Probablemente sean muy pocos en Puerto Rico los que recuerden una canción de Jenni Rivera porque la llamada “Diva de la Banda” no sonaba en la radio local. Pero su nombre sí es reconocido, mayormente por los escándalos que rodearon su vida y que constantemente aparecían en los programas de farándula por televisión.

Vida que ayer tuvo un trágico final cuando se estrelló el avión privado en el que viajaba la cantante mexico-estadounidense junto con seis personas más, que no sobrevivieron al choque.

“La información que tenemos es esa: no hay un solo sobreviviente”, dijo anoche a la cadena Televisa el director general de Aeronáutica Civil, Alejandro Argudín. El alto funcionario mexicano explicó que la aeronave fue hallada en el rancho conocido como El Tejocote, en la comunidad conocida como La Colorada, del municipio de Iturbide, en el norteño estado de Nuevo León.

La aeronave, modelo Learjet, quedó “destrozada, totalmente fragmentada” y sus restos esparcidos por una zona de “250 o 300 metros cuadrados”. “Estamos iniciando el protocolo de recolección de las piezas, de los fragmentos que quedaron en la zona, que es muy complicada, muy amplia”, agregó Argudín.

En la avioneta, que pertenecía a la empresa estadounidense Starwood Management, iban Arturo Rivera, representante de la artista; su abogado, Mario Macías; el maquillista Jacob Llenares, una persona más identificada como Gerardo N. y los pilotos Miguel Pérez y Alejandro Torres.

El avión salió del aeropuerto internacional de Monterrey a las 3:15, hora local, y tenía como destino el aeropuerto de Toluca, pero se perdió contacto a una distancia de 61.8 millas de Monterrey.

La noche del sábado, Jenni Rivera ofreció un multitudinario concierto en la Arena Monterrey, tras lo cual abordó el avión en el que perdió la vida. En ese lugar ofreció su última entrevista, en la que se mostró feliz y contenta con su momento artístico: “Yo tengo hijos, nietos, padres, hermanas, un público que me espera. Quizás esté tratando de alejar los problemas y enfocarme en lo positivo. Es lo mejor que yo puedo hacer”, apuntó.

Rivera era considerada una de las artistas femeninas más importantes de la música regional mexicana, que ha vendido más de 22 millones de discos y recibido seis premios Billboard a la música latina y tres premios Lo Nuestro. También se destacó por su vocación comunitaria como portavoz de la Coalición Nacional contra las Mujeres Maltratadas y la Violencia Doméstica en Los Ángeles.

Consternada Olga Tañón

A pesar de que su música no sonaba en Puerto Rico, la Diva de la Banda presentó aquí su música de la mano de Olga Tañón, de quien fue invitada en un concierto que ofreció “la Mujer de Fuego” en el coliseo Roberto Clemente en 2008.

Ayer, mediante un comunicado de prensa, Olga Tañón compartió su dolor por la pérdida de quien consideraba su amiga. Al momento de sus expresiones, aún no se había certificado la muerte de la hermana de Lupillo Rivera, quien también es cantante mexicano.

“Estoy muy impresionada con la noticia, Jenni Rivera no es solo una de las primeras voces de la música hispana, sino que es una mujer extraordinaria y a quien me unieron muchas experiencias artísticas y de vida. Mis oraciones para la familia de Jenni Rivera. Esto es una verdadera tragedia, confío en Dios y en mis ángeles divinos que se haga un milagro”, dijo Tañón, quien en septiembre del 2011 compartió el escenario con Jenni Rivera en el Staples Center, en Los Ángeles, interpretando a dúo el tema Basta ya.

Una vida de escándalos

Jenni Rivera debutó en 1999 con el disco Reina de reinas y, a partir de su faceta como cantante, se adentró en múltiples negocios como en la televisión, en su línea de ropa y cosméticos, y en el mundo de la radio. Su carrera artística ha estado matizada por sus escándalos, algunos de los que repasamos aquí:

Una ex pareja de Jenni Rivera sacó a la luz pública un vídeo en 2008, mientras sostenía relaciones sexuales con esta. Rivera aceptó entre lágrimas la existencia del vídeo y amenazó con demandar al medio que lo publicara.

Las autoridades del aeropuerto internacional de la Ciudad de México la detuvieron en mayo de 2009 después de encontrarle más de 50,000 dólares en efectivo, y de que ella solo reportara llevar consigo 20,000. La cantante logró un acuerdo con las autoridades, que la dejaron ir.

En 2009 enfrentó en tribunales al padre de sus hijos, Trinidad Marín, quien por más de cuatro años violó a su hermana menor, Rosy Rivera, y también abusó de una de sus hijas. Después de la demanda, el ex marido fue condenado a prisión y murió en el lugar.

En diciembre de 2010, la artista defendió a su hijo, quien fue detenido en Estados Unidos acusado de sostener relaciones sexuales con una menor. Jenni Rivera pagó una multa de 50,000 dólares para devolverle la libertad.

En una presentación de la intérprete, en  mayo de 2011, una fan subió al escenario y se enfrascó en un pleito con la estrella. El cuerpo de seguridad de la cantante tomó por la cintura a la fan para que no respondiera a las agresiones de la cantante.

Durante un concierto en junio de 2011, un fanático de Jenni Rivera subió al escenario para mostrar su cariño a la cantante, pero Juan, hermano de la intérprete, se fue a los golpes contra el seguidor. 

El último escándalo de la cantante  fue su repentino divorcio de   Esteban Loaiza, el pasado octubre, tras dos años de matrimonio. En un comunicado de prensa, esta explicó que la separación se dio “por situaciones irreconciliables”, pero  se rumoró  que la causa de dicha separación fue el amorío del beisbolista con la hija de la artista, Janney “Chiquis” Rivera.