Britney Spears y Sam Asghari se han separado tras 14 meses de matrimonio por una presunta infidelidad de parte de la cantante.

El portal de farándula TMZ destacó que el fin de la relación se produjo tras una fuerte discusión que tuvo la pareja hace una semana. Según la revista, fue el mismo Asghari quien decidió la ruptura luego que este señalara a la intérprete de “Oops!... I Did It Again” de ser infiel.

Además, el medio estadounidense confirmó que el modelo iraní-estadounidense ya se mudó de la mansión de la estrella pop y que será “cuestión de tiempo” en que este comience el proceso de divorcio.

Spears y Asghari se conocieron en el año 2016 durante la grabación del sencillo “Slumber Party”, que fue parte de las canciones del último álbum que lanzó la estrella, “Glory”. Desde ese entonces, ambos se mostraron como inseparables, a pesar que la artista estadounidense se encontraba todavía bajo la tutela de su padre, James Spears.

En julio de 2021, la cantante anunció por su cuenta de Instagram que se había comprometido con su entonces pareja. Sin embargo, la noticia se dio a conocer en septiembre de 2021, días después que una jueza del tribunal de Los Ángeles ordenara la suspensión de Spears como tutor de la también empresaria.

Siete meses luego de esta determinación judicial, la pareja decidió casarse en una ceremonia íntima que se celebró en el sur de California, donde la cantante de “Toxic” invitó a colegas como la socialité Paris Hilton, la actriz y presentadora de televisión Drew Barrymore, las cantantes Madonna y Selena Gomez y la modista italiana Donatella Versace.

Sin embargo, desde el mes de mayo, trascendió que el matrimonio se encontraba en “tremendo lío” dado que discutían constantemente, hasta el punto que Spears llegaba a golpear a su pareja, por lo cual este se iba de la residencia.

Existe acuerdo prenupcial

En momentos que se espera el proceso de divorcio entre Spears y Asghari, la “princesa del pop” ya tenía un acuerdo prenupcial que impide que su próximo exmarido tenga acceso a su fortuna valorada en $60 millones.

Desde que los novios se comprometieron, los abogados de la artista pusieron manos a la obra para dejar bien clara la capitulación matrimonial, la cual es firmada antes de que se efectúe cualquier matrimonio, en la que se especifica la forma en que se dividirán los bienes en caso que la relación se disuelva.

Según el acuerdo firmado por la pareja, el entrenador personal y modelo no recibirá ni un dólar de la cuenta de la cantante, ya que si bien, cuando la intérprete de “Gimme More” contrajo nupcias con Kevin Federline, en 2004, también firmó un acuerdo prenupcial pero en aquella ocasión la cantante se comprometió a pagar 300 mil dólares, por cada tres años de compromiso, en caso de divorcio.