A la cantante India le basta con comenzar a cantar para quedarse con el espacio donde se encuentre.

La fuerza vocal de la artista cautiva desde la primera nota, no importa el género que interprete, porque aunque su concierto “Trayectoria” fue una celebración de sus 30 años en la salsa, fue también su oportunidad para desplegar su versatilidad.

Pícara, coqueta, con una imagen elegante, refrescada, la Princesa de la Salsa abrió el segundo de sus conciertos en el Centro de Bellas Artes en Santurce de una forma muy distinta a lo que probablemente esperó la mayoría. Tras la proyección de una secuencia de imágenes de distintas etapas de la carrera, entre estas, una junto a la legendaria Guarachera de Cuba, Celia Cruz, a quien  reconoce como su madrina en el género salsero, inició con sus versiones de los clásicos musicales Dancing With Fire y Fever, apoyada por la dirección del maestro Isidro Infante, otros nueves músicos y tres coristas.

Los éxitos salseros que han dado vida a su historia musical comenzaron con Sedúceme, que ella bien aprovechó para improvisar y saludar al cantante Manny Manuel, quien se encontraba en el público y subió al escenario para acompañarla cantando. Esta ardiente combinación fue bien recibida por el público que no alcanzó a llenar la Sala de Festivales.

Qué ganas de no verte nunca más y Ese hombre antecedieron una sección de tangos. Previo a esta etapa del concierto, hubo una ausencia de la artista en el escenario que no estaba anunciada en el programa del concierto. En ese tiempo, un músico daba lo mejor de él en el acordeón mientras unos bailarines ofrecían sus mejores pasos de tango.

India reapareció minutos después, con una vestimenta propia del género de Gardel, para interpretar -y bailar a toda pasión- una versión tanguera del clásico de La Lupe, Qué te pedí.

Otra leyenda de la música popular latinoamericana apareció al fondo del escenario: Juan Gabriel, en un mensaje que le dedicó en un momento en que escribió una canción para ella.

“Gracias por cantar mis canciones India. Espero que te vaya divino, que te vaya mejor que a mí”, se despidió el Divo de Juárez, mientras la salsera regresaba al escenario, esta con un elegante vestido largo. Así cantó Ahora que te vas.

“Gracias por los años, gracias por tantas cosas que he vivido, buenas y malas, pero sigo aquí”, expresó.

Seguido aconsejó a los estudiantes de música a ir tras sus metas aun cuando otros le digan que están incorrectos.

Fue un placer conocerte, el tema con el que ella se unió al álbum de duetos que grabó Juan Gabriel poco antes de fallecer, fue una interpretación sencillamente hermosa. El sentimiento que le imparte a una letra de por sí emotiva hizo del momento uno de los admirados.

“¡Eres la mejor!”, le gritó un caballero desde la parte posterior de la sala.

Gracias a Dios fue igualmente especial.

India, motivada por Infante, le entregó el micrófono a un joven llamado Iván, que se encontraba en las primeras filas. Él, sin mucho rodeo, le pidió matrimonio a su pareja, consiguiendo un sí.

“Cocínale, plánchale, hazle el amor mi reina bella”, le recomendó la cantante.

Las sorpresas continuaron con la entrada de un casual Glenn Monroig (en chanclas) para cantar el tema Vivir lo nuestro, que originalmente grabó  Marc Anthony.

“Vine a cantar la canción esta que tú me invitaste a cantar”, expresó el músico y compositor.

El dúo complació. Ambas son voces fuertes, como lo requiere el tema, y lograron complementarse.

Con un cuarto cambio de vestuario, India dio para atrás en el repertorio para cantar Sola y Estúpida. La última la introdujo con un llamado a rechazar la violencia de género.

“Por favor mi gente bella díganle no a la violencia doméstica. Yo sobreviví algo fuerte y gracias a Dios no me tocó mi momento para irme y marcharme de esa manera, y estoy aquí gracias a la fe que le tuve a Dios, a mis amistades, a mí mamá que sufrió mucho con este dolor, a mi padre, que siempre me decía que nunca me deje pegar”, expresó emocionada.

Los temas con los que ha dado fuerza a las mujeres quedaron para el bloque de despedida. Me cansé de ser la otra, O ella o yo, Dicen que soy, Rumba, La gran tirana y Mi mayor venganza sellaron el recorrido por las tres décadas de vida artística de esta dueña y señora del escenario, que además vive orgullosa de ser fruto de esta isla.