A tan sólo dos días de iniciar su reto de animar por 37 horas ininterrumpidas el programa especial “100 x 35”, de la cadena Mega TV, Julián Gil se siente preparado gracias a los tés de coca que tomó en Perú como parte de un ritual para estar en óptimas condiciones.

El actor y modelo, que arribó a la Isla ayer, miércoles, procedente de Perú, donde grababa desde septiembre la telenovela “Los Barriga”, revela a PRIMERA HORA que desde hace un mes y medio tomaba, en las mañanas, en ayunas, un té de la hoja de coca.

El efecto de la hoja de coca en su cuerpo, más allá de inyectarle energía, le ayudó mucho con la gastritis que sufrió en octubre, lo que provocó que cancelara esta hazaña. Ahora intentará concretarla este sábado, a partir de las 8:00 de la mañana, desde el Natatorium de San Juan, y culminará el domingo a las 9:00 de la noche.

Julián Gil tiene como meta recuperar el récord Guinness que estableció en 2004, cuando animó el programa de televisión “Apartamento 52” por 32 horas en directo -sin receso alguno- y que produjo Rickyn Sánchez para el canal 52. Es al fenecido productor a quien dedica esta prueba.

“Estoy mucho más ansioso por el hecho de que yo conozco a lo que me voy a atener, porque ya lo viví. Al sumarse cinco horas más, es ir a los extremos, por mi salud, pero el apoyo del público y de los artistas y técnicos me ayudará como lo hicieron en el pasado reto”, indica.

Sostiene que “ni la hoja de coca, ni el quirquincho (como se le llama al armadillo en Perú y que se usa en rituales), ni el café son más positivos que el calor y apoyo del público”.

Debido a las grabaciones del melodrama que protagoniza, “Los Barriga”, confiesa sentirse agotado porque las jornadas son de 13 horas diarias. Debido a su compromiso, este fin de semana hizo un alto en la novela para luego regresar a Perú, ya que culmina de grabar en abril de 2009.

Le leen el futuro

A través de la cultura peruana, por otro lado, el artista se percató de que allá “usan la hoja de coca para nivelar el sistema inmunológico, nivelar la energía del cuerpo y para aliviar los problemas del estómago y la gastritis”.

Sin preocuparle las críticas, explica que la hoja de coca se vende muy barata en suelo peruano y su consumo es “muy usual. Se puede oír un poco fuerte, pero es una cuestión natural que se usa bastante en Perú”.

Agrega que previo al uso de los mates preguntó si su consumo provocaba algún tipo de adicción y la respuesta fue que no.

“La adicción es cuando se prepara químicamente en polvo (que es la cocaína), pero así, en té, no. Aquí (en Puerto Rico) no se produce, pero allá (la hoja) está a dos por chavo”, detalla.

Pese a la legalidad de la venta y consumo de la hoja de coca en el país sudamericano, Julián Gil no se atrevió a traerla a su regreso a la Isla, pero sí viajó con una botellita de té concentrado para tomarlo en estos días previos a su reto.

“Me hubiese gustado traer la hoja porque durante el reto lo mejor es masticarla, porque te da más energía ya que es más pura. Es como el tabaco que se mastica en Estado Unidos”, acota.

Pero el consumo de los tés no fue lo único que hizo Julián Gil, sino que también se sometió a la lectura de la hoja de coca por parte de un adivino.

“Me orienté con unos médicos curanderos que te leen la hoja de coca y me dijeron que el 2009 iba a ser uno bien bueno para mí y, gracias a Dios, no iba a pasar nada negativo”, sostiene.

Eso no fue todo, porque también le nivelaron la energía de su cuerpo con un quirquincho con el que “me dieron una limpieza del cuerpo mientras hablan en lenguas extrañas. Te pasan al animal por el cuerpo, para alejar la energía negativa y la envidia, para que todo me salga bien este sábado”.