Ponce.- Frente a la humilde residencia de don Enrique “Quique” Lucca, ubicada en la barriada Baldorioty de Ponce, resonaron hoy versos al son de plena para rendirle un folclórico tributo a quien fuera el fundador de La Sonora Ponceña. 

Antes de llegar al cementerio La Piedad, el cortejo fúnebre, que partió desde la funeraria Jackie Oliver, recorrió varias calles de la llamada Ciudad Señorial para que el pueblo pudiera decirle adiós al exdirector de la orquesta. 

Tan pronto la comitiva llegó al que fuera hogar de su padre, el pianista José Arsenio “Papo” Lucca se bajó del vehículo en que viajaba y acercó su rostro al coche fúnebre para ver el féretro en que descansan los restos de su progenitor a través del cristal. Papo cargaba una toallita blanca con la que se secaba el sudor y las lágrimas, que mantuvo con él desde que llegó a la funeraria hasta que su padre fue sepultado en un panteón perteneciente a la familia Lucca Quiñones.

“Oren mucho por él, aunque sabemos que él ya llegó allá, donde Dios. Y si alguien fue directito fue él, porque hizo mucho bien en la vida; (incluso) a los que no tenía que hacerle bien lo hizo con cariño siempre. Este es el día que nadie quería celebrar porque no es motivo de celebración, pero nos complace la fiesta que se ha hecho con todo el amor que se le tenía. Gracias a ustedes por estar aquí…”, manifestó el músico al dirigirse al público que se dio cita más temprano a la funeraria. 

“Sé que fue más que un padre para todos nosotros. Gracias y quisiera tener más palabras, pero no hay muchas”, agregó visiblemente afectado. 

Allí también se expresó el salsero Willie Rosario, quien dijo admirar a don Quique desde mucho antes de que fundara La Sonora Ponceña.

 “La silla de don Quique va a estar ocupada en todos los corazones que amaron a este señor, que lo respetaron, porque era muy respetado y querido en el ambiente musical y de forma personal”, agregó el músico. 

La comitiva fúnebre pasó frente a la plaza Las Delicias y por las calles Reina y Victoria del casco urbano ponceño hasta recorrer la barriada Baldorioty y llegar al cementerio. En el camino, se escucharon temas que Lucca inmortalizó junto a sus músicos.

Minutos antes de que fuera sepultado, la exvocalista de la Sonora, Yolanda Rivera, dijo querer al fallecido como a un padre y le agradeció por todo lo que hizo por su carrera. 

“Aquí estamos para despedir a mi papá postizo, mi director musical, el que me dio la mano cuando lo necesité, el que me dio a conocer por el mundo entero si vamos a ver, porque con ellos fue que me di a conocer. Don Quique, siempre quedará su legado. Especialmente, cuando me dio sus arreglos, que ningún director musical hace una cosa así”, manifestó la salsera al recordar que este le regaló las partituras de sus arreglos y le aseguró que a la orquesta no entraría ninguna otra fémina. 

“Tengo una tristeza y una alegría, porque el Señor nos lo brindó tantos años, 103 años. Es una pérdida inmensa porque lo es, pero todos vamos para allá y él siempre quedará porque yo, por mi parte, seguiré tocando su música hasta que Dios quiera”, añadió.

La cantante además le cantó a capella parte de la canción Borinquen, al afirmar que esa era la favorita del director musical.

Don Quique falleció el domingo pasado en el Hospital Damas de Ponce debido a un paro respiratorio, solo dos semanas después de haberse sometido una cirugía por una fractura de cadera. Aunque los actos fúnebres estaban pautados originalmente para el miércoles, tuvieron que ser pospuestos hasta ayer debido a que el Instituto de Ciencias Forenses reclamó el cuerpo para propósitos de investigación