Emotivo mensaje del esposo de Keylla Hernández
“Fueron muchos milagros. Keylla sí tuvo un progreso inmenso y nadie decía que Keylla estaba enferma ante las cámaras de televisión. Nadie".
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 5 años.
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Durante los actos protocolares, Robin Rodríguez, esposo de Keylla Hernández, tomó la palabra para dirigir al público el siguiente mensaje:
“Buenas tardes. Voy a comenzar pidiendo mis excusas porque estoy ronco, pero eso no va a impedir que yo hable en la tarde de hoy.
“Número uno, antes de comenzar, todos tienen una idea de quién era la persona en mi hogar que se levantaba y hablaba en el micrófono y no era este servidor.
“Quiero comenzar agradeciendo al municipio de Mayagüez y a su alcalde José Guillermo Rodríguez, que no tuve duda alguna de que este evento se podría realizar aquí donde estamos en el día de hoy. Se lo acabo de comunicar al alcalde. Y no dudé de que sí íbamos a tener esa aceptación. Quiero agradecer a la Policía de Puerto Rico, que nos ayudó sustancialmente esta mañana. A la policía de San Juan, la policía de Mayagüez, gracias.
“Wapa TV... Sumamente agradecido de toda esta trayectoria de mi esposa. Fueron sobre 20 años de servicio, donde Wapa, Televicentro, en ningún momento nos dio la espalda y todo lo que necesitábamos lo obteníamos de ellos. No tuvimos en ningún momento ninguna necesidad y su patrono fue sustancial en este proceso.
“Quiero agradecer a la familia. La familia. Y la familia comienza con todos ustedes. Todo Puerto Rico oraba y ora por mi esposa. Hoy en la mañana en la misa padre Milton menciona ‘a Keylla se le dio su sueño y su milagro’. Cuando en septiembre del 2015, aquel escenario era desastroso para todos nosotros... no existe palabra alguna que describiera lo que había en el cuerpo de Keylla. Y como mencionó hace poco Celimar, Keylla tuvo muchos milagros. Fueron tres años y tres meses posterior a la noticia que todos ustedes fueron testigos. Y no les voy a negar que dudé en el momento en que ella les comunicó a cada uno de ustedes, a través de la emisora, y le dije ‘Keylla, creo que nos estamos precipitando. Todavía no tenemos la confirmación certera de que ese es el diagnóstico’. La contestación de ella fue: ‘Robin, mientras más rápido el pueblo lo sepa, más rápido van a estar orando por mí’. Qué contestación yo le tenía a eso: ‘tú tienes toda la razón mi amor, tú tienes toda la razón’.
“Fueron muchos milagros. Keylla sí tuvo un progreso inmenso y nadie decía que Keylla estaba enferma ante las cámaras de televisión. Nadie".
“Keylla reflejó vida en todo momento y su mensaje era vivir. ‘Robin yo estoy aquí para vivir’. Y lo demostró y lo hizo.
“Su segundo mensaje, y sé que estás ahí mi amor. Su segundo mensaje: Agradecimiento. Y es muy común escuchar, ‘perdimos la batalla, perdimos la guerra...’.
“Keylla no perdió. Keylla ganó. Keylla unió a un pueblo en oración en los momentos difíciles de Puerto Rico. Y cada oración pellizcaba a Dios allá arriba, ‘te estoy pidiendo por Keylla’. Y Él nos concedió tiempo, donde logramos muchas cosas, en su vida personal, nosotros como familia, ustedes como Puerto Rico.
“Quiero agradecer en especial a toda la familia. A los Hernández, a los Ramos, y no puedo dejar de mencionar a su madre, que ante lágrima viva estuvo con ella hasta el momento más difícil. Miriam me quito el sombrero ante ti de cómo lo has manejado. Me siento sumamente orgulloso de pertenecer a tu familia. Jannette, no importa la distancia, estuviste ahí en los momentos clave. Gracias por eso. William, tú sabes el amor que le diste a tu hija. Disculpa, pero lo tengo que decir así… Papito, tu hermana. Único hermano, te amaba con todo el corazón. Tití, no te quedas atrás. Tú sabes que estuviste ahí y te damos gracias por eso.
“Nuevamente quiero decir gracias Puerto Rico, gracias Mayagüez. Dos mensajes importantes de mi esposa: vida y agradecimiento. Agradecimiento por el atardecer, agradecimiento por el amanecer. Agradecimiento por la brisa, por el calor... Saber agradecer.
“Gracias Mayagüez, gracias por sus oraciones. Gracias, Puerto Rico. Dios los bendiga.
“Keylla, te amo.”