Tras el fallecimiento del afroamericano George Floyd a manos de la policía estadounidense, Kylie Jenner confesó que teme por el futuro de su hija Stormi.

La hermana menor de Kim Kardashian recurrió a las redes sociales para expresar su indignación por la muerte de Floyd y su apoyo a la comunidad afroamericana, que continúa exigiendo justicia en Estados Unidos.

En su mensaje público, Jenner señaló que desea un mejor futuro para su pequeña Stormi Webster, cuyo padre es el rapero afroamericano Travis Scott.

“Personalmente, nunca experimentaré el dolor y el miedo que mucha gente negra alrededor del país vive todos los días, pero sé que nadie debe vivir con miedo y nadie merece una muerte como la de George Floyd y tantos otros”, dijo en su Instagram.

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since watching the most devastating and completely heartbreaking video showing the murder of George Floyd earlier this week I haven’t been able to get his face and his words out of my mind. i’ll never personally experience the pain and fear that many black people around the country go through every day but i know nobody should have to live in fear and nobody deserves a death like George Floyd and too many others. speaking up is long overdue for the rest of us. we’re currently dealing with two horrific pandemics in our country, and we can’t sit back and ignore the fact that racism is one of them. i fear for my daughter and i hope for a better future for her. my heart breaks for George Floyd’s family and friends. Don’t let his name be forgotten. keep sharing, keep watching, keep speaking out, because it’s the only way we can come together to help bring this much needed change and awareness. Rest In Peace, George Floyd. 🕊🤍

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“Actualmente estamos lidiando con dos pandemias horribles en nuestro país, y no podemos sentarnos e ignorar el hecho de que el racismo es una de ellas. Temo por mi hija y espero un mejor futuro para ella”, agregó la exitosa empresaria.

George Floyd, el estadounidense negro que murió esta semana en el suelo bocabajo con la rodilla de un policía blanco sobre su cuello, era un alma generosa que había dejado Houston para empezar una nueva vida en Minnesota, donde perdió su trabajo durante la crisis del Covid-19.