Daddy Yankee y Mireddys González volverán a la corte por litigio corporativo
El Tribunal de San Juan atenderá la controversia este martes, a las 10:00 de la mañana.
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¡Regresan a la corte!
El juez Anthony Cuevas Ramos, del Tribunal de Primera Instancia de San Juan, señaló hoy, jueves, una vista de seguimiento para atender las mas recientes peticiones que surgieron en el caso de Daddy Yankee contra su aún esposa Mireddys González Castellanos y su cuñada Ayeicha González Castellanos para tomar control de las empresas El Cartel Records y Los Cangris Inc.
En una orden emitida y firmada por el magistrado, se informa que “la vista será presencial para el próximo 14 de enero de 2025″, a las 10:00 de la mañana en la sala 904, mismo lugar donde el exponente urbano se encontró con la exmanejadora el pasado 20 de diciembre, en el que llegaron a un acuerdo mutuo para entregar los accesos y documentos de dichas entidades.
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Dicha orden se produce luego de que los abogados de las hermanas, compuestos por Pilar Pérez Rojas, Hipólito Torres Rivera y David Carrión Baralt, pidieran a que se diera “no ha lugar” a una demanda que radicó la defensa del reguetonero, que consiste en los licenciados Carlos Díaz Olivo, Heileen Colberg Birriel y Anabelle Torres Colber, en la que piden una carta de representación gerencial para concretar finalmente la transferencia de las corporaciones.
Esta determinación surge luego que la parte demandante expusiera que la misiva que firmarían las codemandadas se trata de una “gestión normal, ordinaria y buena práctica acostumbrada en el mundo empresarial corporativo, cuando ocurre una transferencia en el control de las empresas”.
En dicha misiva, los letrados pidieron que la exmanejadora del exponente urbano y su hermana entreguen el documento donde identifiquen “bajo juramento” desde asuntos relacionados a la operación de las corporaciones que deben atenderse con prontitud, hasta documentación relacionada a la venta del catálogo musical del intérprete, al igual que los términos de esa transacción, así como los derechos y limitaciones de ese arreglo.
“Con la entrega de esta carta de representación gerencial de parte de las demandadas, esta parte daría por concluidos los procesos específicos relacionados al recurso interdictal pendiente ante esta Sala de Recursos Extraordinarios”, destacó.
Mientras tanto, las codemandadas reaccionaron a la solicitud urgente, donde también pidieron que se le impongan a estas “costas y pago de honorarios de abogado por la temeridad demostrada durante todo este litigio”, asegurando que la petición “no aporta nada nuevo” y no cuenta con las bases para que se les conceda. Incluso, estas catalogaron de “hostigamiento temerario” el recurso que presentaron los representantes legales del “Cangri”.
Ante esa moción de oposición, la defensa del intérprete de “Rompe” pidió “un detente definitivo a las tergiversaciones, a las estrategias de victimización y utilizar términos como “de sentirse hostigadas” solo para distraer al Tribunal, intentar perjudicar al demandante públicamente, para lograr incumplir lo ordenado sin consecuencias”.
“El asunto es muy sencillo, si las codemandadas hubieran cumplido, pudieran evidenciarlo con un “checklist” identificando los documentos que proveyeron. Invitamos al Tribunal a revisar las mociones presentadas por las codemandadas para que reitere que ni en una de estas, existe un listado con especificidad de que se produjo toda la documentación solicitada y exigida ante la transición del control de las entidades. Todo lo contrario”, sostuvo, al tiempo que reiteró ante la corte que “no permita que este juego mediático, de victimización y de incumplimientos por parte de las codemandadas continue”.
Cabe destacar que la polémica inició luego que el exponente urbano demandara a las hermanas por presuntamente retirar $80 millones de la corporación El Cartel Récords y $20 millones de la corporación Los Cangris para depositarlos a sus cuentas personales, a la misma vez que expusieron su queja por alegar que su catalogo musical se vendió un costo inferior a su valor.
Todo esto se lleva a cabo al mismo tiempo en que el intérprete y la administradora enfrentan una separación luego de casi tres décadas de matrimonio.