Mientras crecía en Nueva York, laborar en el mundo del entretenimiento no era un sueño que rondaba su mente. Pero en el camino, las puertas para convertirse en una figura destacada de la clase artística en Puerto Rico fueron abriéndose sin que se asomara a tocarlas.

Son muchos los sombreros que luce el puertorriqueño Emmanuel “Sunshine” Logroño. Actor, productor, comediante, director, cantante, libretista, locutor y creativo de publicidad son solo algunos de los que ha desempeñado con éxito en más de cinco décadas de trayectoria. A esto se añade su papel como mentor para diversas generaciones que han encontrado en su conocimiento la oportunidad para nutrir sus propias sendas artísticas.

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A Puerto Rico llegó a sus 12 años, dejando atrás el frío de la ciudad de los rascacielos, y un ritmo de vida más apresurado del que se vivía entonces en San Juan.

“Cuando yo era niño, lo más que me gustaba era la música. Aprendí a tocar guitarra por mi cuenta y lo otro pues, cayó por añadidura, pero en realidad nunca me propuse trabajar en esto”, confesó con su temple sereno en un encuentro con Primera Hora enmarcado por su sencillez. En un libro lleno de capítulos con experiencias que abarcan la televisión, la radio, el cine y el teatro, el actor comparte con humildad recuerdos, agradeciendo el apoyo del público y de todos aquellos que le tendieron la mano en su evolución profesional.

“Yo llego a Puerto Rico porque mi mamá pensó que era mejor porque Puerto Rico estaba un poquito más tranquilo. En Nueva York estaban surgiendo las gangas, la calle estaba un poquito peligrosa y ella prefirió mandarme con mis abuelos a Puerto Rico”, recordó el artista al mirar sus vivencias en la década de los sesenta. “Ella se queda allá y entonces yo la veía... Ella venía en vacaciones y cada vez que tuviera un ‘breakecito’ venía para acá o yo iba para allá”.

¿Te enamoraste rápido de Puerto Rico?

“No. A mí me hacía falta Nueva York por muchos años. No sé, la velocidad, quizás esto estaba demasiado calmado para cómo se vivía allá, cómo se comía allá, las cosas que veía allá. Yo iba mucho al teatro con mi mamá. Íbamos a ver muchos musicales y eso. Pero con el tiempo dije, ‘diablo, yo no quiero coger más frío, no, no, yo no quiero volver para Nueva York (ríe). Yo me quedo acá'. (Ahora) no quiero salir de Puerto Rico, ni de vacaciones”.

¿Cómo fue adaptarte a Puerto Rico?

“Me mudé con mis abuelos a Barrio Obrero… Me río ahora… En aquella época me causaba un trauma horrible, pero los nenes del barrio iban ‘vente, vamos a oír al gordito hablar inglés’, para ese tiempo yo era bien gordito, entonces me preguntaban algo, yo contestaba en inglés, se reían y se iban, y eso a mí me endiablaba (ríe). Después, ya me aceptaron”.

¿Cómo fue el aprendizaje del español?

“Ah, no, no, porque en casa se hablaba español siempre. Lo que pasa es que los niños que están criándose en ‘dual language’, como quien dice, usualmente hablan el español en la casa y el inglés en la calle”.

Procesar ciertas experiencias con humor fue una manera de sobrellevar su nueva realidad. “El concepto ‘bullying’ no existía. Sin embargo, según pasaban los años, yo como que lo cogía todo a chiste y de la nada, y no me preguntes dónde, ni cómo, ni por qué, fue que salió el apodo de ‘Sunshine’ en la escuela”, relató, y expuso que, para entonces, “esa era una pastilla, ácido que se metían en los setentas para ‘tripear’”.

¿Costó trabajo hacer amistades?

“Sí, porque eso me convirtió en un niño introvertido y, básicamente, yo me pasaba oyendo música y leyendo siempre en casa. Yo casi nunca salía. Traté de hacer deporte, pero era bien malo, y como eso me frustró, me quedé como que, en mi cuarto. Me acuerdo que tenía las paredes todas con recortes de periódico. Esa era la decoración que tenía, recortes de periódico porque yo leía, todavía seguía leyendo el ‘Village Voice’, el ‘New York Times’, el ‘Daily News’. Cuando conseguía esos periódicos, que iba a una librería en el Viejo San Juan a comprarlos, los artículos que me gustaban, los iba pegando. Leía muchas críticas de cine, de teatro”.

Sin planificar

En sus inicios, las oportunidades se fueron presentando solas. “A mí me encontró el mundo del entretenimiento”, dijo en una muestra de que su talento fue el que dirigió su rumbo. “A temprana edad empecé a trabajar en radio y me gustaba radio, y una vez fui a una audición con un grupo de teatro que se llamaba Civic Theater of San Juan, para un musical, me acuerdo, se llamaba ‘Your Own Thing’, basado en una pieza de Shakespeare. Pero era una obra bien divertida. Era cuando la fiebre de musicales de rock y eso. Y de momento, me cogieron para la obra”, añadió sobre la experiencia que surgió alrededor de sus 18 años.

“Seguí trabajando en radio y después entré en otro grupo de teatro llamado Anamú, bajo la dirección de Pablo Cabrera, y ahí también ya como que me solidifiqué un poco. Estaba en la universidad (de Puerto Rico). Estudié en Humanidades, estudié desempleo en realidad porque imagínate, literatura. Años más tarde fui a estudiar maestría en Michigan State (University), y poco a poco fui entre el teatro y la televisión”.

Su desempeño actoral fue despertando el interés de otros para participar en nuevos proyectos. “Caí en televisión por casualidad. Mucha gente no lo sabe, pero yo hacía novelas. Pero obviamente no de galán, porque con esta cara, o sea, yo lo que hacía era de sátiro, violadores, cosas así, bien ‘nasty’, que a mí me encantaba porque eran personajes que tenían más carne. Mientras todo eso pasaba, estaba en la música también”, expuso dentro del mundo profesional en el que se adentraba.

“Cuando yo empecé en televisión, en realidad fue medio accidental, o sea, poco a poco”, recordó. Confesó que solía pintar escenografías con el artista Julio Biaggi. El actor y cineasta Jacobo Morales fue uno de los primeros en proponerle actuar para el entonces show del mediodía en WapaTV. “El segmento se llamaba ‘La tiendita de la esquina’. Ahí estaba Raulito Carbonell, Cucho Viera, Edmundo Rivera Álvarez, Jacobo, un montón de compañeros, y lo loco es que ahí mismo, en esa esquina, es que yo hoy día estoy trabajando en Wapa”, destacó el también talento de “El Remix”, que produce con su pareja, Gilda Santini, y que se transmite los miércoles a las 10:00 de la noche. En junio recibió el Premio a la Excelencia Joe Ramos por su trayectoria de más de tres décadas en el canal.

Las nuevas experiencias lo llevaron al canal 7. “Fue como una universidad porque en el canal 7 uno tenía que, desde actuar, hasta estar en el ‘lobby’ un día, o cuidarle los hijos a Millie Gil otro día, o ir a hacer un reportaje con gente de Noticias. Uno tenía que hacer de todo para que el canal sobreviviera”.

De sus constantes apariciones en televisión, hacer reír fue una de las faenas que el público más abrazó. El programa “Sunshine’s Café” (WapaTV), que creó en los ochenta, cobró gran notoriedad. Luego de cuatro años, fue cancelado por críticas de grupos moralistas. Esto no detuvo al también libretista, quien se mantuvo trabajando en diversos proyectos y luego contó con “Club Sunshine” y “El condominio” en el mismo canal televisivo.

¿Qué valor tiene para ti la risa?

“El humor es bien importante porque eso desarma, es como un calmante”, reflexionó Logroño, quien en su extensa trayectoria le ha dado vida a numerosos personajes que incluyen a “Vitín Alicea”, “Padrastro Pepe”, “Felo” y “Don Eleuterio”. Este último cuenta con el podcast “Análisis neutrar”, que se transmite en su canal ElTocino.tv.

“Mi primeros pininos en cine fueron con Luis Molina en ‘Los cuentos de Abelardo’, y después hice ‘La guagua aérea’, y de ahí empecé a trabajar en otros proyectos”. También cuenta con presencia en filmes estadounidenses como “Contact”, “Captain Ron” y “The Vessel”, entre tantos otros. “‘Chona 2′ fue mi primer largometraje”, afirmó con orgullo en términos de producción y dirección. La película estrenó en febrero de 2024, tres décadas después de su primera parte en la pantalla chica.

¿Hacer televisión hoy día es mucho más difícil?

“Es más difícil porque antes no había el ‘streaming’. Antes era ‘esto o esto’. Si acaso, cambiar canales, pero era ‘esto’. Ahora la gente tiene muchas alternativas, muchos canales. Te metes en el celular y ahí hay personas a veces que están horas en el celular”, reveló quien también cuenta con el estudio Man-T-K Recording.

¿Cómo es la experiencia de ser mentor de nuevos talentos?

“Desarrollar nuevos talentos para la comedia es bien interesante en el sentido de que uno los coge bien cruditos y entonces semana tras semana los voy formando en el libreto”.

Sunshine manifestó enfático lo que busca en quien forme parte de su elenco. “Tienen que ser actores primero, no comediantes. El que venga a decir ‘yo quiero ser comediante’, no. Ese no es el concepto. Tú eres un actor que va a interpretar un papel dentro de una situación, que es la comedia”, aseveró. “Poco a poco, he desarrollado unos cuantos actores. Me han dado ‘puñalás’ unos cuantos actores, pero bueno, me imagino que eso es parte del trabajo (ríe)”.

Su evolución en la actuación surgió a la par de la musical. En los setenta, formó parte del grupo Moliendo Vidrio.

“Yo entré a Los (Rayos) Gamma también por equivocación. Silverio se va de vacaciones y Jacobo y Horacio, que eran los que estaban en ese momento, necesitan a alguien que toque guitarra y cantara con las parodias con ellos. Y Silverio les dice, ‘¿y este chamaco que se llama Sunshine?, pruébenlo’. Entonces probé y empiezo a hacer los shows”. Su desempeño motivó a darle un espacio definitivo en la agrupación. “La experiencia con Los Gamma fue bien, pero que bien buena. Me dio otros conocimientos de hacia dónde uno puede llevar el humor, y es con la sátira política”.

Su remanso

En su tiempo libre le encanta ver películas. “Disfrutando en casa. Soy casero. No ‘jangueo’”. El artista también se deleita en grande al compartir con sus seis mascotas. “Son mis hijos”, dijo.

“Ahora tengo una fiebre horrible con el ‘pickleball’. Le estoy dando, pero fuerte, como vengo de tenis, pero ya las rodillas no quieren cooperar conmigo mucho. Ahora con el ‘pickleball’ llegué a un ‘happy medium’”.

Hace más de tres décadas que Joanne Tucci, hija de su esposa, le hace vivir el orgullo de la paternidad. También, la de abuelo tras la llegada de Alek. “La hija se me fue a estudiar dirección de fotografía a Barcelona (España) y el nieto está estudiando en Boston”, reveló. “Me ha dejado un vacío en la casa, que uno se siente como cuando tú estás un poquito mareado, como que te falta algo en la casa”, confesó con añoranza. “Entonces, uno llama, les escribe, ‘¿cómo estás?’, y uno quisiera hablar, pero no tienen tiempo, muchas veces. ‘Estoy estudiando, voy ahora para la clase’…, ‘y está bien, pues vete, acuérdate de mí, llámame, ¿necesitas chavos?’. Uno siempre está pendiente y eso, pero me ha afectado un poco. Me ha afectado la ausencia. Yo hubiese querido que hubiesen estudiado aquí, pero para lo que ellos quieren estudiar, aquí no podía ser”, lamentó.

La complicidad de su pareja es uno de los aspectos que más admira. “Gilda es mi productora favorita. Aparte de ser mi esposa, seguimos trabajando juntos porque Gilda, cada vez que yo tengo un invento, ella es la que le da forma”.

Regresa al teatro

Además de una nueva edición de su libro infantil “El coquí que quiso ser sapo”, que lanzó en 2007 motivado por su nieto, su participación en la puesta en escena “Los diarios íntimos de Adán y Eva” en el Centro de Bellas Artes de Santurce en febrero, se añade a sus proyectos de este nuevo año.

“Ahora vuelvo a hacer teatro. Después de más de 20 años voy a hacer un proyecto con una amiga y actriz que trabajé con ella en novelas hace tiempo, Johanna Rosaly”, resaltó con ilusión. “Yo soy ‘Adán’ y ella es ‘Eva’”.

La pieza teatral, escrita por Ed Weinberger, presenta de una manera divertida y emotiva una visión de cómo habría sido esa primera historia de amor de esta notoria pareja.

La puesta en escena “Los diarios íntimos de Adán y Eva” estrenará en febrero.
La puesta en escena “Los diarios íntimos de Adán y Eva” estrenará en febrero. (Suministrada)

“Es un trabajo basado en unos escritos de Mark Twain, que todo el mundo dice, ‘pero espérate, ¿Mark Twain, el de ‘Huckleberry Finn’?’, pero todos los escritores siempre han tenido su lado ‘horny’, y es bien interesante ver el concepto de esta adaptación. La traducción es de Johanna, y es dirigida por Axel Cintrón”.

Las funciones del 14, 15, 21 y 22 de febrero serán a las 8:30 de la noche, mientras que las del 16 y 23 de febrero serán a las 4:00 de la tarde. Los boletos están disponibles en Ticketera, Ticketcenter y en la boleteria del CBA.