mayores influencias", agregó Blades en un aparte con este medio parado frente al mural que se pintó en memoria de Feliciano en el Coliseo Roberto Clemente en donde se celebran las exequias fúnebres del artista.

Blades indicó que vivir la enfermedad de su madre por un año, tiempo en el que cuenta tuvo la oportunidad de dialogar con su progenitora de muchos temas, incluyendo la muerte, lo llevó a entender este proceso como una etapa más. Por eso hoy, a pesar de lo difícil del momento, se mantuvo gran parte del tiempo inquebrantable.

"Yo no lo veo como un último adiós. Yo no voy a sobre dramatizar el asunto. La muerte es algo que nos acompaña. Eso no es una cuestión extraña lo que pasa es que es muy difícil aceptar las ausencias físicas", dijo.

"Lo que trato es de no darle a la muerte tanta importancia en el sentido de que no es el final de nada, simplemente señala el inicio de una etapa distinta. A pesar de que por supuesto te duele no tener acceso físico a la persona, pero el trabajo de Cheo todo eso sigue vivo. Eso no termina, no se va. Así que no lo veo como un final, simplemente una etapa nueva que se abre", reiteró la voz de Maestra Vida.

No obstante, aunque intenta darle un sentido de continuidad no física a la muerte, acepta que los últimos días han sido de horror. Narró que todavía se encontraba en el proceso de analizar y aceptar la partida de Feliciano cuando recibió la noticia de la muerte del novelista Gabriel García Márquez.

"El jueves fue un día horroroso porque también muere García Márquez. Yo estaba tratando de asumir lo de Cheo, pensando cuándo fue que hablé con él la última vez, de qué hablamos, qué era lo que íbamos a hacer. Todas esas cosas", recordó.

Y entonces el temple mantenido se cayó y los sentimientos lo inundaron. No pudo evitar sollozar.

"Fueron dos cascarasos uno detrás del otro", aseguró. "Por alguna razón ocurren estas cosas, yo no tengo explicación. Hay gente buena que se va y gente mala que se queda y uno no sabe por qué. A mí me impacta, (solloza) pero eso es lo que es y ya", comentó con voz entrecortada.

Al entierro del lunes no podrá asistir, más el panameño se comprometió con la viuda del artista Socorro "Cocó" Prieto León en acompañarla el día que muevan los restos de Feliciano al Panteón de los Próceres Román Baldorioty de Castro en Ponce.

"Le dije a Cocó que ese día voy a estar ahí", dijo.

Feliciano falleció en la madrugada del Jueves Santo cuando estrelló su auto Jaguar contra un poste del tendido eléctrico en la carretera 176 de Río Piedras. Estaba a pocos minutos de su casa en la urbanización Venus Gardens.


El cantautor llegó a la Isla para asistir al velatorio.