Durante cinco años, el cantante colombiano Charlie Zaa tuvo que enfrentar sus propios demonios. Esos que lo llevaron a caer en una crisis de depresión, pánico y ansiedad, de la que se levantó por su fe. 

Hoy la historia es otra y el intérprete está de Celebración, como se titula su nueva producción discográfica, con la que festeja sus 20 años de carrera musical.

“Cuando vine a Puerto Rico en el 2014 había pasado por un desierto a nivel de salud, una enfermedad que me obligó de forma abrupta a alejarme de la música y de los medios, y a dedicar tiempo a mí y a mi familia. La depresión es una enfermedad espiritual que vino por los desórdenes que se manejan cuando tienes fama y te desvías del camino que Dios ha trazado para tu vida”, confesó. 

Según el bolerista, para trascender aquella vivencia tuvo que ser muy valiente. 

“A veces los procesos o vienen vestidos de diferente manera. A mí me tocó la depresión, el pánico y la ansiedad. Pero cuando eso se toma con buenos ojos y de la mano de Dios es posible apreciar la tierra prometida, que es lo que estoy viviendo ahora”. 

Charlie Zaa visitó el domingo el Mall of San Juan, donde sus fans realizaron filas que parecían interminables para recibir un autógrafo suyo.

“Estoy muy contento, porque el público puertorriqueño me demostró ser incondicional conmigo, que no olvida, que es leal y que ama lo que yo hago y la música del ayer. Al final, lo que buscamos es unir generaciones con este proyecto, y las fuerzas me dieron hasta que pude atender a cada uno de ellos y no sacarlos por la puerta de atrás”, expresó antes de asegurar que antes de una semana se sabrá la fecha de su próxima presentación aquí. 

El artista, que en 20 días se muda a Miami, está en Puerto Rico acompañado de su esposa Janeth, madre de su hijo Aaron David, de 18 años, y Mia, su hija boricua (nació en el hospital Pavía) de 15. Zaa tiene otra hija de 26 años, Michelle, producto de una relación fuera del matrimonio.