Ricky Martin y Jwan Yosef querían tener una familia amplia, con muchos hijos; cuando ambos se conocieron por redes sociales y gracias al arte en 2016, el cantante ya tenía a sus gemelos por vientre de alquiler, pero el futuro les depararía poder tener dos hijos en común y formar una familia de seis integrantes que seguirá unida a pesar de que la pareja anunció su divorcio ayer, tras seis años de matrimonio.

En una casa que volvieron su hogar en Los Ángeles, ambos pensaron en tener espacios llenos de arte y se enamoraron de la propiedad desde que la conocieron; hay en ella un árbol “chueco” en el que sus hijos se divierten y Ricky llevó a la casa una mesa que compró hace 25 años. Ahí también están los premios Grammy que ha ganado a lo largo de su carrera y que ahora seguramente serán llevados a otro lado tras la separación de la pareja.

“Ambos hemos decidido terminar con nuestro matrimonio con amor, respeto y dignidad para con nuestros cuatro hijos y recordando lo que hemos vivido como pareja todos estos años maravillosos”, expresó el cantante puertorriqueño y el pintor sirio de nacionalidad sueca a través de un comunicado dado a conocer por la revista “People”.

“Nuestro mayor deseo ahora es continuar teniendo una dinámica de familia saludable y una relación centrada en la paz y la amistad, para así seguir este junte educando a nuestros hijos, preservando el respeto y el amor que nos tenemos”, agregaron los artistas.

El rincón familiar de Ricky Martin y Jwan Yosef

Ricky, mayor que Jwan por 13 años, anunció el 10 de enero de 2018, que él y Yosef se habían casado, tras dos años de noviazgo: “Soy un esposo, pero vamos a hacer una gran fiesta en un par de meses. Ya les dejaré saber”, señaló Martin en aquel momento.

En 2018, la pareja sorprendió con un anuncio muy especial, pues recibieron el año con una nueva bebé en brazos: la adopción de su primera hija a la que llamaron Lucía. El puertorriqueño reveló la noticia en Instagram con una foto de la pequeña agarrando dos manos de adulto.

“Nos emociona anunciar que nos hemos convertido en padres de una hermosa y saludable niña a la que hemos llamado Lucía Martin-Yosef”, escribió el cantante y activista. “Esto ha sido sin duda un cumpleaños y celebración de la Navidad única en nuestras vidas”, compartió en aquel entonces.

El artista dijo: “Tanto sus hermanos como Jwan y yo estamos completamente enamorados de nuestra beba y agradecidos de poder comenzar este 2019 con el mejor regalo que podíamos recibir, el regalo de la vida”.

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En 2019 la pareja anunció que la familia se agrandaría con la llegada de un varón llamado Renn Martin-Yosef: “Nuestro hijo Renn Martin-Yosef ha nacido”, señaló Ricky Martin a través de su cuenta de Instagram, en una fotografía en la que se le ve sonriente junto a su pareja sosteniendo al bebé en su regazo.

Martin anunció la llegada de su nuevo hijo durante un discurso en la Cena Nacional de la Campaña de Derechos Humanos. En ese momento no dio entonces ninguna información de quién era la madre o qué método reproductivo fue utilizado, sin embargo, después se supo que fue por subrogación.

El anuncio del nacimiento de su cuarto hijo fue seguido de todo tipo de felicitaciones para el cantante, que siempre dijo que le gustaban las familias numerosas, tras casarse con Jwan Yosef. “Jwan, te amo. Mis gemelos bellos Valentino y Matteo, los amo con todo mi corazón. Ustedes son mi fuerza, me inspiran todos los días para hacer lo que estoy haciendo”, había dicho.

En una entrevista con la revista “Out Magazine”, Ricky, quien formó un auténtico nido de amor con Yosef y sus cuatro hijos, confesó que, a veces, pasaba por su mente tener más hijos: “Hay momentos en los que quiero diez más, y luego están esas mañanas en las que todo el mundo llora y yo digo: ‘Está bien, tal vez estemos bien los seis’”, reveló.

Ricky y Jwan tenían en común su gusto por el arte y la familia. En su hogar de Los Ángeles, personalizaron cada rincón para que éste fuera especial, uno de sus favoritos, contaron a Architectural Digest México y Latinoamérica, era un espacio al aire libre donde había unos cómodos sillones y se podían hacer fogatas nocturnas; la recámara de la pareja tenía un amplio baño y en la casa se podía encontrar un cine y un estudio.

En esta casa, Ricky se visualizaba como un abuelo con domingos familiares: “Me encantaría tener muchos nietos en el futuro y tener todos los domingos llenos de familia”.