Habrá que ver cómo le hace Melanie Griffith para desdibujarse el enorme tatuaje que tiene en su mollero derecho con el nombre de Antonio, ahora que su separación de Banderas será definitiva después de 18 años de unión. Claro que los mal pensados de Hollywood siempre lo vieron venir porque, después de los tres matrimonios previos de ella (para Banderas, este fue el segundo), ¿qué iba a hacer a uno creer que este perduraría “forever and ever”, como dicen en los cuentos de hadas?

En fin, ellos ni son los únicos ni los primeros que después de muchos años tiran la toalla.

Por aquí, unos cuantos más, según reseñados en el portal de mentalfloss.com…

Luciano Pavarotti y Adua Veroni – 35 años de casados

El cantante de ópera y Veroni –quienes llevaban siete años juntos– se casaron en 1961 y poco después él hizo su debut como tenor. A medida que él fue ganando fama, ella se convirtió también en su manager. Y, aunque, según dicen, a Pavarotti le gustaban mucho las mujeres, ella optaba por hacerse de la vista larga, diciendo: “Él puede mirar otros platos de pasta, pero en casa hay lingüini de sobra”. No obstante, en 1996 Luciano la dejó por su secretaria, Nicoletta Mantovani… quien era más joven que las dos hijas que el tenor tuvo con Adua.

Jerry Lewis y Patti Lewis – 36 años de casados

Aunque en la dedicatoria de su libro “The Total Filmmaker”, el comediante escribió: “A Patti, cuyo amor, paciencia y sabiduría nunca menguaron mientras esperaba a que yo madurara”,  al final, el amor se extinguió... porque él se enamoró de otra. Se casaron en 1944, luego de que él la conociera como cantante de la orquesta de Tommy Dorsey. En 1980, Jerry se mudó de su mansión en Bel Air para irse a vivir con SanDee Pitnick, una bailarina que él conoció cuando ella audicionó para un papel menor en la película “Hardly Working”. Según uno de los hijos de la pareja, el padre tuvo el mal gusto de anunciar que se marchaba de la casa, trayendo una copia del periódico de escándalos National Enquirer que tenía un titular que leía: “¡Jerry y Patty Lewis se separan!”.

Ann Landers y Jules Lederer – 36 años de casados

Landers –cuyo verdadero nombre era Esther Pauline Friedman– no era una estrella de cine, pero era poco más o menos “Hollywood royalty”, pues, en su momento fue la columnista de consejos más famosa de todos los tiempos y sus escritos aparecían prácticamente en todos los periódicos de Estados Unidos y en muchos otros del mundo. Él, por su parte, fue el fundador de Budget Rent-A-Car. Después de más de tres décadas de unión, dicen que un buen día él le confesó que estaba saliendo con una mujer mucho más joven. Ella decidió optó por anunciar su divorcio en el periódico, en su columna.

Leonard Nimoy y Sandi Nimoy – 34 años de casados

El eterno “Mr. Spock” de la serie “Star Trek” confesó una vez que gracias a su esposa Sandi, con quien se casó en 1954, el perseveró y no se rindió en su búsqueda de fama y fortuna cuando el trabajo era escaso y los papeles que conseguía era solo metralla. Nimoy relató que, en lugar de exigirle que se buscara “un trabajo de verdad” para mantener a la familia, ella le reiteraba que no le importaba carecer de cuanta cosa fuera necesario, ya que, sin lugar a dudas, algún día él alcanzaría el estrellato. Tristemente, la moneda con la que él le pagó fue que el día que ella cumplía 56 años –a solo meses de cumplir sus 34 años de casados–, él le informó que se iba de la casa. Antes de morir, Sandi se lamentó de que, luego del divorcio, sus “amigos” de Hollywood le dieron la espalda.

Robert Redford y Lola Van Wagenen – 27 años de casados

Cuando él tenía solo 22 años y apenas $300 en el bolsillo, Robert y Lola se casaron en 1958. Pero el actor, que siempre ha defendido su privacidad a capa y espada, supo ocultar su divorcio tan y tan bien, que el público no se enteró sobre la separación sino hasta que pasaron, ¡10 años! Según Redford, la separación fue por consentimiento mutuo y amistosa, y todavía se guardan mutuamente “mucho amor, mucho cariño y una gran amistad”. Sip.

Morgan Freeman y Myrna Colley-Lee – 26 años de casados

El ganador de Oscar se separó de su esposa en el 2007, pero se tardaron cerca de dos años en llegar a un acuerdo acerca de los bienes matrimoniales. Al final y a la postre, ella se levó na’ menos que $40 millones en efectivo y un montón de propiedades inmuebles… además de la autorización de él para publicar un libro en el que, si quería, le podría sacar toditos los trapitos sucios al aire. ¡Así cualquiera!