Como Keylla Hernández lo soñó
Robin y sus hijos cumplen uno de los deseos de la fenecida telerreportera.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 5 años.
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En la agenda de viajes familiares de la periodista Keylla Hernández (1973-2018) quedó pendiente llevar a sus hijos a ver la famosa parada de Acción de Gracias en la ciudad de Nueva York.
El viaje finalmente se dio, y aunque ella no pudo acompañarlos físicamente, se hizo sentir en cada paso y en cada emoción vivida por el viudo Robin Rodríguez, y sus hijos Kevin (19) y Gustavo (14).
El encuentro entre padre e hijos fue el pasado miércoles, previo a la parada de Macy’s, y tanto para Kevin como Gustavo, era la primera visita a la Gran Manzana, por lo que todo resultó en una grata novedad.
“Fue muy emotivo”, compartió ayer Rodríguez, ya desde la comodidad de la casa y en espera de que Kevin saliera rumbo a la ciudad de Miami, en Florida, para reintegrarse a su vida universitaria sin contratiempos por la nevada que afecta a Nueva York. “Creo que poder estar nosotros tres allí, sabiendo claramente que era uno de los sueños bien importantes de ella, nos llenó a nosotros de mucha satisfacción. Sabíamos y sabemos que ella estando allí, la experiencia hubiese sido diferente, no obstante, la tuvimos presente”.
Las expectativas de todos fueron superadas, porque no solo fue la emoción de ser partícipes de la parada que, como expresó Kevin en un vídeo en Instagram, “es otra cosa, otra experiencia, que realmente tienen que vivirlo”, sino porque pudieron ver de cerca al intérprete Ozuna, que tanto le gusta a Kevin como a Gustavo; comprar los tenis que quisieron, y visitar lugares emblemáticos como el Empire State Building, la Estatua de la Libertad y Central Park.
“Son bendiciones, sé que ella tiene que ver mucho en esto. Ella estuvo ahí con nosotros, y acompañados también de Dios”, afirmó Rodríguez, quien estuvo casado con Hernández por 21 años, más cinco años de novio.
La huella de la comunicadora, cuyo primer año de fallecida se cumplirá el próximo 31 de diciembre, fue tan grande que se les presenta de múltiples maneras. Tan pronto llegaron al hotel en Nueva York, una señora desconocida los llamó a cada uno por su nombre con una familiaridad que los dejó perplejos y agradecidos.
“Mucha gente nos echa la bendición, porque Keylla dejó una huella. La gente la sigue estimando, la sigue queriendo y los dos retoños que dejó, tanto Kevin como Gustavo, la gente los sigue muy de cerca”, dijo.
“No voy a negar que es un proceso. Tengo una función clara y primordial con mis dos hijos, esa es mi prioridad, ellos lo saben, no obstante tengo que dejarles saber bien claro que la vida continúa y cada cual va a tomar su camino, va a formar su familia, pero ahora mismo el enfoque número uno para mí, son mis hijos, y están bien claros de que poco a poco la gente va a ir bajando, si le podemos decir así, porque ellos van a crear su propia identidad, y este servidor va a crear su propia identidad también, pero las bendiciones nunca están demás”, puntualizó Rodríguez para seguido dar ejemplo de cómo también la telerreportera se presenta en las acciones de sus hijos.
“Con el tema de los tenis (en Nueva York), el papá también se jukió y no quería unos tenis costosos, porque no soy de tenis costosos, pero sí quería mis tenis también. Entonces, con el tema del equipaje, dije: ‘Pues estos tenis que he usado creo que por dos años, pues lo voy a dejar en la habitación’. Y Kevin me dijo: ‘No lo vamos a dejar en la habitación, lo vamos a poner en la caja de las Adidas que compramos y vamos a buscar a alguien en la calle para donárselas’”, contó el padre de las tantas lecciones que recibe de sus sucesores. “Son cositas que hacen la diferencia”.
Lecciones de vida
Afortunadamente, Kevin y Gustavo han podido mantener un nivel académico excelente y siguen igual o más comprometidos con otras actividades fuera de la universidad y el colegio, respectivamente.
“En este proceso tengo que darle mucho crédito a Keylla, porque yo también puse mi grano de arena, por supuesto, pero el crear esta química y esta fortaleza en los chicos, ha sido clave para todo lo que ha venido posterior a...”, reconoció Rodríguez. “Kevin, por el hecho de vivir solo en Miami, uno tiene unas perspectivas de que va a ir convirtiéndose en persona madura, en hombre de bien, no obstante, el brinco ha sido sustancial, que al día de hoy me está enseñando lecciones de vida”, destacó el orgulloso padre, también fortalecido emocionalmente.
“Sigue con buenas notas, trabajando, está muy activo en las redes, muy motivado con el concepto de las finanzas, y da la casualidad que el menor es muy bueno en las matemáticas, así que puede ser que continúe el camino que tomó su hermano, sin ninguna presión, porque lo vamos a apoyar en lo que él decida. Por otro lado, Gustavo ha podido hacer un sinnúmero de deportes (fútbol, voleibol, baloncesto y tenis de mesa), porque este semestre pudo hacer tres deportes en el colegio, y dos deportes fuera del colegio. Cinco equipos diferentes y poder mantener las notas, no sé cómo lo hace”.
Robin procura mantener en sus hijos muchas de las costumbres que conoció de Keylla. Todas las mañanas, por ejemplo, oran por ellos, la familia y la memoria de ella. Igualmente recurre a ella, en el pensamiento, cuando necesita manejar alguna situación en la relación de padre e hijos.
“Estoy tratando de llevar mi rol de la manera más sólida y responsable posible, recordando también muchas de las costumbres y procesos que tenía Keylla en el desarrollo de nuestros hijos, porque aunque me está tocando ahora solo, siempre pienso qué hubiese dicho Keylla, cómo lo hubiese manejado, para no dejar completamente ausente ese sentimiento, para que ellos no pierdan esa esencia”, valoró Rodríguez.
Asimilan la realidad
Hace apenas tres meses que la mamá de Keylla, Miriam Ramos, regresó a su hogar en Mayagüez, para así cada uno pudiera continuar asimilando la pérdida desde su realidad.
“Ella me ayudaba muchísimo con Gustavo, no obstante entendía que ya era tiempo de que viviera su proceso sola, y nosotros el proceso solos como familia. No es que ella esté fuera de nuestra familia, pero entendíamos que cada cual tenía que vivir este proceso solo para poder aceptar nuestra realidad. Mi realidad no era con ella, la realidad de ella no era conmigo y mi hijo, así que seguro que estoy súper, superagradecido de todo el apoyo que tuve de ella, y nos dábamos apoyo mutuamente, porque nadie está preparado para perder un hijo, así que también me pongo en sus zapatos y tengo que ser empático con eso, pero después de ese tiempo, que entendíamos que estábamos bastante sólidos, era momento de que cada uno tomara rumbo por separado”, apuntó.
Rodríguez y sus hijos no estarán unidos físicamente esta Navidad. Kevin pasará los días festivos en Argentina por su invitación de su jefe, y Gustavo permanecerá en la Isla con su papá, visitando a las abuelas en Morovis y Mayagüez.
Pensarse distanciados no dejó de ser impacto por la carga emocional que conlleva, tratándose de la primera Navidad en ausencia de Keylla, pero todos entendieron que en esta ocasión, ese es el camino. La vida continúa.