Los admiradores del actor y cineasta Efraín López Neris que pensaban que ya estaba retirado, sepan que a sus 80 años cuenta con buena salud y sigue activo trabajando en un proyecto histórico que reflejará al Puerto Rico de cuando él era niño. 

“Si no estoy haciendo un embeleco me enfermo. Tengo que estar bregando con algo de teatro, shows, películas porque me entra lo del neurótico”, dijo el comediante que el año pasado hizo un personaje en el filme Yo soy un político. 

Sentado junto a su perrita, Muñeca, reveló que su nuevo sueño podría ser una película para televisión o un especial de varios episodios con personajes interpretados por amigos suyos, como el actor René Monclova. 

“Haciendo un análisis de la vida actual, la juventud, la política, y todo lo que acontece, pensé en hacer algo que esa misma juventud, y mucha gente de nuestro País y visitantes, conozcan como era Puerto Rico en los años que yo me criaba, por lo que empezaría por mi barrio, el Tomás de Castro en Caguas, a contar cómo vivía su gente. Mi abuelo era agricultor y aprendí a sembrar tomates desde chiquito porque esa era la forma de sobrevivir, y pescando en el Río Cagüitas. Fue una época en que desde temprano aprendías a respetar, a valorizar y a trabajar”.

El actor, a quien el fallecido alcalde William Miranda Marín nombró “alcalde del barrio Tomás de Castro”, compartió que aquel muchacho de campo logró estudiar en el Actors School de Nueva York, siendo pobre, junto a los grandes actores del cine que surgían en la década de los 50.

“Fue Miss Burgos, mi maestra, que nos metió por la cabeza la actuación y nos fue moldeando en ese mundo. Ella nos habló del Actors Studio en Nueva York. Llamé a una tía que tenía en Nueva York y le dije que no tenía chavos pero iba a buscar un trabajito allá. Conseguí el dinero en un trabajo de verano y arranqué. Ya estaba en el Actors Studio cuando conocí a un muchacho que su papá tenía una tienda de ropa y me dio trabajo. Los que estudiaban allí eran Robert de Niro, todos los grandes que después invité a actuar en mis películas en Puerto Rico, se hicieron mis panas”. 

El actor puertorriqueño José Ferrer, ganador de un Oscar, fue su maestro.

“Le dije ‘un día lo voy a dirigir’ y me contestó: ‘Avanza que me estoy poniendo viejo’. Cuando fui a hacer la película Isabel la negra lo llamé. Le dije el título y reaccionó: ‘La señora de Ponce’. Me preguntó si ella estaba de acuerdo. ‘Claro, si logré que ella pusiera los primeros chavos’, respondí. Comentó: ‘Sabía que tú podías, cuenta conmigo’. Llamé a Raúl Juliá, que estudiamos juntos, y aceptó. Todos querían estar en ese casting”.

Para sorpresa de Efraín, lo llamó un distribuidor de Columbia Pictures para notificarle que Isabel la negra -una famosa madama de Ponce- estaba siendo doblada al chino.

“Es la primera película puertorriqueña doblada al chino, ya la doblaron en francés e italiano, nunca pensé algo así”.

Recordó el guionista que se encontraba con unos amigos en el Viejo San Juan cuando surgió la idea de filmar una película de “Isabel la negra”.

“Esa noche me fui con un pana donde Isabel y llegamos en la madrugada. Cuando ella me ve dice: ‘¿Tú no eres el cuernú de la televisión?’ - el personaje de ‘Cándido’ que se hizo popular-. Le expliqué que deseaba rodar una película de su vida, ella se rió y me dijo que yo estaba loco, pero me dio los derechos para hacerla. La filmé en inglés y en español grabando cada escena dos veces, así semantiene la esencia, los acentos y hay variedad en la actuación. Isabel murió antes de ver su historia en el cine”.

El actor elogia la nueva generación de cineastas boricuas.

“Acabo de actuar con un grupo de jóvenes que hicieron un trabajo cinematográfico de primera. Muchachos que han estudiado, que son serios, que se fajan, que han aprendido a levantar capital aquí y afuera. Esa es la esperanza”.

Pleno con su familia

A estas alturas de su vida López Neris afirma que se siente realizado porque su carrera ha sido todo lo que ha soñado.

Igualmente se siente como padre de tres hijos, de su primer matrimonio, Efraincito, René y Giana. 

Sin embargo, es su vida junto a su esposa, Dalila Nazario, lo que más lo regocija. 

“Dalila es una mujer de fortaleza. Soy bien afortunado porque tengo la suerte de hoy día, a mi edad, estar con una mujer maravillosa, profesional, comprensiva y amorosa con la que comparto una hija, Muñeca, nuestra perrita”.

No obstante, desde hace unos años Dalila, quien laboró muchos años con el Bankers Club, viene atravesando unas recaídas en su salud. Pero su carácter siempre alegre y el apoyo de su esposo ha sido vital para su recuperación. 

“Estamos en la brega, pero ella se está haciendo unos exámenes y los resultados son positivos. Los medicamentos han parado todo el proceso y entramos en el proceso de sanación”. 

De la política del País, el director señaló lo peor son “los políticos”.

“Y al País que Dios lo cuide y proteja de la política y de los políticos porque no hay una dirección real. La política se ha convertido en un negocio, y eso es bien negativo, porque se dirige un país a base de intereses económicos y las grandes corporaciones”.