Pasaron 15 minutos y todo el ambiente cambió. A las 8:45 de la noche, la casa de Luis González, el hermano de Ingrid Rivera, estaba impregnado de alegría, sonrisas y múltiples conversaciones.

“Estoy nervioso, tengo mariposas en el estómago, tengo mucha ansiedad, pero tranquilo porque ella sabe hacer el trabajo bien”, expresó Luis González sobre su hermana, minutos antes de que comenzara el certamen.

A las 9:00 en punto, tíos, primos, sobrinos y los abuelos maternos de la beldad se sentaron frente al televisor que Luis González ubicó en la terraza de su casa en Guaynabo para ver el certamen.

Y esperaron, esperaron.

Primero gritaron cuando Miss Puerto Rico salió ataviada con su vestido típico y repitieron grititos cuando los animadores empezaron a llamar a las 15 semifinalistas. Pero los rostros de alegría fueron cambiando a medida que iban nombrando a las candidatas y no mencionaban a Ingrid. Cuando quedaban dos espacios, ya no se escuchaba nada, sólo el sonido del televisor. Los sobrinos de la reina boricua miraban atentos la pantalla y pedían que llamaran a “tití”. El hermano de la beldad estaba perplejo, mientras otros familiares entrelazaban sus manos, como si estuvieran rezando. Quedaba sólo un espacio. Los nervios se sentían y la desilusión comenzaba a asomarse, hasta que pasó lo que nadie quería: no llamaron a Ingrid.

El rostro del hermano de la reina estaba desencajado. Se quedó unos segundos mirando la pantalla, mientras las semifinalistas sonreían con fuerzas. No podía creerlo.

“Sigue siendo nuestra reina, nuestra niña bonita y todo esto ha sido una experiencia bien grande para ella para ser un mejor ser humano. Estas cosas moldean a uno para el futuro. Yo sé que Ingrid no se queda aquí, tiene la capacidad para llegar lejos”, manifestó Luis González, tratando de contener las lágrimas.

La abuela materna de la joven, Modesta Zayas, tomó con tranquilidad el resultado de la competencia y exhortó a su nieta a quitarse de los certámenes y seguir estudiando.

“Ella todavía tiene un mundo por delante, además, ese certamen se va a caer. No te fijas las cosas que pasan… Hasta ella compartió con ese señor (Donald Trump). Hizo tanto, dejó sus estudios por esto… pero ella es fuerte y seguirá siendo nuestra reina. Ahora, creo que se debe de quitar de los certámenes y que termine sus estudios porque hay muchas cosas por hacer, que se eduque”, manifestó la abuela de la beldad boricua, acompañada de su esposo, Jacobo Santos.

Evelyn Santos, tía de Ingrid, por su parte, no salía de su asombro al conocer el cuadro de las semifinalistas.

“Esperaba que estuviera entre las 15. Realmente no sé qué pasó. Escuché que estaba medio deprimida por la muerte de su promotor (Miguel) Curbelo, pero ella se preparó muy bien e hizo muchos sacrificios, sólo Dios sabe”, manifestó.