Los jóvenes actores Camila Monclova y Fernando Tarrazo poseen el talento para actuar por herencia y por su dedicación en el estudio de esta disciplina.

Pero no siempre lo tuvieron claro. En épocas distintas, por la diferencia de edades, la hija del actor René Monclova y el hijo de la actriz Linnette Torres estuvieron en negación sobre su realidad: nacieron para darles vida a personajes.

Camila, de 24 años, confesó que, aunque de pequeña decía que sería actriz, cuando llegó a la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, no se visualizaba en el Departamento de Drama.

“Di como 400 vueltas por la universidad. Entré por lenguas modernas, después por escritura creativa, luego literatura. Estuve en negación hasta que en mis electivas tenía un bachillerato en drama. Dije: ‘Creo que esto es lo que me gusta’. Tuve ese momento de aceptar y reconocer que nací para hacer esto”, comentó la joven, a quien además le gusta escribir y pintar.

“La actuación es lo que me llena y me gusta. Lo bueno de este trabajo es que vas al trabajo sabiendo que vas a hacer algo que te gusta. Me muero de hambre feliz”, bromeó, algo que suele hacer mientras conversa, sobre la falta de trabajo constante, lo que forma parte de la realidad de los actores puertorriqueños.

Fernando, de 19 años, experimentó lo mismo. A él se le ha visto desde niño en el cine nacional en filmes como Maldeamores (2007), de los directores Carlitos Ruiz y Mariem Pérez. Sin embargo, el joven tuvo dudas sobre qué haría en los próximos años.

“Ya me decidí”, dijo el simpático estudiante del Departamento de Drama, quien antes había soñado con ser chef y con ser empresario.

“Llegó el punto en que no podía seguir pensando y tenía que decidirme por lo que siempre he hecho y lo que me gusta, que es la actuación. Quería hacer tantas cosas y la mejor forma de hacer todo es siendo actor”, expresó el intérprete.

Conscientes de que vivir de la actuación no es fácil por la falta de empleo continuo en el teatro y en el cine, y por la escasa producción local en la televisión, estos artistas no se preocupan por eso en estos momentos.

Fernando es de los que no se complica pensando en el futuro porque estos tiempos están marcados por los cambios. Camila es optimista, pues su padre levantó a una familia dedicándose a la actuación.

“Mi papá crió a cuatro hijos siendo actor. La ventaja que nosotros tenemos es que lo vemos como trabajo desde que somos pequeños y lo tomamos con compromiso y seriedad, como cualquier profesión. Uno no está buscando la fama, sino poder vivir de lo que haces. Llevo cuatro años viviendo de esto”, comunicó la maestra de actuación, quien formó parte de los proyectos teatrales Amores, penas y qué me pongo, Jóvenes.com y Beca y Eva dicen que se quieren.

Ser hijo de René Monclova o de Linnette Torres podría tener sus ventajas porque recorres un camino con advertencias. Pero también ellos han tenido que esforzarte doblemente para demostrar que cuentan con los quilates para merecer un aplauso y el respeto de sus compañeros.

“Con el trabajo de uno, se va probando que lo que vas logrando te lo mereces y no porque te lo hayan puesto en bandeja de plata”, dijo Camila.

“Llega el punto en que te das cuenta de que no necesitas la ayuda y tienes que empezar tú mismo a buscar y a probarme que puedo solo”, añadió el joven.

La pasión por la actuación de estos jóvenes los une en la coproducción entre Puerto Rico y Argentina Hugo, Paco, Luis y tres chicas de rosa, que estrenará el 13 de febrero en las salas de cine. El filme cuenta con la dirección de Edmundo Rodríguez y el guion de Gilberto A. Rodríguez.

La historia presenta al profesor de literatura “Hugo”, quien inicia un viaje sin retorno en ruta hacia un faro. En el camino, se encuentra con el joven “Paco”, con quien llegará a un pueblo que parece estar detenido en el tiempo. Ambos coincidirán con tres meseras, “Lola”, “Olga” y “Sara”, quienes les mostrarán el camino de vuelta a casa y, quizás, el de sus vidas. Fernando interpreta al joven “Paco”, mientras que Camila es “Sara”.

“Él está pasando por la transición, cuando uno pasa a ser adulto, y lo descubre de una manera bonita y conociendo a personas que le cambian su rumbo”, anticipó Fernando sobre su caracterización en la cinta que combina la comedia, el drama y el realismo mágico.

“Son historias de amor y cualquier persona se puede relacionar con los tipos de amor en la historia”, agregó Camila, intérprete de la soñadora y romántica “Sara”.

La película se presentó en el Festival de Cine Internacional de San Juan y el Festival de Cine Global Dominicano. El filme está respaldado también por las actuaciones de Sandra Teres, Cristina Sesto y René Monclova, además de los argentinos Nicolás Pauls, Agustina Lecouna y Ezequiel Stremiz.