Polémico beso entre Enrique Iglesias y fanática en pleno concierto
Muchos califican esta acción como acoso por parte de la mujer.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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La relación de las celebridades con sus fanáticos es algo muy especial. Es evidente que muchas veces este vínculo es muy cercano, pues los artistas le deben la fama, en gran parte, a sus seguidores.
Por eso, hay momentos en donde la cercanía es tan fraternal y orgánica que las posibilidades de que ocurra algo que sea difícil que vuelva a pasar se termine convirtiendo en un recuerdo más en el anecdotario de una persona.
En el video, compartido y rápidamente viralizado en redes sociales, se puede ver como una asistente al concierto de Iglesias, luego de tomarse una selfie con él, procedió a darle un abrazo.
Inmediatamente, Enrique le dio un beso en la mejilla mientras continuaba el abrazo, pero la mujer aprovechó la ocasión y volteó el rostro para darle un beso en los labios, el cual duró varios segundos.
Pese al beso, Iglesias intentó separarse de ella, pero sin hacer mucha fuerza, incluso, el artista bajó su mano a la cintura de la fanática durante un breve momento, todo ante la mirada de los hombres de seguridad y de los miles de asistentes al concierto. Finalmente, ambos se separaron e Iglesias dejó salir una carcajada ante la situación.
Este hecho no se salvó de la polémica, pues muchos internautas pusieron en cuestión la fidelidad de Iglesias con su esposa, la extenista y modelo rusa Anna Kournikova, con quien tiene tres hijos. No obstante, algunos seguidores de Iglesias aseguraron que no es la primera vez que suceden situaciones parecidas en los conciertos del artista español de 47 años.
De todas formas, la polémica fue tan grande que varias personas calificaron esta acción como acoso por parte de la asistente que besó al artista, tomando como referencia a las denuncias que se hicieron por parte del mediático movimiento ‘Me Too’ con respecto al acoso multidimensional.
Sin embargo, este concepto tiene una connotación más profunda, pues se entiende como la acción de molestar, perseguir o incomodar a una persona sin su consentimiento, a veces aprovechando las relaciones de poder que puedan haber en ese contexto.