Valiente y profética Sinéad O’Connor
Sobrevivientes de abusos de sacerdotes recuerdan su protesta en SNL.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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En 1992, Sinéad O’Connor destruyó una fotografía del Papa Juan Pablo II en vivo en la televisión nacional de Estados Unidos. La protesta de la difunta cantautora irlandesa sobre el abuso sexual en la Iglesia Católica se convirtió en punto crítico que cambió su carrera.
Más de 30 años después, algunos recuerdan su actuación en “Saturday Night Live” y su fuerte choque entre la cultura popular y una declaración religiosa como un acto ofensivo de profanación. Pero para otros, incluidos los sobrevivientes de abuso sexual del clero, la protesta de O’Connor fue profética, pronosticó el ajuste de cuentas público a nivel mundial que, en ese momento, aún estaba por llegar. O’Connor falleció el miércoles a los 56 años.
La protesta en SNL sorprendió a David Clohessy, uno de los primeros miembros clave de la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual por Sacerdotes (SNAP por sus siglas en inglés). De unos 30 años en ese momento, Clohessy recientemente había dejado aflorar los recuerdos reprimidos del abuso que sufrió. Encontró el acto de O’Connor profundamente conmovedor. Era algo que él y otros sobrevivientes nunca creyeron posible.
Esa noche, O’Connor, con la cabeza rapada y mirando directamente a la cámara, estaba de pie sola entonando a capela “War” de Bob Marley. Tras entonar los versos finales “We know we will win/ We have confidence in the victory/of good over evil” (Sabemos que venceremos/Tenemos confianza en la victoria/del bien sobre el mal), puso frente a la cámara una fotografía del Papa Juan Pablo II.
Entonces O’Connor la hizo pedazos. Exclamó: “Combatamos al verdadero enemigo”, antes de tirar los pedazos de foto al suelo. Clohessy lo recuerda bien.
“Todos estábamos profundamente convencidos de que iríamos a nuestras tumbas sin ver ningún reconocimiento público del horror y sin ningún tipo de validación”, dijo Clohessy. “Eso es lo que hizo que sus palabras fueran tan poderosas”.
LAS PRIMERAS REACCIONES
La actuación de SNL horrorizó a Thomas Plante, un profesor de psicología católico en la Universidad de Santa Clara en California, y a su esposa, que es judía. Plante estaba muy al tanto del problema, pues estaba investigando, evaluando y tratando a los delincuentes sexuales clericales en ese momento.
“Es comprensible que la gente quiera hacer declaraciones fuertes sobre sus problemas con la Iglesia Católica, pero romper una foto del Papa en la televisión en vivo fue exagerado”, dijo Plante en un correo electrónico. “Muchas personas se sienten libres de ‘deshacerse de todo’ cuando se trata de críticas a la Iglesia Católica”.
También señaló la prevalencia del odio anticatólico, especialmente después del informe de 2002 del Boston Globe, que reveló abusos y encubrimientos generalizados por parte de la iglesia. Plante dijo que la crisis de abuso del clero fue horrible, pero la gente a menudo no reconoce que es un problema del siglo XX y antes; los casos son extremadamente raros en este siglo, dijo.
“Se ha avanzado mucho y las políticas y los procedimientos actuales están funcionando”, dijo.
El legado de un cuarto de siglo de Juan Pablo II —entonces Papa, ahora santo— se ha visto gravemente empañado por la evidencia de que se hizo de la vista larga ante los abusos, incluso cuando el Vaticano tenía casos abundantemente bien documentados e incluso cuando los obispos de Estados Unidos, que enfrentaban una responsabilidad legal cada vez mayor, rogaron al Vaticano por vías rápidas para expulsar a los abusadores en la década de 1980.
Los funcionarios del Vaticano han excusado durante mucho tiempo la actitud de Juan Pablo argumentando que había visto de primera mano cómo los sacerdotes en su Polonia natal fueron desacreditados intencionalmente con falsas acusaciones por parte de las autoridades comunistas y, por lo tanto, creían que cualquier acusación contra los clérigos eran meras “calumnias” destinadas a dañar a la iglesia.
O’Connor fue encontrada inconsciente en su casa en el sureste de Londres y declarada muerta en el lugar. Afligida por su fallecimiento, Brenna Moore, profesora de teología en la Universidad de Fordham en Nueva York y gran admiradora de O’Connor, la describió como “una especie de profeta de la verdad”.
“La sociedad, especialmente en el mundo de habla inglesa, está acostumbrada a que los hombres asuman este papel, dijo Moore, “pero cuando una mujer lo hace, se le acusa de estar loca y furiosa”. Moore, haciendo referencia a las memorias de O’Connor, dijo que la cantante era más que una rebelde con la cabeza rapada.
“Ella forma parte de un largo linaje de artistas y poetas que tienen una especie de habilidad punk rebelde para decirle la verdad al poder de una manera muy performativa”, dijo Moore. “Era una persona profundamente espiritual, una profunda buscadora de la trascendencia y la verdad”.
PARA ALGUNOS, EL ACTO FUE VALIENTE E INCLUSO SABIO
Jamie Manson, presidenta de la organización Catholics for Choice, quien era una adolescente que vivía en Long Island con su familia católica italiana tradicional en 1992; recordó lo horrorizados que estaban por la protesta de O’Connor. Pero Manson, que en ese momento sentía un llamado al sacerdocio, lo miró con más curiosidad.
Manson calificó a O’Connor como una visionaria, especialmente dado que ni la jerarquía católica irlandesa ni la estadounidense habían reconocido públicamente la omnipresencia del abuso sexual en el clero.
“No muchas personas que llamaríamos proféticas están dispuestas a arriesgarlo todo, y ella lo estaba. … Y como resultado perdió casi todo”, dijo Manson. “Da mucho, mucho miedo desafiar a la iglesia de una manera muy pública. Y se necesita una enorme valentía y voluntad para poder dejarlo todo”.
Clohessy también describió la protesta de 1992 como valiente: “Creo que los jóvenes no pueden saber, y las personas mayores hasta cierto punto lo han olvidado, cuán extraordinariamente poderosa era la jerarquía católica en esos días”.
Invocando una famosa cita de Martin Luther King Jr., Clohessy dijo que “el arco moral del universo se inclina hacia la justicia. Ella es prueba de eso. Y se dobla muy lentamente, y se dobla hacia atrás en el camino”.
El abogado Jeff Anderson, que ha representado a víctimas de abuso sexual del clero católico en numerosos casos en Estados Unidos, se sintió conectado con O’Connor en el momento de su aparición en SNL. En un comunicado, Anderson la llamó sabia y adelantada a su tiempo.
“Sinéad vio a los sacerdotes depredadores no como un ‘par de manzanas podridas’ sino como signos y pruebas de un sistema clerical profundamente corrupto y casi intocable”, dijo Anderson. “Le tomó mucho coraje ser una de esas primeras voces solitarias para aquellos sin voz”.
Michael McDonnell, director ejecutivo interino de SNAP, dijo que O’Connor “mostró la angustia de las víctimas del abuso del clero y parece como si supiera en 1992 los horrores que aún no habían sido revelados”.
“Al final de cuentas”, dijo, “ella alivió el dolor de decenas de miles de víctimas con la rebelión”.