Cuero duro es el de las pleneras, el de las tamboras, el de todos esos instrumentos de percusión que con cada repique le recuerdan al Caribe su verdad africana. Cuando a ese material se le golpea con firmeza, se le saca ritmo, baile, sabor.

Y como la familia Cepeda ve la vida a través de la música, cualquier ataque, menosprecio o tentativa de hacer invisible la bomba y la plena es una manera de hacerlas más rítmicas y sonoras.

En vez de quejarse de la reducción de un 30 a un 10 por ciento el total de fondos asignados para la contratación de artistas de bomba, plena, danza y trova en las actividades que son pagadas con fondos públicos, Modesto Cepeda y sus hijas, Brenda y Gladys Cepeda, han diversificado sus esfuerzos para difundir esos géneros musicales en Puerto Rico.

Fortalecer el ámbito educativo y establecer lazos con la comunidad dominicana de Puerto Rico son dos de los nortes actuales de la familia, que está a cargo del Centro Cultural de Bomba y Plena Dr. Modesto Cepeda Brenes, en la calle que lleva el nombre de su padre, Rafael Cepeda Atiles, en Villa Palmeras, San Juan.

“Esas enmiendas fueron un intento de pisotear nuestra cultura, nuestras tradiciones, pero eso hace que nosotros seamos más firmes en el compromiso que nos hemos planteado”, expresa a Primera Hora Modesto Cepeda.

Al resumir los logros que ha tenido la institución en 2011, el maestro de bomba y plena menciona que han logrado “abrir puentes” con la comunidad de Villa Palmeras y que, si bien la criminalidad ha ido en aumento en San Juan, también ha evidenciado el interés de niños y jóvenes en aprender los ritmos que los definen y les dan la “seguridad necesaria para luchar por ser mejores personas”.

Uno de estos niños es su nieto, Exan Ortiz Cepeda, de siete años de edad e hijo de Brenda. Haciendo alarde de sabiduría y elocuencia, el pequeño bailarín manifestó a este periódico su opinión acerca de la relación entre la música autóctona de raíces africanas y el bienestar emocional individual y social.

“Cuando bailamos juntos, nos unimos, hablamos, aprendemos a resolver lo que vamos a hacer juntos. ¡La bomba puertorriqueña es lo mejor que hay en el mundo!”, exclamó Exan.

Perspectiva africana

El nieto de Modesto Cepeda es uno de los estudiantes de los talleres denominados Kinder-bomba. Estos seminarios se ofrecen en el Centro, pero en 2011 se integraron a la Escuela Elemental de la Universidad de Puerto Rico(UPR), en Río Piedras, en un proceso que Brenda Cepeda espera que se extienda al sistema de educación pública del país.

Ésta es, de hecho, una de las metas principales de la familia para el 2012, confirmaron Modesto y Gladys Cepeda.

“Todo se dio natural. Como soy maestra, empezamos los talleres y el aprendizaje ha sido grandísimo. La meta es que cada escuela y cada universidad pueda decir que cuenta con su grupo folclórico”, narró Brenda Cepeda.

Al preguntársele su opinión sobre los cambios que ha hecho el Departamento de Educación este año a algunas festividades tradicionales, la instructora indicó que no les afectan, pues “todo está en cómo lo miremos”.

Para Brenda, es cuestión de “virar la tortilla”, una estrategia muy característica de todos los puertorriqueños, heredada del modo de ver la vida de los esclavos africanos.

“Si cambian la Semana de la Puertorriqueñidad por la Semana de los Estudios Sociales, pues nosotros entendemos que el cambio viene porque nos están alertando que todos los días son los días de la puertorriqueñidad, así que todos los días del año hay que celebrar algo distinto de la cultura puertorriqueña, y así lo hemos llevado a la práctica”, explicó Brenda Cepeda ante la mirada afirmativa de su padre, su hijo y su hermana.

Unión caribeña

Brenda y Gladys apuntaron, asimismo, que gran parte de los niños impactados por los talleres son dominicanos o de padres quisqueyanos.

“Nosotros acogimos su merengue y ellos están acogiendo nuestra bomba y plena. La vena africana es la misma y, mientras más unidos estamos, más fuertes seremos”, matizó Modesto Cepeda.

Para Brenda, fomentar el aprendizaje de cada uno de los ritmos es fundamental para fortalecer una identidad afroantillana. “Ese sentimiento de sentirse parte de Puerto Rico, y que nosotros nos sintamos parte de ellos, de ahí es que viene la fortaleza para evitar los abusos y los discrímenes”, destacó.

“Que no se metan con nosotros, porque, por más que intenten, vamos a seguir dando duro”, subrayó el folclorista.

Gladys exhortó a los interesados en matricularse en el Centro a llamar a los números (787) 667-3283 y (787) 594-1752.