El actor cubano Guillermo de Cun estaba “listo para vivir” cuando la muerte lo sorprendió el miércoles en el hospital Auxilio Mutuo, en Hato Rey, a causa de un infarto masivo.

En conversación con Primera Hora el viernes durante el velorio en la Funeraria Buxeda, en Hato Rey, la viuda, Ana Margarita Domínguez, compartió que, aun estando en el hospital, su esposo “todo lo cogía a broma” y tenía “muchos planes”.

Para ella, la muerte de su esposo es “una pesadilla” que la mantiene “en shock”.

Guillermo de Cun fue hospitalizado por una bronquitis que, luego de terapias, no había mostrado mejoría, y se le realizaría un cateterismo.

“Él decía que lo peor que le podía pasar era una operación de corazón abierto, él decía que estaba listo, para vivir él estaba listo. Teníamos muchos planes. Yo le decía de irnos a un hotel para que nos trataran como reyes y quedarnos en una piscina o en una playa, pasear, hacer nada. “Él me dijo: ‘Averíguate en Vega Alta o Vega Baja, por allá, las playas, para irnos del área’. Decía (en referencia al hospital): ‘Estamos ahora en la casa de campo’. Él todo lo cogía de broma”, narró la dama, acompañada por la actriz Martita Martínez, amiga cercana de la familia, quien confirmó lo dicho por la viuda, junto con quien el difunto vivió 24 años de matrimonio.

“Guillermo tenía la habilidad de que siempre te hacía reír. Si te notaba triste, se te acercaba y ya, de una forma u otra, tú terminabas riéndote. Él era un rayito de alegría para todos nosotros”, compartió la madre de Guelmarí Oppenheimer.

“En primer lugar, catalogo a Guillermo como un caballero en todo el sentido de la palabra, un gran actor, un gran compañero, y sobre todo, mi amigo del alma. Lo voy a echar mucho de menos, me va a hacer mucha falta el cafecito por la mañana que nos tomábamos”, agregó Martita Martínez, quien era compañera de trabajo de Guillermo de Cun en el Taller Dramático de Radio (940 AM).

La artista señaló que “él cumplió con su misión y deja un legado muy bonito de gran actor, gran compañero y, sobre todo, un caballero como pocos. Dio cátedra de actuación a muchos y, sobre todo, el respeto a nuestra profesión. Él era un respetuoso de nuestra profesión, amaba lo que hacía y lo respetaba”.

También asistió al velorio el actor Erick Pérez, quien, aunque no trabajó junto con Guillermo de Cun, sí tuvo sus palabras acerca del fallecido artista y sus luchas a favor de la clase artística puertorriqueña.

“Lo único que lamento es que nunca pude trabajar con él. Pero las veces que pude compartir con él siempre fue un caballero, un excelente compañero. Siempre fui un admirador de él”, relató.

Erick Pérez agregó que “sobre todo, aunque vino de afuera, porque él era cubano, se hizo puertorriqueño luchando por los derechos de todos nosotros”.

“Cuando yo fui presidente del Colegio de Actores, él fue uno de los grandes aliados en la lucha por los derechos de trabajo de los actores, y me consta que, en su último trabajo, que fue en el taller actoral de WIPR Radio, también libró batallas a favor del grupo, principalmente, a favor de los actores”, recordó.

También asistieron, entre otros, Lourdes Chacón, Luis Daniel Rivera y Raquel Montero.

Entre hijos biológicos y de crianza, a Guillermo de Cun le sobreviven “Guillermito”, “Mechi”, “Miguelito”, Gloria y Alberto.

El cadáver fue velado a caja cerrada. Hoy, sábado, a las 11:00 a.m., se realizaría un servicio religioso en la Funeraria Buxeda. El entierro sería al mediodía, en el cementerio municipal de Guayama.