Si algo no identifica a la actriz Johanna Rosaly son los deportes.

Su único ejercicio es caminar y, aunque corre bicicleta, lo ve como un medio de transporte más que como una actividad física.

Por ello fue una sorpresa encontrarla en los pasados días en medio del bullicio tuitero que ha provocado la serie de triunfos del equipo de Puerto Rico en el Clásico Mundial de Béisbol.

“No soy de ver juegos de pelota y no he sido fanática nunca de los deportes, y no practico ningún deporte, ni siquiera sé nadar”, admite.

Pero ello no la impidió de ser seducida por el orgullo nacional, al punto de unirse a lo que se convirtió en el grito colectivo de pu... ante la victoria de los boricuas sobre Estados Unidos. Lo repitió el domingo con el histórico triunfo ante Japón.

Su reacción, reconoce, cambió la perspectiva que algunos tenían sobre ella. “Uno me dijo: ‘Yo siempre pensé que usted era tan come...’”, contó Rosaly riendo.

Fuera de la celebración, la red social Twitter tiene múltiples valores para la artista. Es su nuevo punto de encuentro.

“Por años me había rehusado a entrar en Facebook; entendía que era demasiado íntimo y hubiese sido compartir demasiado mi intimidad, pero mi hija (la actriz Alfonsina Molinari) me había comentado que el Twitter me iba a gustar”, compartió ayer, mientras preparaba un dulce de grosellas.

“En enero cumplí 65 años y decidí como ejercicio de vitalidad, descubrir esta tecnología y el día antes de mi cumpleaños (12 de enero) entré a Twitter y he descubierto que es perfecto para mi personalidad y mis intereses”, sostuvo la galardonada histrión.

Su nacimiento tuitero de inmediato le permitió un intercambio de opiniones y sobre todo, un ejercicio ortográfico.

“Hubo reacción porque mis tuits son correctos ortográficamente, aunque a veces tengo que abreviar, pero trato de que sean muy correctos ortográficamente y en sintaxis. También he tenido mi porción de haters, porque he expresado mis posturas sobre asuntos que son bastante neurálgicos, como la realidad del mundo gay, que para mí es muy importante”, apuntó la artista, quien está fascinada con los talleres que ofrece a maestros sobre el teatro como recurso pedagógico.

A poco más de dos meses de su debut en la red social, Johanna está a punto de alcanzar los dos mil seguidores, casi la misma cantidad de sus tuits.

“Estoy jukeada; yo vivo sola, no tengo con quien dialogar la lectura de un periódico, como cuando uno tiene familia o una pareja, y al estar sola, los tuits me han venido de maravilla”.