Dolido Julián Gil por el poco apoyo
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 14 años.
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Puerto Rico es la cuna que ha cobijado al actor argentino Julián Gil no sólo como un boricua más sino como figura pública. Sin embargo, el modelo y actor resiente un poco que no se valore su esfuerzo actoral ante los logros obtenidos en el extranjero.
Julián Gil, quien protagoniza la telenovela Valientes, cuyas grabaciones son en España, se ha sorprendido con el escaso apoyo a su persona por este paso agigantado en su currículo de trabajo.
“Cada día siento más el refrán en carne propia (que dice) que uno no es profeta en su tierra. Pero a mí lo que me da felicidad es saber que estoy logrando cosas importantes y puedo poner el nombre de Puerto Rico en alto. Lo que hago lo hago por pasión como todo lo que hago en la vida”, revela en entrevista telefónica desde España con Primera Hora.
Para el culebrón, que es una adaptación española de la versión argentina, Julián Gil encarna a “Leo Soto”, el mayor de tres hermanos que son mecánicos y fueron separados desde niños. Convertidos en adultos se unirán para vengar la muerte de padre.
En cuanto a la mecánica, asegura no dominarla para nada, por lo que tuvo que tomar varios talleres básicos. Además, indica que “jamás he tenido experiencia con la mecánica para nada, pero sí me parece interesante”.
Agrega ser “la persona más torpe en cosas de mecánica. Sí, te puedo cambiar una goma, pero hasta ahí. Ya si me pides que te cambie la batería me vuelvo un ocho”.
Como parte de su personaje se le verá arreglando automóviles, aparte de que con picardía asegura que “se verá mucha piel y sudor, porque es como la vida misma. Creo que la gente quiere ver eso y me voy a encargar de meterle el saborcito caribeño”.
Tras su actuación en el melodrama Sortilegio, cuya emisión es por Univisión Puerto Rico, a las 9:00 de la noche, es que Julián Gil decide lanzarse a la aventura de audicionar en España para Valientes.
“Viajé a hacer la audición en Madrid porque soy atrevido y creo mucho en ir en persona y dar la mano, que enviar un vídeo. Fue clave el tomarme la aventura y atreverme a agarrar el avión y creer en mí , porque fácilmente pude haber enviado el vídeo y decir: ‘A ver qué pasa’. Y tuve la bendición de que fui escogido”, narra emocionado.
Describe a “Leo Soto” como un chico que creció con mucho temor por haber presenciado la muerte de su padre. “Es dominante, protector, cariñoso y muy centrado, que cuando se pone algo entre ceja y ceja no lo deja de hacer hasta que lo logra”, sostiene.
“Este personaje tiene muchas cosas de Julián, pero en personalidad es de los más parecidos a mí por lo cojonudo, decidido y valiente que es, y por todo lo que tiene y en lo vulnerable también. Es de los personajes que más se parecen a mí”, reitera.
En esta historia salpicada por el amor, la venganza, la pasión y traición comparte con las actrices Marta Velmonte y Marta Milán.
Julián Gil se siente satisfecho con la evolución de su carrera artística, máxime en el campo de la actuación al cumplir 20 años de experiencia.
“Entre una cosa y otra llevo 20 años de carrera y en 1997 empecé en la actuación con Luisa de los Ríos (en la obra Nueve semanas y media dirigida por Josean Ortiz).
Siente, asimismo, que los pasados seis años de su carrera han sido determinantes en su desarrollo y crecimiento como actor ante las oportunidades que se le han presentado a nivel internacional.
“Estos 20 años son como un premio o recompensa porque el tiempo ha pasado volando y no ha sido por suerte sino por sacrificio, como el estar lejos de mi familia y de mi casa. A veces hay que aventurarse y ser atrevido. Y tengo ahora una madurez como para ganarme un protagónico en España. Esto ayuda mucho a mi currículo y esto ha sido un regalito de Dios a todo lo que me he sacrificado y lo que me he jodí...”, expone.
Como no cuenta con mucho tiempo libre, señala que no descarta lanzar una agenda con un recopilado de fotos que posee para no retomar sus raíces en el campo de los almanaques.
Aunque está encantado con España en donde estuvo antes en 2000 por cuestiones de trabajo, el artista no ha podido hacer turismo interno porque durante la semana trabaja 14 horas grabando la novela y en los fines de semana “lo que quiero es dormir y descansar”.
En cuanto a la gastronomía española indica que es fascinarle y resalta ser “amante de los embutidos, quesos, jamón y lomo, igual no lo cambio por un chillo frito ni un pionono (de Puerto Rico)”.
Lo que sí se le ha hecho difícil es “lidiar con el frío por- que ha sido uno de los inviernos más fríos y ha nevado varias veces, y para colmo estamos trabajando sin parar y muchísimo”.