La amplia sonrisa del recordado animador de televisión, Eddie Miró, sigue intacta. Igualmente su buen sentido del humor, porque para él, “la risa es la mejor medicina”. Verlo sonreír es viajar con él a los tantos momentos en que una lo observó a través de la pantalla local conduciendo con entusiasmo y especial dominio programas iconos, como fueron “Noche de gala” y “El show de las 12″, que presentó por 40 años.

Entretener a sus coterráneos, como lo hacía de lunes a viernes, es lo que más extraña de esa etapa de vida que él todavía abraza con profunda nostalgia. “Lo más que extraño es entretener, hacer reír a la gente, eso es un bálsamo”, afirmó con un tono de tristeza. “Cuando haces reír a un público completo, no hay suero que valga”.

Eddie Miró, ahora con 86 años de edad, compartió su estado de ánimo con este diario durante una de las primeras sesiones de terapias en la Sociedad de Educación y Rehabilitación (SER) de Puerto Rico en busca de lograr una mayor independencia dentro de los retos físicos que le acarrea un reciente diagnóstico de un tipo de distrofia muscular conocido como Miopatía de Bethlem. Esta condición le está afectando, principalmente, el área del cuello, al punto de no poder sostenerlo erguido, con excepción de los momentos en que está sentado, que sí puede tener un mejor control del cuello y cabeza.

“Es un tipo de distrofia muscular, que se la descubrimos porque después de su operación de la espalda, pasó el tiempo y él estaba perfecto, pero de repente comenzó a tener problemas con el cuello que, primero estaba de lado, y se le fue cayendo la cabeza”, explicó la mayor de las tres hijas del presentador, Dana Miró. “Lo llevamos a un grupo de neurólogos de Centro Médico, se hizo una biopsia y ellos lo refirieron a un genetista, el cual le hizo pruebas genéticas a él y a nosotras también. Ahí es que se diagnostica la condición, que es hereditaria y es distrofia, así que va a afectar eventualmente todos los músculos”.

Además de una buena nutrición y, afortunadamente, “El Caballero de la eterna sonrisa” goza de buena salud, los médicos recomendaron fortalecer los músculos con ejercicios y otras actividades físicas que lo mantengan activo y lo más independiente posible. Con esa recomendación, la familia llegó a SER de Puerto Rico, que él mismo recuerda las tantas veces que trabajó en la recaudación de fondos para potenciar los servicios de este centro de rehabilitación para niños, jóvenes y adultos con diversidad funcional o alguna condición adquirida.

“Me siento un poquito down, porque Eddie Miró nunca ha sido así, pero estoy consciente de que voy a mejorar esto y voy a estar otra vez como el Eddie Miró que la gente conoce, y como decía horita, esta gente me endereza y ya no me confunden con Pan Doblao’”, expresó el otrora imagen de las producciones del fenecido Paquito Cordero (1932-2009).

Eddie durante una de las terapias que recibe en SER. Con ellas se busca que sea lo más independiente posible.
Eddie durante una de las terapias que recibe en SER. Con ellas se busca que sea lo más independiente posible. (Alexis Cedeño)

El plan de terapias que recibe lo dirige Felicita Figueroa, quien es la supervisora del área de terapia física. Esta profesional indicó que, tras una evaluación de las fortalezas y debilidades, se estableció una ruta a seguir en busca de hacerlo lo más funcional e independiente posible. “La meta general, tanto de la esposa (Ita Medina) como de Eddie, es que él pueda continuar el mayor tiempo posible siendo independiente y hay unos detalles que a veces uno descubre en las evaluaciones y a veces ellos no se dan cuenta de las destrezas que tienen y que puedo yo ayudarlo a que las utilicen, o que las sigan utilizando, así que vamos a ir bregando mucho con lo que es la postura, y ver hasta donde nosotros podemos mejorar esa postura, y buscar con asistencia de algunos equipos y cosas que sean funcionales para él, para que pueda mantener esa postura”, detalló Figueroa.

La terapeuta fue enfática en la importancia de la educación en esta etapa del tratamiento para que él pueda replicar lo aprendido en su hogar y en sus actividades, como es el trabajo que realiza a diario en el campo de golf de Bayamón, donde asiste a los visitantes y ayuda a promover los servicios que allí se ofrecen.

Durante esta visita, la terapeuta ocupacional Edaliana Díaz Feliciano lo asistió con un equipo para que él pueda quitarse y ponerse las medias y los zapatos con más facilidad. “En base a la evaluación, tomamos decisiones acerca de cómo le podemos ayudar a que el participante mantenga la mayor funcionalidad y la mayor independencia posible dentro de sus actividades de la vida diaria”, reiteró la especialista.

Su familia ha sido su gran fortaleza en todo este proceso.
Su familia ha sido su gran fortaleza en todo este proceso. (Alexis Cedeño)

Ita Medina, excoreógrafa y bailarina, ha acompañado a Eddie Miró por 61 años. Ha sido esposa, madre de las tres hijas -que completan Michelle y Christie- y sobre todo, ha sido la columna que lo sostiene, ahora más que nunca. Él la procura cerca constantemente. La llama por su nombre de pila, Juana.

“Cuando él dice Ita, digo, ‘Qué hice mal, porque yo soy la Juana de él desde que nos conocimos’. Lo descubrió en el pasaporte, que es mi nombre. El Ita es de Juanita, y después me lo cambié, porque la gente conocía a Ita Medina, no a Juana y él me dijo, ‘Pero estoy casado con Juana, y sí, soy su Juana’”, afirmó con un amor que le brota en cada palabra, en cada gesto.

Ita no oculta la aflicción que observa en su esposo por verse limitado de ser el hombre independiente, vivaracho y proveedor que fue hasta hace muy poco. “Yo lo veo muy triste, todos los días. En 61 años que estamos juntos, 56 vamos a cumplir de casados y cinco de novios, es otra persona”, compartió emocionada.

“Yo le digo, ‘Eddie, cuando aceptes lo que tienes, tú sanas’. La aceptación es bien importante, y todavía él no lo acepta. Aún así le hicieron una prótesis, una copa (del cuello al pecho) y no la quiere usar. Prefiere levantar (la cabeza) con el puño. Tiene chalecos y no se los pone. Le dieron el andador, no lo usa, porque él quiere arrancar como estaba acostumbrado, y él va a él, pero no acepta todavía esa condición”, lamentó.

Las terapias que recibe en SER de Puerto Rico, entidad sin fines de lucro que preside Nilda Morales, están diseñadas de forma holística, incluyendo la salud emocional y es algo que destaca la hija Michelle, porque lo preparan tanto a él como a toda la familia. “Está el psicólogo, que está trabajando esa parte de qué va a pasar, dónde estamos ahora mismo, y darle a ellos las herramientas y a nosotras para prepararnos para poder manejar la situación de una vez”.

Dana, aún reconociendo lo difícil que ha sido ver el deterioro natural de su papá, porque también está el factor de la edad, destaca el carácter guerrero que mantiene. “Tengo que decir que lo admiro, lo admiramos, porque él tiene tantas ganas de vivir y tiene ese espíritu y él se siente capaz todavía de hacer tantas cosas que en cierta manera nosotras nos sentimos mal recientemente cuando salió toda esta situación que la gente estaba hablando sin saber, y nos duele porque para evitar este tipo de comentarios, tuvimos que reaccionar eliminándole cosas que él entiende que todavía puede hacer”.

-Eddie, ¿aún ve la televisión local?

-Claro.

-¿Y qué opinión le merece?

-Que no compara con la mía.