Tremendo revolú con la bandera boricua en el nuevo restaurante de Julián Gil en Miami
El encargado de realizar la pintura fue Héctor Collazo, el artista que ha pintado la bandera de Puerto Rico en varios pueblos.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 años.
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La bandera boricua que pintaron en el nuevo restaurante de Julián Gil en Miami, La Placita, pudiera estar violando los códigos de preservación al estar en una zona etiquetada como histórica.
Gil, quien se unió al chef José Mendín en este nuevo proyecto, encargaron la pintura del edificio de tres pisos a Héctor Collazo, el muralista que ha pintado la bandera puertorriqueña en varios pueblos del País.
Sin embargo, es posible que tengan que devolver los colores originales al restaurante tras no pedir los permisos correctos, reveló el Miami Herald.
"Soy una gran fanática de los murales, y el arte callejero es increíble. Pero hay un lugar para eso y este no es un lugar para eso", le dijo al medio la propietaria Alisa Cepeda, presidenta de la Asociación MiMo Biscayne, compuesta por propietarios que asisten a las reuniones de la junta histórica y hacen recomendaciones para preservar el carácter histórico de la zona.
La Placita está ubicada en el 6789 de Biscayne Blvd, donde antes estuvo el restaurante Balans. Según publicaciones de Gil en su cuenta de Instagram, esta idea se estuvo cuajando por 20 años y “hoy es una realidad”. La pintura tuvo un costo de unos $25,000.
El restaurante, que tenía pautado abrir ayer, viernes, no pudo inaugurarse, según comunicó el chef en su cuenta de Instagram.
El CEO de La Placita, Joey Cancel, le dijo al Miami Herald que cuando ellos pidieron permiso para realizar el mural la Policía de Miami nunca les comunicaron que estarían violando alguna otra ordenanza.
Es más, Cancel sostiene que el edificio no debe ser catalogado como histórico pues fue construido en 2009 y no cuenta con los cánones arquitectónicos de MiMo.
No obstante, los miembros de la Junta de Preservación Histórica y Ambiental le dijeron al medio que, antes del permiso a la Policía, tenían que presentarles la idea a ellos.
Ambos bandos están dispuestos a llegar a un acuerdo para el bienestar de todos.
“No queremos violar la ley… Lo que espero es que pueda haber un término medio, algo que funcione para todos", sostuvo Cancel.
Mientras Cepeda afirmó que solo quieren “preservar la identidad histórica del vecindario… Estoy segura de que podemos llegar a algún tipo de compromiso en el q ue todos estén contentos".