Saudy Rivera le enseña el valor del trabajo a sus hijas
La presentadora habla del negocio en el que las ha involucrado.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 años.
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Está todo en una misma tienda, incluyendo la oportunidad de compartir más tiempo con sus hijas y encaminarlas a conocer el valor del trabajo.
Las constantes necesidades de sus chicas le dieron una idea a la comunicadora Saudy Rivera para crear el concepto de Dreams by Vale Vale, negocio que, además de ser una tienda de regalos, ofrece servicios de secado de cabello, y maquillaje. ¿El propósito? Facilitarle la vida al cliente para que no sea víctima de la prisa al tener que dividirse para cumplir con todos estos intereses con miras a asistir a algún evento.
“Estamos súper ilusionadas. Es la palabra que recoge este proyecto. Está hecho con mucho sentimiento y con mucho de cada una de las tres”, menciona la madre de Valeria (16 años) y Valentina (7), en quienes inspiró el nombre del local, que comenzó sus servicios el sábado pasado en la calle César González #375 en Hato Rey.
Al hablar del origen del concepto, comparte que “identifiqué la necesidad. Según van creciendo mis hijas, cada vez son más los corre corre míos para poder cumplir con cada una y sus necesidades cuando las invitan a las actividades”.
A través del negocio, mientras la persona espera por su turno en el “blow bar” o en el “make up bar”, puede merodear entre los estantes en busca del regalo para ese evento especial.
“Es un concepto nuevo que se está utilizando mucho en Estados Unidos”, señala.
Como parte de la mercancía figura ropa para dormir -incluyendo la línea Sweet Pijamas by Saudy-, ropa de bebé, mahones, maquillaje, lencería, corbatas, pañuelos y ropa deportiva, adicional al servicio de envoltura de regalos, entre otros.
La presentadora de Dando Candela (Telemundo) asegura que “tengo líneas que conseguí de manera exclusiva y se ha estudiado que sean a precios justos y razonables”.
Parte del concepto
Uno de los aspectos que ha disfrutado la comunicadora es integrar a las niñas en el proyecto. “Han sido partícipes de todo el proceso, desde el escogido de la mercancía, el nombre, el logo”, destaca orgullosa.
“Ellas tienen sus turnos de trabajo. Valeria, que tiene 16 años, tiene unas responsabilidades con el negocio porque ya sabe que esto es para ellas y es de ellas. Tienen que cumplir con unos requisitos adentro”, asegura con énfasis.
“Valeria me trabaja los sábados porque está en la escuela, pero ahora en verano ella va a tener su turno de trabajo como cualquiera otra y va a aprender lo que es trabajar, cobrar y estirar ese pesito que se está ganando”, compartió a la vez que especifica que “no es que mamá va a faltarles”, pero “quiero que aprendan a cumplir con unas responsabilidades y a valorar y respetar lo que es el trabajo” dentro de su madurez. “La idea es esa. Yo empecé a trabajar a los 14 años. A mí nadie me puede decir que un joven a los 14 años, o los 15 o 16 no puede trabajar”, reitera.
A su vez, comparte con orgullo cómo la menor de las hermanas también se ha mostrado entusiasmada con la experiencia. “Si vieras a Valentina, está a cargo de la ropa de niños, del área de globos y decorados. Ella viene a fiscalizar todos los días su área, que todo esté bien”, narra entre risas.
En la materialización del proyecto, la presentadora tuvo en cuenta que no hubiera conflicto en cuanto al tiempo que les dedica. “Esto me permite estar más con ellas, porque esto no puede ser un trabajo que me aleje más. Para mí es maravilloso porque hemos compartido tantas cosas y mucho tiempo juntas”, manifiesta la también propietaria de la tienda de cupcakes Sweets Gallery, que ubica justo al frente de este nuevo negocio, que abre de lunes a sábado de 9:00 a.m. a 6:00 p.m.
“Para mí es bien importante porque el resto de las otras cosas que hacemos, la tienda de bizcochos y el canal, nos alejan un poco”, dice. Además, compara que “el trabajo en Sweets Gallery es otra cosa, es bregar con estufa y con hornos y yo no quisiera que ellas estuvieran tan cerca todavía”.
Le choca
La empresaria revela que los pasos para establecer la tienda fueron muy estudiados. “Hace un año veníamos planificándola y queríamos abrirla para noviembre (de 2017). En eso pasó María y por todo lo que sucedió con el huracán, se pospuso”.
Precisamente, resiente que muchos le hayan cuestionado que decidiera abrir un negocio teniendo en cuenta la realidad de la economía local.
“Es tan incómodo cuando te lo dicen porque no hay razón para no hacerlo. El país tiene que seguir caminando. Los dueños de negocios tenemos que ser facilitadores de servicios, de contenido para que el país se mueva. Es momento de ser creativo, de confiar, de creer en nuestro país y cambiar esa mentalidad. Quiero seguir siendo una forjadora de mi país y que mis hijas, de igual forma, lo hagan”.