Mayte García habla de lo que vivió cuando fue esposa de Prince
La bailarina y actriz recuerda al famoso artista, que murió un día como hoy hace 5 años.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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La vida le ha regalado muchas experiencias significativas a la artista de ascendencia puertorriqueña Mayte García Sainz. Se ha destacado como bailarina profesional y se ha dado a conocer como actriz en series como CSI:NY, Nip/Tuck, Psych y The Closer, además de películas como Firehouse Dog, Love Don’t Cost a Thing, entre otros proyectos fílmicos.
Pero en el plano personal, una de las vivencias que más atesora la artista nacida en Alabama es la que vivió con el astro de la música Prince, a quien describe como su primer amor.
A cinco años de su fallecimiento, que se cumplen hoy, Mayte rememora con Primera Hora al artista romántico que conoció y repasa cómo la enamoró, su visita a Puerto Rico, las canciones que escribió inspirado en ella, del día en que le propuso matrimonio, y de la tristeza de haber perdido dos bebés con el cantante.
En entrevista por videollamada desde su hogar en Las Vegas, Nevada, la autora de The Most Beautiful: My Life With Prince (2017) también habla del divorcio y cómo tiempo después tuvo un nuevo intento en el amor con el rockero Tommy Lee, entre otras confesiones.
“Princess Mayte”
Comenzó sus primeros pasos de baile en la infancia, con el ballet clásico y tiempo después con el belly dance. Su madre, Nelly Sainz, quien también se desempeñaba como bailarina, fue quien a nivel artístico la bautizó “Princess Mayte”.
Sus habilidades la llevaron a laborar a nivel profesional en diversos proyectos artísticos, y fue en su adolescencia, cerca de sus 16, cuando llegó el primer encuentro con el astro musical que vio en un concierto en España, pero que conoció personalmente un mes después en Alemania, a finales de los 80, cuando vivía en el país europeo donde su padre se destacaba como militar de las fuerzas armadas de Estados Unidos.
Una amplia sonrisa todavía se dibuja en su rostro al rememorar los primeros encuentros, y la impresión agradable que despertó la voz de éxitos como Purple Rain, When Doves Cry y Little Red Corvette en ella.
¿Lo admirabas antes de conocerlo?
“Yo no era mucho de música, pero mi papá nos llevaba a ver películas cada mes. Recuerdo que mi hermana le preguntó a mi mamá, que quería ver la película Purple Rain, y recuerdo que fuimos y me quedé como que, qué película buena. No era fanática de tener sus discos, mi hermana sí”.
¿Habías ido a alguno de sus conciertos?
“Fue en Barcelona (España). Mi mamá estaba viendo una revista, un periódico, y hablando de la gira de Prince. El nombre era Nude, y mi mamá me dijo ‘vamos’, pero nos vamos a ir al frente”.
La experiencia le permitió a Mayte conocer a varios bailarines de su equipo de trabajo, quienes le propusieron a ella y su familia reconectarse semanas después en Alemania, donde el intérprete tenía presentaciones pautadas. En el reencuentro, la artista les proveyó un video de su experiencia como bailarina, a modo de resumé, lo que motivó a que Prince solicitara conocerla.
¿Cómo fue ese primer encuentro?
“Recuerdo que estaba bien nerviosa antes de conocerlo. Recuerdo estar pensando mucho ‘oh my God, a lo mejor es malo’, todo lo que tú piensas antes de conocer a alguien famoso, y cuando lo vi en la cara, lo saludé y era como si lo conociera, bien amable. Me dijo que le gustó el video. Me preguntó que cuántos yo tenía. Le dije 16 años, que estaba bailando profesionalmente. Me dijo, ‘bueno, me gustaría ver más, ¿me puedes dar tu teléfono?’. Nos invitó un día a un concierto y ahí empezó”.
¿Fue amor a primera vista?
“Yo no tenía novio ni pensaba en eso. Yo lo que pensaba era ‘voy a poder bailar con él’. Para mí como bailarina, en Alemania, en tu resumé, para mí era ‘yo bailé, pude presentarme con Prince’. Cuando empecé a bailar con él no había nada. Para mí yo me quedé como que no era nada de amor. Era amistad”.
La interacción con el también músico y compositor continuó de modo telefónico, hasta que al cumplir sus 18 fue contratada por el artista, y un año después, comenzó la relación.
So much emotion coming from all directions and then I was reminded of what today is... Two years ago today. #tbt #eternallove #themostbeautiful #lovestory #foreverinmyheart
Posted by Mayte Garcia on Thursday, April 4, 2019
La musa de Prince
Una parte del idilio amoroso coincidió con la frustración del artista por la disquera que lo representaba, Warner Bros, y su decisión de cambiar su nombre artístico a un “símbolo de amor”, lo que representó con un diseño.
Prince, además, trabajó temas inspirados en Mayte, algunos de los que se incluyen en su álbum Emancipation. El músico también produjo el álbum Child of the Sun, con canciones interpretadas por ella.
¿Cuándo te das cuenta de que hay una atracción entre ambos?
“No fue romántico hasta el video Seven. Recuerdo que yo estaba bailando y tenía el costume (vestuario) y como que miró y ahí como que pensé ‘oh my God, hay una conexión, hay algo”.
¿Quién dio el primer paso?
“Él. Yo no. Él, todo. Las canciones, de escucharlas yo me decía ¿está canción es de mí?’”.
¿Cómo era la dinámica de ser su pareja?
“Para mí era normal porque era mi primera relación. Yo no tenía nada que comparar. Era mi jefe pero yo nunca lo trataba como si fuera mi novio. Siempre era profesional. Ahora, en la casa era diferente. Era una relación creativa. Era tan fluida”.
¿Era una pareja detallista?
“Sí, con la música. Imagínate, las canciones que me escribió (principalmente del álbum Emancipation), y tengo un montón de letras que me mandaba. Es que él era bien romántico”.
Se le conocía por ser excéntrico. ¿Cómo era su personalidad?
“Era bien juguetón. Siempre me llamaba y hacia voces de gente, el acento de Venezuela. Algunas veces trataba de hablar español. Le encantaba el arroz con gandules. Fue a Puerto Rico”.
¿Cómo te propuso matrimonio?
“El día que yo fui a España a ver el primer concierto era julio 25, y fue el mismo día (años después, en 1995) que me pidió la mano. En agosto fue que lo conocí en concierto… Yo estaba en Barcelona (el día de la propuesta), en la misma ciudad también. Había algo que él decía mucho, Coincidence or fate (coincidencia o destino). Nuestro guión cuando nos casamos eran estas palabras, destino o coincidencia, y claro, al final era destino. [… ] Yo estaba trabajando en España. Estaba hablando con él, que estaba en Los Ángeles. Lo noto que estaba un poco triste al teléfono. (Le digo) ‘yo regreso en una semana, regreso pronto’, y estaba como que bien triste. Dije ‘me quedo aquí (termino la llamada) porque tengo entrevista ahora’. Fui arriba, porque (el encuentro) era en la terraza del hotel. Pero sentía que tenía que llamar de nuevo, otra vez. Yo nunca hago esto. Dije ‘me tienen que dar diez minutos porque tengo que hacer una llamada’, y baje a mi cuartó. Vi la luz (del teléfono) que te indica que tienes un mensaje, y era él. Llamé. Normalmente lo contesta su asistente, pero él lo contestó. Le dije ‘¿cómo estás?, me llamaste otra vez’, y se quedó en silencio. Me dijo ‘¿te casarías conmigo?’. Fue por teléfono. Le conté a mi mamá y las lágrimas y lloramos. Un momento en mi vida que fue increíble”.
La pareja se casó el 14 de febrero de 1996, en una ceremonia íntima en una capilla de la ciudad natal del vocalista. Si bien Mayte cuenta con gratos recuerdos como pareja, revela que el artista pasaba por un momento emocional difícil.
¿Cómo era ser su esposa?
“Yo nunca lo llamaba Prince y recuerdo que yo siempre le decía ‘el señor’. Para mí llamarlo Prince era raro, porque yo no lo veía como una persona diferente, así que nunca lo llamaba Prince. Le decía el señor. […] Era difícil porque estaba peleando con su compañía discográfica y tenía muchas emociones porque quería sacar más música y no lo estaban dejando, así que se sentía como un esclavo. Por eso es que escribió Slave, porque no le estaban dejando hacer las cosas que quería artísticamente. Él se crió escuchando a James Brown, Chaka Khan, y en esa época sacaban disco cada dos meses, tres meses. Yo lo veía tantas veces hacer un disco en dos meses, y no lo podía sacar. Se sentía físicamente controlado”.
¿Cómo lidiabas con su ánimo?
“Yo siempre trato de encontrar lo bueno. Siempre le estaba diciendo que es bueno que no estuviera sacando tanta música porque la época ha cambiado. Siempre estaba encontrando maneras para que se sintiera mejor, de ver el lado positivo. Siempre lo apoyaba y le daba mucho cariño”.
El anhelo de ser padre
Desde la luna de miel el cantante le reveló su interés en crear una familia. Pocas semanas después, Mayte confirmó su embarazo.
El bebé, a quien llamaron Amiir, nació a los ocho meses y fue diagnosticado con el síndrome de Pfeiffer, una enfermedad de origen genético que se caracteriza por anomalías en el desarrollo del cráneo, entre otras características. “Mi due date (fecha de parto) era el 6 de noviembre. El bebé nació en octubre 16, así que tenía ocho meses. Vivió una semana. Es un síndrome horrible. En esa época no había mucha información”.
¿Cuánto afectó la pérdida en la relación?
“Tratamos otra vez. Me embaracé y la perdimos (a los tres meses). También era difícil para él. Y se puso a tomar estudios de (la religión) Testigos de Jehová y recuerdo que era difícil para mí porque yo pensaba, especialmente después que pierdes un bebé, ¿no celebrar la vida, cumpleaños? Yo casi necesitaba sangre (cuando perdió a los bebés). Hay cosas en esa religión que para mí no estaba de acuerdo, y al final eso fue lo último”.
¿Fue duro el proceso de separación (año 2000)?
“Horrible. No se lo deseo a mi peor enemigo”.
La orientación sexual de Prince generó incertidumbre para muchos. ¿Qué dirías a quien la ponga en duda?
“Él es el único hombre en este mundo que puede ponerse maquillaje, tacos, perfume, y ser completamente heterosexual. Era tan masculino, pero con maquillaje”.
¿Fuiste feliz a su lado?
“Sí. Era mi amor. Mi único amor. Fue mi alma gemela. Un amor así todavía no lo he encontrado”.
¿Cuánto te impactó su fallecimiento (2016)?
“Antes de la religión, él siempre estaba buscando maneras de elevar su espíritu. Siempre era bien espiritual. Siempre estaba leyendo, buscando algo [… ] Él no le tenía miedo a la muerte. Él decía, ‘no me voy a morir (ahora) pero si me muero estoy bien porque sé que voy a ir a donde quiero ir’. Para mí ha sido difícil porque físicamente no está aquí. Pero sé que ahora está súpercontento porque está elevado”.
Su relación con Tommy Lee
Tiempo después del divorcio, Mayte, quien a partir de 2012 participó de varias temporadas en el reality Hollywood Exes, se dio la oportunidad de nuevo en el amor, esta vez con el músico Tommy Lee, de la banda Mötley Crüe. El romance duró cerca de dos años (2000 al 2002). Aunque diferencias en sus respectivos estilos de vida los llevaron a la separación, asegura que el final se dio en buenos términos.
¿Cómo era la relación amorosa?
“Era completamente diferente porque Tommy Lee era bien público. Iba al colmado. Si alguien lo paraba en el restaurante, él paraba. Prince era bien privado. Nunca contestaba el teléfono. Era súperprivado. Tommy era de la gente, así que era para mí era bueno, para ver la diferencia. Era loquito pero no era loco cuando estaba conmigo. Le encantaba cocinar. Él es fanático de las plantas. Él puede ir a un jardín y te dice qué planta, qué flor, de dónde viene. Le encanta. La gente me decía ‘Dios mío, ¿cómo tú estás con él?’. Era como un niño, muy amable”.
Una labor con un amor incondicional
En 2013 la artista estableció en Las Vegas la entidad sin fines de lucro Mayte’s Rescue como parte de su interés por rescatar animales y encontrarles hogar.
“A mí me encanta rescatar perros que necesitan ayuda”, dijo la actriz, quien ha recibido reconocimientos por este tipo de labor. “Para mí lo mejor es encontrarles casa, saber que van a estar amados y que los van a cuidar bien”.
Por otro lado, la artista vive el anhelo de la maternidad a través de Gia, a quien adoptó hace nueve años desde su nacimiento. “Ella es un regalo de Dios. Nació un 12 de noviembre, como yo”.
Mayte, quien está en conversaciones con una empresa de entretenimiento de servicio de streaming para la producción de un documental sobre su vida con Prince, confesó su anhelo por venir a Puerto Rico a brindar clases de baile como parte de sus proyectos profesionales.