Llegó el momento de Marisé Álvarez
La actriz goza un gran momento profesional trabajando para la televisión española y la estadounidense.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 5 años.
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En el lenguaje de la actriz Marisé “Tata” Álvarez Hernández hay dos palabras que nunca faltan: hacer y estar.
Sobre esos dos vocablos descansa mucha, si no toda su trayectoria artística, porque desde que se formaba en la Universidad de Puerto Rico y luego entró a talleres teatrales como Jóvenes del 98, Agua, sol y sereno, y Teatro Breve no ha dejado de hacer ni de estar.
Hizo café, cuando había que hacer café, hizo vestuarios, escenografías, con sus colegas hizo un taller de trabajo propio y cuando surgen las oportunidades, ella está.
Y es así porque ha procurado hacerse presente en una multiplicidad de trabajos y personajes que cada vez la revelan de forma distinta.
Ahora está justo en el momento en que una vez se visualizó. Es ese punto al que, “aunque sigues tu vida y tu ritmo y haciendo todo lo que tienes que hacer, indirectamente sigues trabajando para eso”, para llegar a ese lugar donde todo lo anterior toma un sentido mayor.
En septiembre próximo debutará en la televisión española con la serie El corredor de la muerte, una producción de MoviStar y Bambú basada en el caso real del sentenciado a muerte Pablo Ibar. En ella interpreta a la puertorriqueña Tania Quiñones, quien fue la pareja del acusado de un triple asesinato en la ciudad de Miami en 1994. “Ibar” es representado por el actor Miguel Ángel Silvestre (Velvet, Sense 8).
Mientras eso llega, transita, crea y espera en medio del calor boricua a que surja la llamada con la posible confirmación del piloto Hombre, que coprotagoniza con el actor Gael García Bernal. Es también una historia real y muy actual que pudiera desarrollarse por el canal Showtime.
Todo esto tomó forma justo después de sufrir un accidente en un autobús en Colombia el pasado enero, que creyó era el final.
“Yo me despedí”, dijo del momento en que se vio volando en el interior del vehículo colectivo y cuyo impacto le causó heridas delicadas en el lado derecho del rostro.
Ahora lo cuenta como quien está en su segundo turno al bate.
“Pasó en el momento perfecto, porque me siento que con los años he evolucionado como intérprete, como actriz y como artista”, dijo esta miembro fundadora del colectivo Teatro Breve. “Uno va encontrando su voz y su manera de hacer las cosas, que todas siempre son diferentes para los actores, así que llegó en un buen momento. Después de un susto, un susto de vida, un accidente que uno dice, ‘Ándale, Dios mío, esto pudo haber sido (lo último)’, así que esta es mi segunda oportunidad y estoy bien agradecida”.
Sus mentoras Rosa Luisa Márquez y Carola García, y Teatro Breve son la columna de este presente prometedor que una de sus tías le resumió con esa frase de uso popular que recoge el éxito de alguien: “¡Nena, llegaste a Hollywood!”.
“Mis maestras y Teatro Breve. Esa es mi escuela, ahí he hecho cosas que jamás pensé que iba a hacer. Nació el stand up, que jamás pensé que iba a hacer. Le decía a Mikephillippe (Oliveros), no me gusta, es un género que no me gusta, y ahora estoy adicta, o sea, que es mi escuela de producir, de crear con las nenas, desarrollar proyectos, y de escribir y de trabajar en grupo. Teatro Breve es mi casa y eso no se acaba nunca”, aseguró.
Si estará en la próxima edición de Noche Jevas, eso no se sabrá hasta el estreno.
Tata, como mejor la conocen, trabajó el personaje para la serie española leyendo el libro en el que se basaron los productores Ramón Campos, Gema R. Neira y Diego Sotelo, y escudriñando sobre la vida de la puertorriqueña Tania Quiñones.
A la mujer la quiso conocer, pero le recomendaron que no, porque hace un par meses se veía el segundo juicio en Miami, Florida.
“Que sea una historia verídica es triple responsabilidad para el trabajo, porque ese personaje existe y esa historia sigue pasando. Fue a juicio en octubre y le acaban de dar cadena perpetua”, estableció del caso de Pablo Ibar, a quien cree inocente.
Compartió que cuando le confirmaron el personaje no sabía quién era Miguel Ángel Silvestre. Muchas mujeres en su entorno casi la enjuician por andar perdida, pero no tardó en descubrirlo.
La historia con Gael García Bernal fue distinta, porque es fanática de su trabajo, así que con él sí hubo algo de histeria y por muchas razones. Por la oportunidad nítida de saber cómo piensa y trabaja e intercambiar impresiones, pero también porque es otra historia real sobre la tragedia de los inmigrantes indocumentados en Estados Unidos.
“Tengo la responsabilidad de interpretar a ese personaje que es mexicana, que no es mi realidad, ni es cercana a la nuestra aunque seamos latinoamericanos y compartimos un montón de cosas, pero es una realidad sobrecogedora”, manifestó del papel que estudió con el libro de Carla Cornejo Villavicencio y hablando y preguntando.
Con estas oportunidades se expuso a dos mundos de trabajo distintos. En Los Ángeles encontró estructura y todos los muñequitos, como se dice comúnmente cuando todo está alcance, mientras en España el trabajo creativo es tan libre como aquí.
En las próximas semanas, a Tata le toca hacer de nuevo, esta vez las maletas, para estar presente en Los Ángeles... y seguir haciendo.