El hecho de que Maripily esté 100% segura de que la balanza de la justicia se inclinará a su favor en el caso de violencia doméstica contra su aún esposo Roberto Alomar, proviene de que su corazón está en paz.

“Yo lo perdono a él y perdono a todas esas personas que de un momento a otro se metieron en mi relación e hicieron mucho daño. Yo los perdono a todos porque tú no puedes tener odio en tu corazón, porque, si lo tienes, no vas a salir airosa de nada”, dijo a Primera Hora ayer viernes desde Tampa.

“Por eso, a mí todo me ha salido bien y he salido airosa de todo, porque yo perdono a todos los que me han querido atacar y hacer daño. Estoy con Dios y Dios está de mi lado”, amplió con voz pausada, demostrando templanza y tranquilidad.

Su otra fuente de sosiego es su hijo, José Antonio “Joe Joe” García, de ocho años, de quien lleva separada casi un mes. “El miércoles regresa conmigo y estoy feliz de tenerlo de vuelta. Él es mi todo, mi fortaleza, y por él sigo en pie”, destacó.

Este próximo jueves, la modelo volverá a ver al ex pelotero de Grandes Ligas en el decimotercer circuito de la corte de Florida, en el condado de Hillsborough, en esa ciudad. En esa vista, el juez Raúl Palomino determinará si extiende una orden de protección contra Alomar luego que la modelo reportara haber sido amenazada y maltratada en hechos ocurridos en los últimos cinco meses.

De forma paralela, sigue su curso el divorcio, iniciado por una demanda que hace dos semanas interpuso contra la empresaria el abogado del ex beisbolista, David Maney. En ese entonces, el representante legal e la comerciante, Ricardo “Rick” Calzada, indicó a este diario que tenía lista la contrademanda.

Aunque Maripily rechazó ofrecer detalles sobre el contenido de este documento, adelantó que “está bien fuerte y viene bien cargada”, y que la podría someter la semana que viene. La audiencia para atender este otro asunto está pautada para el 23 de noviembre en ese tribunal.

“Es importante dejar claro que los detalles los daré frente al juez porque estamos hablando de violencia doméstica, de un sufrimiento que yo tuve, de un encierro, de un maltrato sicológico. Yo no soy la única mujer que pasa por esto y quiero alertar a las víctimas a que hagan como yo hice: vencer el miedo, enfrentarlo, ignorar todos los comentarios de las personas que no saben lo que verdaderamente ocurrió y cuánto se padece”, sentenció.

Aunque Calzada había afirmado su interés de llegar a negociaciones con la defensa de Alomar, la ex animadora televisiva reiteró que “la dignidad no se compra con dinero”.

“En realidad, mi abogado busca defender mis derechos como esposa”, dijo explicando las declaraciones de Calzada, quien solicita para su representada la mitad de los bienes adquiridos durante el matrimonio, que cumplió un año en verano.

“A fin de cuentas, es lo justo porque los dos compramos. No fue él solo”, estableció. Insistió, además, en que en ningún momento ha tenido intenciones de hacerle daño a su cónyuge.

“Sólo busco justicia por mi dolor, que esta persona (Alomar) no le vuelva a hacer esto jamás a ninguna mujer ni a ninguna persona”, acotó.

“Yo voy paso por paso. Primero necesito la orden de protección. Después, veré lo del divorcio, y entonces ahí (en noviembre) hablaré con todos los detalles sobre cosas que nadie se imagina, pero lo haré con pruebas, no como otras personas que se han ido fuera del tribunal sin evidencias”, indicó sobre la contrademanda, en aparente referencia a Ilya Dall, ex novia de Alomar que lo demandó por supuestamente exponerla al contagio del VIH.

Atisbó que puso en manos de “detectives” investigaciones conducentes a reforzar los argumentos que expondrá este jueves y en noviembre.

“Mi teléfono está siendo investigado. Todo el que me ha llamado privado va a tener sus consecuencias”, advirtió.

Retoma su vida

Maripily aclaró también que los planes de mudar su boutique al International Drive, en Orlando, y hacerse socia del dueño de un prestigioso un gimnasio de Miami se vienen cuajando incluso desde antes de haber conocido a Roberto Alomar.

“Son proyectos que yo estaba impulsando con mi dinero hace tiempo, proyectos que yo abandoné en el momento en que decidí, llena de ilusión, convertirme en una esposa, en una ama de casa. Yo sacrifiqué esa parte de mi vida, pero ahora la retomaré”, expresó.

“No entiendo por qué critican que yo (esté) maquillada, que me veo bien, porque detrás de esa pintura, de esa ropa bonita y de ese maquillaje hay un corazón que está destruido, porque cuando mi mamá (María Borrero) murió, yo por dentro sentía tristeza y se me estaba rompiendo el alma, y no lucía descuidada. Cuando tuve a mi hijo, tuve una preclampsia severa y estuve regia hasta el mismo día en que di a luz”, exclamó.

“Se cometen muchas injusticias contra la mujer de hoy, y no nos podemos dejar”, dijo como colofón.