Luego de estar cinco meses alejada de sus redes sociales, Adele volvió a ser noticia al compartir en su cuenta de Instagram una fotografía suya junto a un mensaje de agradecimiento por su cumpleaños 32.

“Gracias por el cariño durante mi cumpleaños. Espero que estén seguros y sanos durante este periodo loco. Me gustaría dar las gracias a todos los trabajadores esenciales y que están en primera línea por mantenernos a salvo mientras arriesgan sus vidas. Son realmente nuestros ángeles”, escribió la cantante cuya imagen fue lo que realmente llamó la atención de sus seguidores.

En esta, la intérprete de “Hello” lucía irreconocible debido a una baja considerable de peso, el mismo que había ido perdiendo a lo largo del último año.

Antes de este anuncio, en febrero pasado, durante una actuación privada en la boda de una amiga, Adele animó a los presentes a estar atentos a su próximo trabajo que llegaría a finales del 2020. ¿El título del álbum? “30”.

Este renacer de Adele no es automático sino que es el resultado de un proceso de cambio al que la cantante decidió someterse desde hace unos años, los mismos en que en palabras de ella, “su lado oscuro” representado por la depresión, su adicción al alcohol y al cigarrillo, así como sus continuas depresiones, incluida la postparto, casi hacen peligrar su vida y su carrera.

Un año atrás, el 5 de mayo de 2019, día en que Adele cumplía 31 años de edad, la británica escribía junto a una fotografía suya: “Los 30 me trataron muy duro, pero estoy haciendo todo lo posible para apoyarme en todo. No importa cuánto tiempo estemos aquí, la vida es constante y complicada a veces. He cambiado drásticamente en los últimos dos años y todavía estoy cambiando y eso está bien. 31 va a ser un gran año y voy a gastarlo todo en mi misma. Por primera vez en una década, estoy lista para sentir el mundo que me rodea y mirar por primera vez. Sé amable contigo mismo, solo somos humanos, ve despacio, baja el teléfono y ríete a carcajadas en cada oportunidad. Aprender REALMENTE amarte a ti mismo es eso, y me acabo de dar cuenta de que eso es más que suficiente. Eventualmente aprenderé a amarte mucho”.

Lo que deja atrás

En 2016, en una entrevista que rebotó Reuters, Adele reveló que sufrió de depresión posparto después del nacimiento de su hijo en 2012 y que había recibido terapia cuando era más joven por un estado al cual llamó su “lado muy oscuro”.

“Tuve una depresión posparto realmente grave después de tener a mi hijo, y me asustó... Mi conocimiento del posparto, o postparto, como lo llamamos en Inglaterra, es que no quieres estar con tu hijo; le preocupa que pueda lastimar a su hijo; te preocupa no estar haciendo un buen trabajo. Pero estaba obsesionada con mi hijo. Me sentí muy inadecuada. Sentí que había tomado la peor decisión de mi vida. Puede venir en muchas formas diferentes”, contó la cantante.

“Tengo un lado muy oscuro", agregó. “Estoy muy disponible para la depresión. Puedo entrar y salir fácilmente. Todo comenzó cuando murió mi abuelo, cuando tenía unos 10 años, y aunque nunca tuve un pensamiento suicida, he estado en terapia, mucho”, reveló Adele.

Para suerte de la cantante, esta sensación negativa no la sintió más tras terminada su depresión postparto.

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Su adicción al alcohol y al tabaco

Ese mismo año, Adele reveló detalles de su adicción al alcohol, la cual pudo dejar en 2009.

“Una vez me emborraché tanto que, cuando tuve que salir a escena, se me olvidaron las palabras de mis propias canciones. Fue la peor noche de mi vida”, relató. “Ahora tengo miedo a muchas cosas, porque no me quiero morir, quiero estar ahí para mi hijo”, agregó.

En 2011, el año en que vendió más de treinta millones de copias del álbum “21”, Adele se sometió a una cirugía a las cuerdas vocales tras sufrir una hemorragia que amenazaba su voz. ¿La razón? Adele fumaba cerca de 25 cigarros al día.

Pasada su cirugía, en una entrevista al diario “The Mirror”, la ganadora del Grammy relató: “Si hubiera seguido fumando, probablemente hubiera muerto como consecuencia de una enfermedad relacionada al consumo de cigarros, y eso es realmente malo”.

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Cannes/NRJ Music Awards

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Su divorcio y el cambio radical

En 2019, Adele anuncia su divorcio de Simon Konecki, su esposo desde 2016. Aunque no se han dado detalles del rompimiento, a partir de su separación, eran contadas las ocasiones en que veíamos a la cantante en público. Tiempo más tarde, contó a la prensa que separarse fue uno de los momentos más difíciles de su vida, y atravesó una depresión de la que le costó mucho salir.

Tras su divorcio de Konecki, la actitud de Adele frente a la vida cambió totalmente. En octubre de 2019 escribió en su cuenta de Instagram: “Antes prefería llorar, ahora elijo transpirar”, junto a una imagen suya donde se mostraba por primera vez bastante delgada. En ese momento se dijo que la cantante había perdido 70 kilos gracias a un plan de alimentación y ejercicios.

"Todo su enfoque durante este proceso de pérdida de peso ha sido ver cómo podía sentirse más sana y tratar mejor a su cuerpo. Nunca fue una cuestión de perder kilos, eso ha ocurrido porque cortó drásticamente el consumo de alcohol y está degustando más comida real. Pero también le encanta su transformación física. Está más confiada, se viste diferente y parece más feliz en general”, afirmaban entonces fuentes cercanas a la artista.

“Es una mujer nueva con todo su sentido del humor. Adora a sus amigos y se siente más confiada”.