Hay una frase muy conocida que dice: “Están los que tienen que estar”, que muy bien se ajustó hoy, domingo, a la boricua Vanessa de Roide, quien tuvo un tímido pero caluroso recibimiento en el aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín, en Carolina.

No obstante, el panorama cambió dramáticamente a su llegada a la plaza pública Rey Fernando en Carolina, su pueblo natal, donde cientos de personas aguardaron por la reina para celebrar junto con ella su victoria en la competencia Nuestra belleza latina de la cadena Univisión.

La beldad carolinense, ganadora de la sexta edición del programa, arribó hoy a Puerto Rico proveniente de Miami, Florida y, luego de pronunciarse agradecida por el respaldo obtenido en esa controvertible  competencia, abordó a toda prisa una carroza que la transportaría a la plaza pública de Carolina. Dicho vehículo fue el mismo que utilizó Miss Universe 2006, la puertorriqueña Zuleyka Rivera.

“Estoy muy contenta y agradecida al pueblo puertorriqueño”, expresó jubilosa De Roide al ser abordada por Primera Hora antes de subir  a la carroza.

“Nunca me di por vencida”, agregó a este diario la joven  al hacer referencia a la experiencia que tuvo  como primera finalista del certamen Miss Universe Puerto Rico el año pasado, del que resultó ganadora  Bodine Koehler Peña.

La llegada de la reina estaba programada a las 3:50 de la tarde y, aunque Vanessa pisó suelo boricua a tiempo, no fue hasta una hora y después que salió de una de las terminales de American Airlines, custodiada  por un contingente de policías estatales.

Llamó la atención el exagerado operativo de seguridad que contrarrestó grandemente con la escasez de público que aguardaba por ella en el aeropuerto, en su mayoría familiares.

De hecho, no le permitieron a la candidata expresarse ante los periodistas del país una vez cruzó la terminal al tiempo que la llevaban a toda prisa.

A simple vista, podía apreciarse que había más agentes de la Policía que espectadores en el recibimiento de la beldad carolinense. Entre los familiares que esperaban por la actual Nuestra Belleza Latina, se encontraban sus hermanos, su madre Wanda Toledo y su abuelo materno Ramón Luis Torres. También estuvo para recibir a la ganadora el alcalde de Carolina, José Aponte Dalmau, y su esposa Mabel López.


Tras salir del aeropuerto, Vanessa recorrió con la caravana las avenidas Los Gobernadores, Baldorioty de Castro, Campo Rico y 65 de Infantería.

Causa conmoción

 A lo largo del trayecto, personas de distintas edades que reconocían a De Roide en la calle la agasajaban, le tocaban bocina en señal de júbilo y celebración y, por supuesto, no faltaron algunos caballeros que aprovecharon la ocasión para exaltar su belleza.

Vanessa desfiló en la carroza junto con su promotor Joe Amhed y su mamá Wanda Toledo.

“Me tenían prohibido hablar con ella porque las tenían acuarteladas, pero siempre le enviaba vibras positivas y, antes de marcharse, simplemente le dije: ‘Vanessa, enfócate’”, contó doña Wanda en entrevista con Primera Hora.

“El pueblo de Carolina se siente sumamente orgulloso de nuestra gigante. Diez millones de personas vieron a la nuestra, a nuestra gigante. Gracias a Vanessa por representarnos dignamente”, pronunció por su parte el primer ejecutivo de Carolina, José Aponte Dalmau, al ser abordado por este diario.

Se forma el rumbón

Una vez en la plaza pública de “la Tierra de Gigantes” (como ha sido apodado el pueblo de Carolina), la beldad fue agasajada por el Alcalde, quien le entregó una proclama de felicitación  luego de la presentación de los Gigantes del Hip Hop, los Gigantes de la Bomba y el grupo Barreto y su Plena. Allí cientos de carolinenses la acompañaron para celebrar su triunfo a son de batucadas, comparsas, bomba y plena.

El fin de la fiesta estuvo a cargo nuevamente del grupo Barreto y su Plena, no sin antes subir al escenario los jóvenes del Taller Folclórico de la Escuela de Bellas Artes de Carolina.

Pide comer lechón

Tras concluir  el recibimiento en la plaza pública de Carolina, Vanessa se dirigiría a la Galería Los Gigantes (ubicada justamente frente a la plaza), donde degustaría lechón, como era su deseo.

“Ella mandó a decir que quería comer lechón. Parece que tenía ese antojo y nosotros la vamos a complacer”, reveló a Primera Hora Yadirka Adorno, Directora auxiliar de Relaciones Públicas del Municipio de Carolina.

Como parte de la caravana se avistaron un sinnúmero de tumbacocos, vehículos 4X4 descapotados, autos antiguos y hasta guaguas escolares alumbradas en su totalidad en la parte de afuera.

Vanessa de Roide, de 24 años de edad y nacida bajo el signo zodiacal Leo, fue una de las favoritas desde el principio de la sexta edición de Nuestra belleza latina gracias a su carisma, disciplina y habilidad para evadir las controversias o sacar provecho de éstas.

 Al ganar esa competencia, la reina obtendrá $250,000 y un contrato de un año con la cadena televisiva.

De Roide es la segunda puertorriqueña que obtiene el título de Nuestra Belleza Latina. La primera fue Melissa Marty en la segunda edición del programa, efectuada en 2008.