Padre de Don Omar quiere la paz con su hijo
Pese a que el reguetonero amenazó a su padre vía telefónica, su procreador no desea echarle más leña al fuego.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 11 años.
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Tras los recientes dimes y diretes suscitados entre ellos a través de la televisión, el padre del reguetonero Don Omar, William Landrón Laureano, ha decidido no hablar negativamente sobre su famoso hijo con la esperanza de lograr la reconciliación que tanto desea por la paz de ambos como familia.
El procreador del exponente urbano se arrepiente de la entrevista que concedió la semana pasada al espacio Dando Candela, de Telemundo, la que trató de detener luego de recibir una llamada en tono positivo de su otro hijo, “Luisito”, quien trabaja con Don Omar y se ha convertido en el mediador entre ellos.
Pese a que William Landrón Laureano, de 67 años de edad, no tiene comunicación desde hace cinco años con “el Rey del Reguetón”, confía en que su vástago Luisito logre entre ellos un diálogo abierto.
“Mi deseo es hablar con mi hijo y sé que cuando mi hijo Luisito habla, es (mandado) por él. Luisito me dice: ‘Papi, me voy a dar a la tarea de hablar con ‘Willy’ por el bien de este núcleo familiar’. Y eso es lo que yo quiero, que nos señalemos los tres en dónde hemos fallado, porque no somos perfectos. El único perfecto es Dios. Cuando eso pase, yo me voy a quedar callado, nos vamos a dar la mano y borrón y cuenta nueva”, sostuvo en entrevista con Primera Hora.
Tras su conversación con Luisito, dice que le tranquiliza que “por primera vez hemos logrado hablar y tener una comunicación amena dentro del ánimo de conseguir la paz y tranquilidad para todas las partes. Eso me ha dado la intención de buscar y fomentar la paz, y doy el ejemplo y así lo haré”.
“Mientras haya esa buena voluntad del diálogo para con mi hijo, voy a seguir detrás de eso. Aún el silencio es más elocuente que las palabras”, acotó Landrón Laureano, al tiempo que indicó que le pide a Dios que bendiga a su hijo ahora que es piloto de autos de carrera por el peligro que eso representa si no se está espiritualmente en paz y con los cinco sentidos en orden.
Respecto a la inestabilidad en el amor de Don Omar, lo atribuye a que “no se crió conmigo, porque yo llevo 34 años que vivo solo y comparto un cuartito pequeño con mi hijo Wilfredo, que es el que lo paga...”.
Describe a la voz de Salió el sol como “un muchacho bueno. Yo no sé qué es lo que está pasando con él porque no te puedo decir jamás y nunca que mi hijo es tachable, y si lo dijera, sería un canalla, por cuanto no lo es”.
Algo que le duele es con el odio con el que su vástago se ha expresado sobre su persona.
¿Siente usted que fue mal padre?
¡Seguro que no!
La razón de la discordia que existe entre él y Don Omar no la tiene clara. Más bien, recuerda que, cuando el intérprete tuvo que ir a los tribunales por un caso por posesión de drogas y armas, él estuvo apoyándolo porque “no me interesa en lo absoluto la figura pública, sino mi hijo”.
“Yo estuve en los tribunales con él cuando su caso, y no sé qué pasó luego. Y que quede claro que, cuando yo estaba con él, me ofreció trabajo y me dijo: ‘Papi, necesito a una persona que esté conmigo y quién mejor que tú que eres mi papá’”, comentó al tiempo que señala que no lo aceptó.
Reveló que “me ofreció pagarme $800 semanales y le dije: ‘Usted se equivocó, yo no quiero ese dinero porque usted es mi hijo y punto y se acabó’. Y Dios sabe que yo renuncié a eso y le dije que ‘cuando necesite $10 o $20 yo te los pido, pero olvídate de eso’”.
Al presente, William Landrón Laureano está retirado tras desempeñarse como técnico automotriz y recibe el seguro social.