Su viaje reciente a Colombia nada tuvo que ver con cirugías. 

La modelo y animadora Chanty Vargas desmintió los rumores de que había visitado el país latinoamericano la semana pasada para someterse a algún procedimiento quirúrgico para cambiar sus implantes de senos y mucho menos para realizarse una lipoescultura.

“Lo que pasa es que cada vez que alguien escucha que una mujer va a Colombia lo primero que piensa, hasta mi madre y toda mi familia, es ‘qué te vas a hacer, que te vas a operar’, y digo ‘Dios mío, pero si Colombia es un país hermosísimo, tiene más paisajes que ver y tanto que hacer como turista’ ”, destacó Vargas, quien anima Descarao por la noche junto con Rocky The Kid por Mega TV. 

Sin embargo, fue enfática en que no descarta hacerlo en un futuro, bien sea en Puerto Rico o en tierra colombiana, “porque ya llevo tiempo con mis implantes y se supone que en unos años me los cambie, cada 8 a 10 años se hace”. También, aseguró que no lo callaría. “Esas que niegan que se hicieron una operación, eso es una ridiculez. Cada cual con su estilo y se respeta el estilo de cada cual, pero hay cosas que son evidentes”. 

La exparticipante de Nuestra Belleza Latina aclaró que su viaje a Bogotá y Medellín fue motivado, no solo para celebrar su cumpleaños número 29 (el pasado 26 de enero), sino también por asuntos empresariales. “Había una convención de textiles, yo quería ir por cuestiones de mi negocio. Gracias a ese viaje voy a traer ropa interior, lencería y pijamas. Mi negocio está creciendo y quise expandir la línea de productos, y no solamente vender accesorios”.

Por otro lado, la modelo, también conocida como “la chica candente candente”, manifestó que durante su viaje se percató del encanto de los hombres colombianos. “El acento me vuelve mal. Yo sentía que yo me enamoraba de los hombres con que solamente me hablaran (ríe), porque ese acento te vuelve loca, tú te quedas como envuelta, hipnotizada”. Sin embargo, aseguró que en su lista de preferencia los boricuas siguen al frente. “Los hombres colombianos no son tan guapos como los puertorriqueños, pero la manera en que te tratan, es como que, ‘ay, Dios mío, me lo llevaría para mi casa para que me diera un masajito y me hablara al oído’ ”, bromeó.