¿De qué acusan a Shakira en España?
No han sido días fáciles para la colombiana.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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No son tiempos fáciles para Shakira. A su separación del futbolista Gerard Piqué y el estado delicado de salud de su padre, se le sumó en estos días la acusación de la Fiscalía por fraude fiscal en España.
Tras largas conversaciones y explicaciones, se sentará finalmente en el banquillo de los acusados. La Fiscalía formalizó un escrito en su contra el viernes, en el que pide ocho años y dos meses de cárcel para ella, así como el pago de una multa de 23.7 millones de euros.
La acusación llegó después de que la cantante rechazara el miércoles el acuerdo que le ofrecía la Fiscalía española para evitar el juicio por fraude fiscal de 14.5 millones de euros.
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De ser hallada culpable, Shakira podría ingresar en prisión.
En todo caso, la posibilidad de que lleguen a un acuerdo persiste hasta el mismo momento del juicio. Pero, de cualquier manera, ella tendría que sentarse en el banquillo, aunque fuera solo para refrendar el pacto.
Este tipo de acuerdos son comunes cuando hay un personaje conocido de por medio, pues tienden a evitar la exposición mediática de un juicio. Según fuentes del entorno de ella, no piensa eludirlo.
En este caso se prevé un desfile largo de personas, ya que se trata de trazar el dibujo de sus días en Barcelona.
La Fiscalía solicita que se interroguen 37 testigos, además de Shakira; algunos de ellos, de manera telemática.
Se le acusa de seis delitos contra la Hacienda Pública, al no pagar el IRPF y el impuesto sobre patrimonio entre 2012 y 2014, con los agravantes de que se trata de una cuantía muy alta y de que supuestamente utilizó sociedades en paraísos fiscales.
Al mismo tiempo, cuenta con el atenuante de que ya pagó 17.2 millones de euros.
Dentro de las próximas semanas el juzgado de Esplugues de Llobregat (Barcelona) que lleva el caso dictará el auto de apertura de juicio oral.
Shakira emitió un comunicado en el que denuncia un “atropello a sus derechos”, cuando no aceptó los términos que le ofrecían.
Asegura en él que “jamás se había encontrado una persecución con tal falta de razonabilidad y tan encarnizada por parte del fisco”. Se considera inocente, confía en la justicia y asegura que no tiene ninguna deuda pendiente.
Por otra parte, señala que siguió “fielmente las recomendaciones de los mejores especialistas y expertos asesores”.
La clave
La clave del asunto está en resolver si durante ese tiempo fue residente en España; es decir, si pasó al menos 183 días en el país (la mitad más uno al año).
Ella sostiene que su residencia estaba entonces en las Bahamas y que solo acudía a la península ibérica de vez en cuando.
Asegura que se ha intentado demostrar “su permanencia durante ciertos días, pero ni de lejos lo que exige la ley para considerarse residente”.
La defensa denuncia que se ha “abusado de un concepto jurídico indeterminado, como es el de las ausencias esporádicas, sobre la base de una cuestión técnicamente discutible de quien ni siquiera devenga en España ya que sus beneficios provienen del exterior en donde trabaja y ejerce su profesión”.
Y ofrece más detalles: dice que se trata del dinero ganado en giras internacionales y en The Voice, cuando no era residente fiscal en España.
Denuncia que han “recurrido a medios indebidos para presionar, tal y como lo hacen a diario e injustamente con miles de contribuyentes con fines lucrativos”.
Tras las huellas
La Agencia Tributaria cuenta con un equipo de cerca de dos mil inspectores dedicados a seguir los rastros de posibles evasores.
Una de ellos, de nombre Susana, reconstruyó los pasos de Shakira durante los años en cuestión para determinar dónde se encontraba cada día.
Armó todo el rompecabezas de su vida y estudió sus cuentas.
Sabe quién era su peluquero (y que no le cobraba), qué compraban sus asesores con su tarjeta, qué médicos la atendieron en la clínica Tekton, donde dio a luz a sus hijos.
Averiguó que recibía clases de francés y de zumba (con una profesora se llamaba Betsie), que iba a un centro de estética en la parte alta de Barcelona y que le había arrendado la casa a un nadador.
Conoció detalles de sus conciertos, de sus grabaciones en el estudio del grupo Estopa y de las publicaciones de sus clubes de fans que la ubicaron por lo menos sesenta veces en España en 2011.
De acuerdo con la inspectora, Shakira no visitó las Bahamas durante el periodo en cuestión y no la une con las islas “ningún lazo profesional, familiar, personal o social”.
Shakira, que asegura que vive en España desde finales de 2014, cuando ya tenía al hijo mayor y esperaba al segundo, aportó un permiso de residencia permanente otorgado en 2007 en Bahamas.
Para la inspectora Susana no es suficiente, pues defiende que lo único que se necesita para conseguir tal documento es comprar una casa y asegura que simplemente buscaba una “finalidad fiscal”.
Además, escudriñó en su círculo cercano: padres, hermanos, asistentes, personal de la Fundación Pies Descalzos, estilistas y gente de confianza en Colombia.
Sabe quiénes la visitaron en Barcelona y asegura que si de verdad viviera en Bahamas lo lógico es que se hubiera encontrado con ellos en las islas.
Es una de las personas que más sabe sobre Shakira en el mundo.
Piqué a pique
La cercanía de Shakira a España pasa por su relación con el catalán Gerard Piqué, a quien conoció en 2010, cuando grabó el Waka-waka, la canción del Mundial de Suráfrica.
El futbolista también ha tenido problemas con Hacienda, que le impuso una multa de 2.1 millones de euros por usar una empresa para supuestamente pagar menos impuestos. Luego de un largo litigio, el Tribunal Supremo dio la razón al jugador y anuló la penalidad.
Shakira cuenta, en todo caso, con el apoyo de sus seguidores, según ha comprobado recientemente cuando Piqué fue abucheado en los partidos que el Barça ha jugado en los Estados Unidos, a la vez que se han oído gritos de apoyo a la cantante.
La dureza de la Agencia Tributaria
El régimen fiscal español es severo ante los evasores de impuestos. Hay multas cuantiosas, cobro de intereses y castigos de cárcel de varios años.
Desde 2015 la Agencia Tributaria publica el listado de contribuyentes que deben más de un millón de euros. Se han visto nombres como el del exvicepresidente Rodrigo Rato, el banquero Mario Conde, el expresidente del Real Madrid Lorenzo Sanz, el excampeón de motociclismo Alfonso Sito.
Los futbolistas merecen capítulo aparte, pues son objetivos permanentes de investigaciones. Algunos de ellos han sido Radamel Falcao, Lionel Messi, Cristiano Ronaldo, Dani Alves, Xabi Alonso y Neymar. También tenistas como Arantxa Sánchez Vicario y Rafael Nadal.
En el mundo del entretenimiento y la cultura, se han conocido los casos del cantante y presentador de televisión Bertín Osborne, los cantantes Miguel Bosé y Ana Torroja (Mecano), los actores Imanol Arias y Ana Duato (Cuéntame cómo pasó), las actrices Loles León (una de las “chicas Almodovar”), Paz Vega y Belén Rueda (Mar adentro), entre muchos otros.
Otros que han sido sometidos a escrutinio y críticas son los youtubers, como el Rubius, que han cambiado su residencia fiscal a Andorra.
Ni siquiera Juan Carlos I se ha salvado de las pesquisas. Son conocidos los líos en los que ha estado metido durante los últimos años: ante las sospechas de fraude fiscal, se adelantó a regularizar su situación con Hacienda. Y, aunque le fueron imputados varios delitos, se salvó por la inmunidad que lo protege como rey.
Hace pocos días la Agencia Tributaria publicó los resultados del control relativo al ejercicio fiscal de 2021, en los que da a conocer que cogió a 69 contribuyentes con grandes patrimonios que simulaban no vivir en España sino en treinta países diferentes para evadir impuestos. Esto le ha permitido recaudar 24,5 millones de euros hasta ahora.
La importancia de los impuestos en España radica en que representan más del 20 por ciento de los ingresos totales del Estado en el caso de los particulares y un poco más del 7 por ciento en el de las empresas.
Si triunfa en el litigio contra Shakira, el recaudo aumentará de manera considerable.
Pero falta mucho para saberlo. La cantante se muestra convencida de su inocencia y es previsible que despliegue un buen inventario de argumentos para demostrarla.