Desde niña, a la modelo Maripily le han atraído los bikinis, tanto así que ahora de adulta ha lanzado una colección de estas sensuales piezas que son diseñadas por ella y confeccionadas en Colombia.

Su línea de trajes de baño inspirada para la temporada de verano la presentó este miércoles en la noche en Isla Verde. Las piezas fueron modeladas por las estudiantes de la Academia Actitud de su amiga y compañera de trabajo Shanira Blanco.

Curiosamente, la primera vez que Maripily se puso un bikini fue a la edad de siete años. Cuenta que ante el temor a su padre, por respeto, y para que no la regañara no se atrevía a pedir que le comprara uno.

La también empresaria y animadora narra en entrevista con PRIMERA HORA que “me lo compré color chinita a los siete años. A mí me daban chavitos extra para el Día de los Reyes y cumpleaños, y yo los guardaba. Un día fui a esta tienda y no me lo querían comprar, pero yo lo compré con mis chavos”.

“Mi mamá fue bien alcahueta conmigo. A ella le gustaban las cosas sexy y era liberal. Contrario a mi papá, que es más conservador, aunque él era fisiculturista y se ponía bikini. Pero ahora él está diferente (en actitud)”, acota.

Asegura que su fetichismo con los bañadores es tal que tiene muchos como para poder llenar un clóset entero con todas sus piezas.

Maripily, igualmente, delira por los bikinis g-string, en especial por “los hilitos que son los que me gustan más tipo brasileños. Eso no se utiliza en Puerto Rico sino en Brasil”.

“Aquí todo es más tapadito porque no todo el mundo tiene un cuerpo bonito. Por eso no me baso en lo que a mí me gusta sino que me gusta diseñar para otros”, sostiene la coanfitriona del espacio dominical “¡Qué suerte!”, de Univisión.

Económicos y de todas las tallas

Maripily siente que ha retomado su faceta de empresaria con el pie derecho, debido a que junto con los trajes de baño, disponibles en una variedad amplia de tallas y a un costo de $47, también exhibió una colección complementaria de gafas de Anthony Quintana, y calzado.

“Yo dije que venía a disparar todas mis armas en este regreso con mi boutique y así ha sido. Cuando me levanto de mis caídas no le doy espacio a nadie. Me quiero quedar con todo el canto. Uno se levanta con tanta fuerza y energía que lo que quiere es trabajar mucho”, indica efusivamente.

Esta línea de trajes de baño estará disponible en varias boutiques, incluida la de la artista, próxima a abrir sus puertas en la avenida Esmeralda de Guaynabo, y en las tiendas Pompi. Además, se venderán en otros negocios y al por mayor.

Las piezas también serán cofeccionadas a la medida. Los estilos son de dos piezas y enteros, que son los que traen una faja de control en la tela licra “que te hace lucir más delgada en el área del abdomen”. Hay otros estilos que son dos piezas que son camisa y bikini.

“Soy una mujer que me gusta vender, pero no exageradamente porque la economía no está muy buena. Esos trajes de baño los diseño yo y me inspiro en todas la mujeres que se me acercan, y dicen sus intereses. Luego los envío a Colombia para que los hagan en Medellín y en Calí”, manifiesta la comerciante, quien cuenta con nuevos proyectos en agenda para la televisión internacional.

Los colores resaltados en las telas son amarillo, marrón, azul y violeta. Hay, además, estampados en flores, círculos y rayas. Y el color negro, que no pasa de moda, ha sido utilizado en los bañadores.