La influencer brasileña Aline Ferreira, de 33 años, falleció el pasado martes de un paro cardíaco después de someterse a una operación de glúteos.

La joven trabajaba como modelo y en Instagram compartía contenidos de moda, estilo de vida y viajes.

Fue el pasado 23 de junio cuando Ferreira fue a la clínica Ame-se, de Goiania, para realizarse una cirugía estética que le prometía aumentar y levantar el tamaño de su trasero con polimetilmetacrilato (un componente plástico).

Luego de la intervención quirúrgica, regresó a su casa y, al día siguiente, comenzó a tener fiebre. Tras ello, su esposo regresó a la clínica y le dijeron que era “normal” y debía tomar medicamentos.

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Sin embargo, Aline sufrió un desmayo y tuvo que ser internada en el Hospital Regional Asa Norte, donde estuvo hasta el 29 de junio, antes de ser trasladada a un hospital privado, en el cual falleció el 2 de julio.

Luego de la muerte de Ferreira y la posterior denuncia familiar, el médico fue detenido y se sabe que la clínica no estaba registrada para hacer tal procedimiento estético.